Escuchar la clase compartida de la maestra de filosofía y el maestro de literatura, era probablemente la parte más aburrida e indeseada de toda la universidad. Sin contar los largos discursos de el club de humanidades durante cada receso de clases.
-Y es básicamente lo que más anhelamos los seres humanos- Decía Mirna Torres, licenciada en filosofía y con un par de doctorados en pedagogía. No era muy alta, ni de tez imponente, sin embargo cuándo tomaba la palabra, acompañada de sus infinitos ademanes con las manos, era fácil deducir que se trataba de otra de sus explicaciones eternas sobre los dogmas y paradigmas del "ciclo", manera en la que se refería a la vida. Caracterizada profesionalmente por sus extensos prólogos antes de empezar a entrar a un tema de clases. A sus diez años fue diagnosticada con leucemia, según cuenta, los glóbulos malditos no duraron mucho tiempo en su cuerpo, pues dos años después logró vencerlo. Se graduó de secundaria a sus quince años, y siete años después ya había cumplido con todas sus metas estudiantiles. Respetada por muchos, temida por aún más, en sus doce años educando en la universidad ha sabido ganarse un férreo lugar-. Tener quién nos recuerde por lo que hemos sido en vida, no sirve de nada ser alguien después de muertos.
Veintidós estudiantes asienten de manera sincronizada. Como conejillos de india recibiendo una orden telegráfica por medio de algún aparato científico del siglo treinta.
-Entonces, es bastante trágico irnos directo a un ataúd - Añade la maestra proyectando fuertemente su voz-. Pero es más trágico irnos directo al olvido.
- Totalmente de acuerdo, maestra- Apoya el maestro de literatura.
-Menuda mierda- Se esboza una voz en el tono más bajo y cauteloso... No de impedimento para los oídos de...
-¿Que ha dicho, señor Rogel?- Mano derecha de toda la vida de Mirna Torres. Albert de Noel Senna, maestro de literatura y... Bueno, está en donde Mirna esté. No mucho que decir- Le recuerdo que ésta no es cualquier clase, amerita ser respetada y atendida como se debe, si no está a gusto puede retirarse- Cualquiera que no llevara mucho tiempo en esas cuatro paredes deduciría que Albert se siente atraído hacía su compañera de trabajo, es así, divagan algunos, mientras otros dicen que más bien parece la actitud de alguien agradecido. De cualquier manera, siempre que Mirna tenía la palabra, Albert la apoyaba en todo lo que decía aunque no estuviese de acuerdo, siempre estaba para respaldarla -. Respetar la clase, y sobre todo, respetar a la maestra Torres.
Al joven de 18 años no le queda más que asentir y resignarse al hecho de seguir presenciando la supliciante clase. Sin embargo no es el único que tiene que hacerlo.
Ha revisado su móvil a escondidas unas diecisiete veces desde que inició la clase, es una suerte que su amiga le haya enseñado como ser una rebelde sin causa-Si esto cuenta-. Desde que eran pequeñas es de lo más que le ha ofrecido; ser espontanea, despreocupada y un poco más segura y decidida, cosa que naturalmente no es, y le cuesta a veces... le cuesta mucho. En especial si se trata de cambios, o de su familia. De cualquier forma, Anahí siempre estuvo ahí para darle ese empujón extra que alguna vez, o siempre necesitó... Ese empujón extra que todos alguna vez necesitamos para subirnos en la rueda de la vida con una pizca más de entrega y carácter.
- Básicamente sin peligro no existirían las ganas de intentar algo- Seguía la extensa tesis oral de los super mestros- . De eso se trata.
Por su mente pasaban tantas cosas, y entonces resultaba inútil y absurdo el resultado final de cada pensamiento. ¿Por qué se alejó? ¿Por qué no responde sus mensajes? Desde aquella noche de su beso desapareció por completo, o más bien...Desde que decidió ir con su novio en lugar de ir con ella. Pff, es absurdo ¿cómo pudo darse cuenta de que en realidad no estaba enferma y solo fue una excusa para no verse con ella? ¡Resulta absurdo pensarlo!... Además, si se hubiese visto con ella ¿de qué habrían hablado? Ya era suficientemente incómodo el hecho de pensar en que su mejor amiga no la estaba viendo a ella de la misma manera que ella, o de la manera que debería.
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Nube gris en el cielo azul.
Teen FictionNunca se sabe cuánto tiempo es "para siempre", ni que tan aprueba se puede poner el amor y la amistad, ni mucho menos sabemos de qué manera llegan estos. Reyna y Anahí lo saben bien, y vivirán situaciones en las que tendrán que elegir un solo camino...