Sed de amor (Yaoi-Gay)

19#: Decisiones hards (no sexuales) [1/2]

Habían pasado más de cinco horas y yo seguía sentado en el suelo, sin decir nada. No sabía donde me encontraba gracias a los poderes mágicos-angélicos de Lucifer, y no tenía manera de comunicarme con los otros. Estaba varado. O mejor dicho, encerrado con un psicópata que no dejaba de mirarme ni de sonreír.

—Me pones incómodo —gruñí—. ¿Por qué no puedo irme?

—¿Cuántas personas crees que hay como tú? Ya sabes, mitad demonio y mitad ángel.

—Bastantes. ¿Acaso no es normal que un demonio posea a una mujer al dar a luz, para que se reproduzcan más y más? Es decir, me refiero a robarle la vida humana a alguien. Bueno, la mitad de la vida humana —contesté.

—Solo hay dos personas en el mundo que son mitad demonio y mitad ángel. 

Abrí los ojos como platos. ¿Dos? ¿Cómo era posible aquello? ¿No se suponía que era normal que un demonio se adentrara en el cuerpo de un humano, controlando aquel?

—Eso... es imposible —susurré.

—Claro que no lo es. Cuando un humano tiene relaciones con un ángel, hay menos del 1% de probabilidades de que el demonio pueda poseerlo, ya que le fueron concedidos escudos angelicales. Es como si un insecto tratara de acercarse a una cerca eléctrica. Es atraída por lo brillante, por supuesto, pero también es aniquilada por eso.

—Me dices... que el demonio que poseyó a mi madre...

—Murió como un completo idiota en el pasado, y un héroe en el presente. Gracias a él ahora tú puedes estar conmigo sin que vomites sangre —explicó.

—¿Vomitar sangre? —pregunté—. ¿A qué te refieres?

—Los humanos y los ángeles mayormente se sienten mal al estar alrededor mío. Es una maldición hecha por mi padre Dios, para que nadie pueda acercarse a mí. Claro que él en esos momentos no sabía que yo podía tener mis propias creaciones. —Su sonrisa se expandió—. He ahí los demonios y vampiros.

—¿Tú creaste a los demonios? ¿Cómo?

Hizo otro de sus tantos chasqueos y una silla apareció detrás suyo. Se sentó y se cruzó de piernas como cualquier diva. Oh, vamos. Diva se nace, ¿verdad? Ya entiendo a quién salimos tan gays Ednar y yo. 

—Solo me acosté con una de mis hermanas, se embarazó y tuvo a un demonio. Símbolo del incesto y del hermoso pecado. Luego el demonio tomó "prestado" un cuerpo humano y folló, más tarde, apenas nació el crío que iba a ser medio humano debido a la folladera, tomó prestado el cuerpo de la humana que folló y la poseyó. Más tarde nació un demonio completo y...

—Espera, espera —le interrumpí—. ¿Te acostaste con una de tus hermanas? Es decir, ¿una ángel? ¿Y ella accedió? ¿Y qué es esa explicación ridícula? ¡No entiendo nada! ¿No se supone que solo nace mitad demonio si posee a un humano?

—Oh, por supuesto que no. Manachel gritó como si le estuviera quitando la vida cuando hice lo mío. Gracias a Dios por mis poderes, no pudo escapar ni siquiera cuando sabía dónde estaba todo, ya que no sabía si confiar en su poder de "yo lo sé todo" o en sus propios ojos.

Lo miré, perplejo. Él había dicho Manachel. Estaba seguro de eso. Él había dicho que la había violado. Él... él...

—Eres un monstruo —afirmé, abrazando mis rodillas y tratando de no imaginarme nada de lo que me había dicho, porque iba a vomitar. 

Al demonio si él era sensual a su manera. A la mierda si él sabía mover su mano. Era un monstruo de verdad. ¿Violar a su propia hermana solo para crear más como él? Manachel, oh, Manachel... Lo peor de todo que a ella no le importó demasiado aquello. Era más que seguro que Lucifer primero había matado a la amada de ella haciendo a Manachel más débil, para luego usar el abuso contra su cuerpo.