Capítulo XIV

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-¡Vamos Lou!- gritó Harry desde la sala, regañándolo.

El alfa tomo su billetera y se arreglo por decima vez el saco.

-Voy, voy- salió a la sala -Joder, te pareces a mi madre- le dijo a un elegante Harry, enfundado en prendas hechas a su medida.

Su omega lo miró mal.

-Jodete- habló con un puchero. Louis lo abrazó por la espalda.

-¿Sabias que hacía mi padre cuando mi madre se estresaba?-

-¿Que...?- susurró dócil bajo el suave toque de su alfa, con su cálido aliento en su oreja, tan cerca de su marca...

-Esto...- musitó, comenzando a besar delicadamente la mordida.

A Louis le encantaba tocar o admirar la herida en el cuello de su omega, siempre le recordaba que era suyo, suyo y de nadie más. Y que tenia el derecho de tocarlo de las formas mas pervertidas que se le ocurriese.

-Lou- gimió su pequeño, al momento que sus manos se adentraron bajo su camisa.

-Te ves tan jodidamente caliente con este traje, se ajusta perfectamente a tu trasero- declaró, moviendo sus manos a la curvatura de su bebe.

-T-tenemos que ir a la boda- recriminó, colocando sus delicadas manos sobre las del castaño.

-Aún es temprano, falta una hora para que empiece la ceremonia, media hora en donde yo me meceré dentro tuyo y otros treinta minutos para arreglarnos y llegar- seguía hablando bajo, desabrochando lentamente los pantalones de Harry; el omega gimió.

-Lou... s-somos los padrinos, p-para la boda de mi hermana también llegamos tarde por hacerlo, no debemos- intento hacerlo reaccionar, pero no parecía reacio a la idea, es mas, sus propias manos se iban a acariciar el pelo del mayor.

-Pero allí solo nos quedaba media hora, ahora tenemos todo el tiempo del mundo- sus escurridizas manos llegaron a bajarle completamente el pantalón.

Treinta minutos después ambos se apresuraban al auto, para no llegar tarde.

(...)

Así que allí estaban, mirándose el uno al otro mientras el sacerdote decía su discurso.

-Cuando te conocí, Zayn, supe que había algo distinto en ti, no se si era la forma desafiante en que te dirigías a cualquiera que se te acercase o la forma en que lograste seducirme con tan solo un pequeño e inaudible "hola"- dijo Liam, con los una ligera capa de agua iluminando sus ojos -Pero desde que me miraste con una flema desafiante en tu mirada, me di cuenta que eras mi pareja destino, que la forma en que olías, en la que te veías, en la que pensabas, y lo más importante la forma en que sentías, era todo lo que necesitaba, porque tu eres fuego y yo soy hielo, tu eres aire y yo soy agua. Porque no completas un rompecabezas con piezas iguales. Porque tu eres el aire que respiro día a día y el fuego en mi interior que me hace continuar la vida. Porque eres la razón porque abro los ojos en la mañana y no quiero cerrarlos por la noche. Porque no me importaría perder mi habilidad para escuchar si tu voz es lo ultimo que percibo en mi vida. Porque no me importaría quedar ciego si tu cara es lo ultimo que veo. Porque no me importaría quedar mudo si lo ultimo que puedo susurrarte es cuanto te amo. Porque tu eres mi vida. Porque tu eres mi sustento diario. Porque yo te amo- finalizó con miles de lágrimas recorriendo su cara, mientras le dirigía una de las sonrisas más hermosas a un pequeño moreno que tenia toda su cara surcada de agua.

-A-aun- comenzó a hablar afectado Zayn -Puedo recordar la forma en que m-me enamore de ti, solo hizo falta unas miradas, unas sonrisas, unos cafés y una pequeña charla cuando yo ya había caído ante tus ojos- sonrió -Siempre fui un omega rebelde, siempre fui un altanero que creía ser demasiado para que alguien siquiese acercase su dentadura a mi cuello, pero cuando te mire intentando desafiarte y tu sonreíste sin ofenderte, sabía que eras tu. Y tu siempre estuviste allí, con tus manos tocándome como si fuese el sol de tu universo, mirándome como si fuese una obra maestra. Porque morirá feliz, si lo ultimo que susurras en mi oído, son esas pequeñas palabras que demuestran todo lo que siento por ti. Porque se que te quedaras conmigo pase lo que pase. Porque tuve miedo de que me hirieses el corazón cien veces, porque te hubiese perdonado ciento y un veces, pero jamás fue necesario, tu me adoras como te adoro a ti, me amas como yo te amo a ti. Te amo de tal forma que tus imperfecciones ante mis ojos no son fallas, sino que son detalles, detalles de los que me enamore profundamente y te hacen ser quien eres. Porque te amo, y cuando alguien te ama no lo hace a pesar de tus fallas, sino que tus fallas son tus virtudes. No me interesa que ronques al dormir, es una dulce melodía que me hace recordar mientras duermo que nada me ocurrirá. Y te necesito Liam, como me juré no necesitar a nadie, necesito que me sonrías, necesito verte, necesito que me abraces, necesito que estés ahí día a día, necesito que me ames, como espero tu necesites que yo te ame- terminó, sonriendo entre las cascadas que eran sus ojos.

Se colocaron las alianzas, con las manos temblando, mirándose fijamente.

Luego vinieron palabras que dijo el sacerdote, que en esos momentos Louis no podía diferenciar, su propia mente vagando en los planes para la noche.

(...)

Louis y Harry habían vuelto exhaustos de la fiesta, sus cuerpos apenas respondían a sus mandados y al caer en su cama, sus músculos se rindieron.

Pero unas lamidas en la mordida y unos besos después, los tenían de pie y abrazados.

Y el alfa sin pensarlo más, se arrodillo, sacando una pequeña caja de terciopelo negro.

La abrió lentamente, al tiempo que veía los ojos de Harry llenarse de lágrimas y sus hoyuelos amanecer.

-Harry...-

-Sí, si, si, claro que si- dijo el de rulos, sin necesitar analizarlo, y el castaño se puso de pie, sin necesitar nada más, colocando el sencillo anillo dorado en la blanquecina y delicada mano de Harry, viendo como este resplandecía al encontrarse allí.

Se besaron hasta que sus labios dolían, pero no podían detenerse, cayeron uno sobre el otro en su lecho, amándose.

-Gracias a dios me respondiste antes de que intentase decir un discurso, porque me hubieses visto una hora arrodillado sin decir nada, soy un asco con declaraciones de amor, en nuestra boda diré los clásicos, salud, enfermedad, hasta la muerte, y luego te escribiré un papel con los que hubiesen sido mis votos.- dijo avergonzadamente, el omega rio.

-Entonces yo hablare por los dos- habló, besando los finos labios de su alfa, y entrelazando sus manos. -De todas formas, mi amor basta para para todos los votos de matrimonio que necesites-

Even if I try [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora