-Perdóname. Es que soy un poco distraído-. musitó, ligeramente ruborizado.
-No, no; la distraída soy yo-. dije y luego me reí.
-Soy Gray-. me estrechó la mano.
-Lucy Hearthfilia-. me presenté.
-¿Eres de U.SA? -preguntó.
-Sí, L.A, de allí vengo.
-¿En serio? Yo nací ahi. Soy estadunidence también; pero con raíces europeas-. explicó.
Ahora había entendido entonces, por qué me había hablado desde un principio en inglés; pero luego dirigí la mirada hacía la puerta del departamento en el que él iba a introducir la llave antes de que yo le chocara.
-¿Vives aquí?-. balbuceé, al captar el trío de números que formaban el trecientos ocho.
-Sí, con mi tía; te dije que tenía raíces europeas.
La vieja gruñona con la que Levy me había dejado la llave de su apartamento era tía del lindo muchacho que me sonreía en este instante. Abrí los ojos ante la sorpresa.
-¿Eres sobrino de la señora Fullbaster?-. inquirí.
-Sí, ¿la conoces?
-Sí, bueno...-su expresión pasó a ser una mueca de confusión-. Mi amiga me dejó la llave de su departamento aquí y sólo pasé a recogerla, de allí conozco a tu tía-. expliqué.
-¡Oh! ¿Eres tú la linda chica que se mudó con Levy?-. preguntó, como si hubiese completado un rompecabezas en su memoria.
-Sí y... gracias por lo de 'linda'.
-Oh, bueno, eres linda-. musitó y se encogió de hombros-. ¿Vas a algún lado?
-Sí, a un laboratorio de fotografía. ¿Sabes dónde queda la calle Squero de San Trovaso?-. pregunté, mirando el papelito arrugado en mi mano y tartamudeando al leer el nombre de la calle.
-Sí, es cerca de uno de las canales hacía el norte.
-¿Está muy lejos?
-No, puedes ir caminando; son como cinco cuadras de aquí.
-Oh, gracias.
-Puedo llevarte si quieres, tengo auto-. ofreció.
-No, gracias, hoy caminaré, tengo tiempo de sobra-. musité con aplomo.
-Oh, está bien, ¿puedo invitarte luego un café? Para conocernos, digo, vamos a ser vecinos-. se encogió de hombros un tanto avergonzado y ligeramente ruborizado.
-Claro, me encantaría.
-Hasta luego, entonces.
-Hasta luego-dije-. Oh, y grazie mille-. murmuré lo que había aprendido de Natsu el día de ayer, cuando agradeció al mozo.
Gray me sonrió.
-Di niente, bella ragazza-. pronunció.
Me ruboricé un poco y le dije adiós con la mano; luego bajé las escaleras y me encaminé por las calles de Venecia esperando encontrar lo que buscaba.
Luego de unos minutos y de contabilizar mentalmente las cinco cuadras que Gray me había mencionado, miré hacía el pequeño recuadro blanco ubicado en el muro externo del último edificio de la cuarta calle:Squero de San Trovaso. Sonreí satisfecha al haber acertado en mi búsqueda. Tenía la calle, pero aun me faltaba el laboratorio, decidí caminar hacía la izquierda, en donde los números ascendían, tenía que encontrar el doscientos treinta y siete.
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Manual de lo Prohibido; NaLu
FanfictionFalso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueña del único que todo el mundo en mi situación, rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es sólo representar, actuar y f...