UN MES ANTES.
-Eso ha sido todo por hoy chicos, pueden retirarse.- murmura la profesora de teatro, dejando las hojas del libreto encima de su mesa. Desde ese extremo nos observa actuar.
Allison suspira, y se deja caer en el suelo entre risas.
-Al fin.- deja salir, en un largo suspiro.- Los ensayos se han vuelto agotadores, últimamente.- murmura, viéndome.
Y tenía razón. Últimamente pasábamos muchas horas extras después de clase, perfeccionando el acto que llevaríamos acabo dentro de una semana. También, debido a los ensayos, no había pasado mucho tiempo junto a Baylee, lo cual me ponía mal en cierta parte, ya que, no quería descuidar nuestra relación, y terminar hartándola.
-Gracias a dios, cada día falta menos para el acto final, y seremos libres.- murmuro, con una sonrisa.
Ella asiente, y se empieza a poner de pie.
-Sera nuestra última representación como Romeo y Julieta. ¿Quiénes serán el próximo año? –pregunta.
-Bruce y Cathy pueden ser perfectos.- comento, empezando a caminar hacia la salida del teatro, con ella a mi lado.- Pero primero tendrán que hacer audiciones, ya sabes, así es todos los años.
-Y es increíble que durante dos años seguidos, nos hayan dado los papeles principales.-sonríe.
-Lo sé.
.-.
Reviso mi celular con la esperanza de encontrar alguna llamada o mensaje de parte de Baylee, sin embargo no es así. Dejo salir un suspiro, y decido ir a visitarla, quizá salir un poco y conversar sobre nosotros. Tengo que admitir que era mi culpa, si ella estaba molesta por pasar poco tiempo con ella últimamente. Pero con los jodidos ensayos terminaba cansado cuando llegaba a casa. y pese a que en la preparatoria, estábamos juntos casi todo el tiempo, sabía que la idea de que estuviera con Allison en los ensayos, a Baylee no le agradaba.
BAYLEE.
Otro maldito día más, en el que el idiota de Styles se quedaba en los estúpidos ensayos. Estaba comenzando a fastidiarme, el hecho de saber que los ensayos, llevaban con ellos una escena de beso. Y no es que me pusiera celosa, o sea, por mí que se lo quedara, pero lamentablemente era mi novio, y la que quedaría como una maldita cornuda iba a ser yo.
Y no, no me iba a dignar a ser yo quien le llamara para saber qué tal le había ido. Era él quien prefería estar en una absurda obra, era él quien tenía que rogar. Cruel, pero necesario.
Cuando abro la puerta de mi casa, sabía que me toparía con Harry detrás de esta. Pero jamás creí que sería con un ramo de rosas, acompañado de esa sonrisa que hacía que hasta la más vil de las personas se enterneciera por completo.
-Hola.- murmura, extendiendo el detalle hacia mí.
Sin embargo, tenía que ser dura. No podía venir simplemente con unas rosas, y creer que todo estaba bien.
-¿Qué quieres?-gruño, ignorando por completo que tenía su brazo estirado, con las rosas.
-Bay, yo.- titubea, rascando su nuca con su otra mano. Me cruzo de brazos, esperando a que continúe a hablando.- Perdón por ausentarme después de clases.- dice al final.- Sé que debemos estar juntos, salir, chatear, haciendo video llamadas por Skype y esas cosas.- asiento, y prosigue.- Pero entiéndeme, la obra es importante también.
Bien, estaba a punto de tomar esas rosas, y decirle que no debía preocuparse, pero eso que menciono al último, era increíble.
-Pues parece que la obra es más importante que yo.- le reprocho con indignación total.
-Baylee, no quise decir eso, y lo sabes.
-¿Entonces que quisiste decir? Parece que era eso. Así que si tan importante es la estúpida obra para ti, quédate con ella. – gruño, decida a cerrarle la puerta en las narices, pero me detiene.
-Baylee, por favor, no discutamos por una estupidez.- murmura, entre cerrando sus ojos.- Sabes cuánto te quiero. Lo que te trataba de decir, es que, la obra viene a ser importante en estos momentos, porque he formado parte del equipo por dos años, y este es el último, así que por eso lo es. No que era más importante que tú.
Basta, esto era demasiado para mí. Esto de utilizarlo solo para tener a Niall, era lo más bajo que había podido hacer, pero no quedaba de otra, como todas las personas dicen; En la guerra y en el amor, todo se vale.
"Enferma, perdida, totalmente desconocida. Ni siquiera me acercaba a la que alguna vez fui. Una parte de mi sabía que Niall jamás seria mío, y aun así me aferraba a las fantasías cursis que armaba en mi cabeza. Perdí lo único bueno, eso era algo que jamás me perdonaría"
.-.
Cuando salía con Harry, sabia de ante mano que la pasaría bien. El lindo, detallista, trataba de que estuviera lo más cómoda posible en el lugar que estuviéramos, y todo eso me gustaba, pero me lo negaba a mí misma, quizá porque no quería aceptarlo por el capricho que tenía con Horan, o simplemente por miedo a que se enterara de cuales habían sido mis verdaderas intenciones en un principio, o quizá ambas.
Y así paso, esa tarde, después de esa conversación, tuvimos una excelente y maravillosa tarde (o lo que restaba de ella) se podría decir que avanzamos un poco, y la seguridad le volvió al saber que estábamos bien.
-Ten una hermosa noche, amor.- susurra, cerca de mis labios, una vez que estamos fuera de mi casa.
Sonrió, y lo rodeo de su cuello.
-Ten una linda noche, amor.- repito sus mismas palabras, besando sus labios.
Cálidos, y dulces labios.
Me hacían sentir bien, eso sí lo sabía claramente.
-Nos vemos mañana, pasare pro ti.- me avisa, antes de darme otro beso. Asiento, alejándome para tomar el pomo de la puerta.
-Adiós.- me despido, abriendo.
-Adiós Baylee.- sonríe, agitando su mano.
Esa noche, borre las fotografías que yo misma había capturado de Niall. Borre cada una de ellas.
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CRUSH ||h.s + n.h||
Fanfiction"El amor pocas veces duele" Obra registrada en Safe Creative.