-¡Per, eres la mejor!-le decía Cortés.
-¡Has estado fantástica!-la halagaba Profundo.
-Me encantó como lo tiraste del caballo-le dijo El Plumas.
-Y lo que dijiste de los maestros-le recordó Amarillo contento.
Los piratas rodeaban a Perséfone realmente felices y la cubrían de halagos.
-Sí, y ¿visteis como le quite la espada?-se animó Perséfone. En realidad, se sentía muy orgullosa de lo que había hecho-. ¡Eso fue genial!
Todos coincidieron en que sí lo era. Alejandro, que había estado mirando desde la toldilla como se alejaban de aquella playa, bajó para reunirse con ellos.
-Bueno, aquí falta algo-les dijo Alejandro al llegar junto a ellos.
-¿Qué falta?-preguntó Ocho.
-Pues bebida, la música de Cortés, comida... ¡Tenemos que celebrarlo!-les alentó Alejandro contento.
Los piratas asintieron felices, entre voces y empujones bajaron a las bodegas para coger comida, bebida y la vihuela. Alejandro se quedó con Perséfone, quien lo miraba con una ceja arqueada.
-¿Qué?-preguntó Alejandro al verla.
-Sólo que pensaba...¿quién necesitó finalmente la ayuda de los dos?-le comentó Perséfone mientras se acercaba con las manos unidas tras la espalda.
-Muy graciosa-le dijo Alejandro sonriendo a la vez que también se acercaba, sabía que a se refería. Cuando Perséfone le pidió que le enseñase a manejar la espada, dudó sobre quién acabaría ayudando a quien.- Pero yo también ayudé...desde la lejanía.
-¿Y quién creía que no podía luchar contra aquellos piratas? Pues no sé si te diste cuenta, amigo, pero vencí a su jefe - le dijo Perséfone feliz colocándose frente a Alejandro-. Ahora, me debería cambiar el nombre y hacerme llamar "El temor de los piratas gordos y feos"
-No estaría mal-opinó Alejandro inocentemente.
-O "La Espadachina Invencible"-sugirió Perséfone alzando las manos e imaginándose el nombre en el aire. Alejandro se echó a reír.
-Tengo uno mejor-le dijo Alejandro parando de reír-. "Amuleto".
-¿Amuleto?- se extrañó Perséfone.
-Porque la suerte me sonrió el día en que me crucé contigo-explicó Alejandro mirando a Perséfone.
Perséfone sonrió y, mientras se miraban a los ojos, se acercaron más aún para después besarse.
-¡Ejem, ejem!
Perséfone y Alejandro separaron sus labios girando sus cabezas hacia el ruido. La tripulación los miraba muy atentos con sonrisas picaronas en sus caras, algunos con los brazos.
-No os cortéis por nosotros-les dijo Sacul con una sonrisa, viendo como Alejandro y Perséfone se alejaban rápidamente el uno del otro.
-Además, ya lo sabíamos-les reveló Pies Largos quitándole importancia.
-¡Pies Largos! Os dijimos que no lo contarais-se quejó Amarillo y luego se dirigió a Perséfone y Alejandro-. Cortés, Ocho y yo os vimos la otra noche.
-Vaya...que observadores, ¿no?-señaló Alejandro.
-Yo diría cotillas-dijo Perséfone.
-Nada de cotillas...-repuso Cortés-. Sólo giramos la cabeza accidentalmente en el momento justo.
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Pegaso
PrzygodowePerséfone es una joven solitaria y pesimista, rodeada de un mundo de privilegios en el que no encaja y limitada por las normas sociales. Tiene un encuentro fortuito con Alejandro, un joven rebelde, extrovertido, optimista y jocoso que cambiará por...