Capítulo 2

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Él estaba parado tras de mí, sin verlo sabía que estaba disfrutando ver cómo me ponía nerviosa.

—Eso no es su problema, señor Hawkins. — dije seria mientras me acomodaba en mi lugar, enderezando mi postura para lucir más amenazante.

—Me temo que sí lo es, déjeme decirle, señorita, que ya tengo una elegida.- dijo observándome finamente. En otra ocasión me hubiese acobardado, pero tenía licor en mi organismo, por lo que ser aún más contestona y pedante no era del todo difícil.

— ¡Felicidades para usted!— le dije falsamente y con una pizca de celos que ciertamente estaban fuera de lugar aunque eran inevitables. —Lástima, no puedo decir lo mismo de la mujer, ya que tener que vivir con un monstruo como usted es una auténtica tragedia.— tomé un trago seco y sonreí con algo de malicia.— Mis condolencias para la chica.— noté algo de gracia en su mirada, como si mis palabras le causaran diversión.

» ¡Estoy siendo grosera, estúpido! ¿Acaso no es evidente? No tienes que estar divirtiéndote, deberías estar enfadado y largarte mientras me emborracho sin ningún motivo aparente«

—Pues la verdad yo no pienso lo mismo y debería ahorrarse las condolencias ya que usted misma no puede dárselas.— me quitó la copa de la mano y tomó un gran sorbo. Él no se estremeció, todo lo contrario, solo logró que se me secase la garganta al ver como disfrutaba ese Ron.

»Un segundo... ¿Qué dijo?«

Comencé a toser y cuando me controlé dije. —Al parecer tiene un problema auditivo. ¿No escuchó cuando mi tío dijo que yo no sería subastada?—arqueé mi ceja y sonreí victoriosa.

—Por supuesto que escuche esa parte, lo que usted no comprende es que soy un hombre muy poderoso y tengo mis métodos para conseguir lo que deseo.- lo fulminé con la mirada y tomé un trago seco directamente de la botella.

El abrió sus ojos como platos y vi su mandíbula tensarse.

—Deje que le explique una cosa, señor "tengo mis métodos". Podrá ser el criminal más peligroso del mundo, pero le advierto que no me intimida— le apunté con mi dedo y me acerqué a él.—No soy como esas chicas estúpidas de dentro.— le dije enfadada.—A mí no me pueden comprar como si fuera un objeto, soy demasiado valiosa como para doblegarme ante alguien como usted, y si me disculpa quiero terminar esta deliciosa botella en la privacidad de mi habitación.— le di la espalda y cuando comencé a caminar me detuvo tomándome del brazo, con fuerza pero sin causarme daño me atrajo hacia él pegando su frente contra la mía.

— Me gustan los retos, serás mía aunque no quieras.—dijo muy cerca de mis labios. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Me solté de su agarre y con algo de dificultad me alejé de él, no sin antes enseñarle mi dedo medio, haciendo que el sonriera de lado.— Eso no es muy propio de una señorita.— bromeó sonriendo.

—¡Púdrete!— espeté molesta caminando hacia mi habitación.

Mientras me dirigía con paso firme hacia ésta no podía creerlo, él pensaba comprarme y estaba completamente segura de que haría lo imposible por joderme la vida. Cerré con fuerza la puerta de mi habitación. Sé que la pobre no tenía la culpa pero necesitaba desahogarme.

» ¿Quién se cree ese tipo?«

Cogí mi botella y le di un gran sorbo. Quería detenerme pues todo comenzaba a dar vueltas y no quería desmayarme en el suelo de mi habitación. Con dificultad me quité toda la ropa y me abalancé sobre mi cama cayendo rápidamente en un profundo sueño, no sin antes escuchar ruidos en la planta baja.

POVS Marcus Hawkins:

— ¿Marcus, qué te parecen las chicas?— Me pregunta Serguei emocionado.

La Elegida De Un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora