Capitulo 6

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Los golpes en la puerta me despertaron y entonces me percaté de la voz de Ginny del otro lado.

-¡Lucy, levántate ya!-. gritó.

Me removí entre las sábanas y no hice intento alguno por abrir los ojos.

-¡Bestia!-. volvió a golpear la puerta-. Natsu vendrá en cualquier momento.

¿Natsu? Abrí los ojos, completamente despierta y aventé la sábanas hacía un lado. Salí de la cama en un santiamén y abrí la puerta. Levy corría de un lugar a otro en busca de algo.

-Yo creí que no te levantarías ó.

-¿Qué buscas?-. pregunté.

-Mi bolsa, puedo jurar que la dejé aquí-. apuntó al sofá.

Miré el reloj, faltaban veinte minutos para las seis de la mañana. ¿Cuánto se tardaría Natsu en llegar?...

...¿Por qué me pregunto eso?

-Busca en tu cuarto, Levy-. musité.

Ella me miró y salió corriendo a su habitación. Dos segundos después llamaron a la puerta.

-Lu, por favor abre-. me gritó ella desde su cuarto.

Caminé perezosamente hasta la puerta y la abrí. Lo que vi me deslumbró por completo.

-Buenos días-me sonrió y aquella fierecilla enjaulada saltó de un lado a otro en su pequeña cárcel.

-Buenos días, Natsu-. le devolví la sonrisa-. Pasa.

Le abrí camino y me le quedé mirando mientras pasaba a mi lado, llevaba puesta una chaqueta negra al igual que los apretados pantalones que traía, por dentro de la chaqueta se alcanzaba a ver una camisa en tono rojo, parecía de esos modelos que sólo ves en televisión.

-Bonita pijama-. musitó mirando mi atuendo.

Enrojecí hasta los huesos y me mordí el labio inferior, completamente apenada. Nadie, exceptuando a Levy, me había visto en pijama.

-Gracias-. murmuré.

-¿Dónde está Levy?

-En...

-¡Aquí!-la interpelada salió de su habitación con la bolsa en la mano y me interrumpió.

-Hola, preciosa-. dijo él, ignorando la amenaza y luego se acercó para besarla.

Desvié mi mirada, dándoles privacidad y me escabullí hasta mi cuarto. Privacidad, ¿eso quería darles? O sólo quería calmar a la fierecilla que de pronto se sintió incómoda.

Me vestí rápidamente y me hice una coleta de lado

-¡Lucy! Debo irme-. gritó Levy, desde algún lugar cercano a la puerta.

Salí del cuarto no sin antes tomar mi cámara fotográfica.

-Te veo más tarde, espero se diviertan-. dijo-. Los amo, a los dos.

-¡Suerte!-. dije, pero ella ya había cerrado la puerta.

Miré entonces a Natsu, quien se encontraba parado mirándome a mí.

-Creí que íbamos a desayunar en pijama-. musitó, divertido al notar mi cambio de ropa.

El rubor corrió de nuevo por mis mejillas y bajé la cabeza.

-Es muy temprano para desayunar-. musité.

El rió.

-¿Entonces... quieres que nos vayamos ya? El camino no es muy corto.

Manual de lo Prohibido; NaLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora