La Elegida De Un Mafioso

Capítulo 6

Estaba en la fila con las otras chicas escuchando como llamaban de una en una a las subastadas mientras trataba de contener el llanto, aunque más de una lagrima traicionera rodaba por mis mejillas, y sentí como alguien me sujetaba del brazo con fuerza pero sin hacerme daño. Cuando me gire me topé con la mirada penetrante de Marcus.

—¿Cuál es tu mayor deseo ahora?— me pregunta y yo lo observo confundida.

—¿Qué?— le respondí.

—Responde, no tengo tiempo— me dice.

—Me encantaría morir— musito y él pone mala cara.

—Algo no tan absurdo como eso— me dice y yo asiento.

—Pues, imagino que seria no ser comprada por un asesino y tener poder, mucho poder, para acabar con todos los que me hagan daño o traten de hacerlo— le digo segura y él asiente marchándose, y dejándome completamente sola.

Suspiro mientras veo como se aleja.

Todas las chicas han pasado a la tarima y ya están subastadas. Por suerte para mis locas amigas los hombres del baile que les gustaron fueron sus compradores. Las manos me sudan y muerdo en repetidas ocasiones mis uñas, sé que es algo antihigiénico pero no puedo evitarlo

» ¡Estoy jodidamente nerviosa!«

—Bueno y ahora nuestra última subastada es... Mónica Butche, ella es la joya más hermosa de nuestra corona.

» ¿Enserio? Es eso lo que va a decir de mí.«

Alguien me empuja hasta la tarima y camino nerviosa hasta estar al lado de Serguei, me siento incomoda y la rabia emana desde lo más profundo de mi ser. Siento unas ganas enormes de arrancarle la cabeza y luego ponerme a llorar cual niña pequeña.

»¡Tienes que ser fuerte! «— Me animo internamente.

—Sonríe— murmura Serguei para que solo yo logre escucharlo.

Le obedezco y trato de sonreír de la manera más falsa y creíble posible.

Tengo la cabeza gacha y con todo el esfuerzo del mundo logro subir mi rostro bien alto para ocultar mis sentimientos. Cuando mis ojos observan toda la multitud que hay en la sala palidezco. Un aproximado de 100 hombres de distintas edades y con la vista clavada en mí.

—Esta hermosa señorita es la más condecorada de la promoción en absolutamente todas nuestras enseñanzas, obtuvo la mayor puntación desde que inauguramos la academia, es única— Sergei habla orgulloso, y cómo no estarlo ¿cuánto dinero podría ganarse a mi costa?

Los presentes parecen no creerle ya que ninguna de las chicas que ha salido tiene tantas condecoraciones. Veo como más de uno rueda los ojos y eso me enfurece, no solo estoy siendo subastada sino que también dudan de mis atributos.

» ¡Esto es el colmo!«

—Bueno... podemos iniciar la puja con 5.000 dólares— anima Serguei a los presentes, quienes comienzan a murmurar.

Escucho ofertas muy míseras para mi gusto, así que decido hacer algo para aumentar mis apuestas. Sea quien sea el que me compre tendrá que sacar una buena cantidad de dinero de su cartera.

» ¡Que se joda!«

Con rapidez saco el arma de mi vestido y lanzo siete disparos por toda la sala, estos impactan justo al lado de siete sujetos diferentes, en el lado izquierdo de sus cabezas para ser específicos. Todos los presentes sacan sus armas apuntándome y yo apunto a la cabeza de Serguei quien me observaba boquiabierto, sin poder asimilar lo que estaba ocurriendo.