capítulo 2

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Camila seguía enfadada con su padre una semana después de que este se olvidará de su cumpleaños y le quitará el único regalo que recibió por parte de su mejor amiga asique para no estar encerrada en casa salía por las tardes y se perdía en el bosque con su arco para cazar algún conejo. Y la tarde de hoy no era diferente.

Camila pisaba con cuidado las hojas secas en el suelo del bosque para no hacer ruido. De pronto vio un pequeño conejo gris quieto no muy lejos.

Se acercó y se agachó con cuidado. Luego sacó una flecha de madera y la tensó en el arco con cuidado.

Cerró su ojo izquierdo y con su brazo derecho tiro de la flecha lentamente hacia atrás.

Justo cuando Camila iba a disparar la flecha algo muy grande la empujó tirandola al suelo.

La flecha salió disparada hacia el cielo y Camila cayo sobre su muñeca derecha retorciendola.

Rápidamente se incorporó y vio un gran lobo gris con los dientes afilados. Su rostro era calmado y no había rastro del conejo, probablemente se lo habría tragado en dos segundos.

El miedo inundó a Camila y comenzó a recular hacia atrás en el suelo. El lobo se acercaba cada vez más a Camila y esta no sabia que hacer.

Decidió quedarse quieta y no hacer nada, pensó que probablemente los lobos, como los perros podrían oler el miedo.

El lobo se acercó a ella y Camila cerró los ojos. No lo quería ver aunque era muy grade y en cierto modo hermoso,

Pasaron un par de segundos y volvió a abrir los ojos, vio que el lobo estaba olisqueando su muñeca que ahora estaba muy inchada. De pronto este levantó su cabeza y miró a Camila, pero ahora sus ojos brillaban de color rojo. Ojos que Camila recordó haber visto una noche en su jardín. Pero no sintió miedo.

El lobo retrocedió y salió corriendo. De pronto desaparecía en el bosque.

•••

Dos días después de aquello Camila volvía del instituto en su bici por la carretera. Su muñeca vendada con gasa blanca.

Le había dicho a su padre que se había caído de la bici, nada importante ya que si le contaba la verdad sobre aquel lobo probablemente su padre habría cogido una escopeta y habría salido a matar al pobre lobo. Desde que un lobo mato a Margot el tema de estos animales es muy delicado, por eso Camila entendió que a su padre le hubiera molestado que llevará un colgante de un lobo.

De repente la bici de Camila pego un bote y comenzó a temblar.

-mierda.- Camila se bajó de la bici y reviso las ruedas.

Efectivamente. Una rueda pincho y aun se encontraba a más de la mitad del camino a su casa.

Comenzó a caminar por el arcén de la carretera agarrando su bici por el manillar.

Pronto la luz del día se fue ya que era invierno y comenzó a enfriarse el aire.

Camila solo llevaba puesta una chaqueta vaquera asique iba muerta de frio.

De repente una furgoneta roja se paró a unos metros delante de Camila, a un lado de la carretera.

Camila se paró en seco. Vio como la puerta del conductor se abría y bajaba alguien.

Parecía una mujer... si, era una mujer.

-Hola. - dijo la chica que parecía de la misma edad que Camila.

-Hola.

-¿Necesitas ayuda?

-No gracias- dijo Camila intentando seguir su camino, pero la chica se puso en medio de esta. -perdón, pero quiero irme a mi casa.

She Wolf - [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora