22 de diciembre, 2015.

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El estómago de Baekhyun dio un vuelco al escuchar a la azafata dar aviso que ya habían llegado a Corea y que aterrizarían pronto.

Si bien apenas y llevaba 3 meses en Australia, fueron suficientes para olvidar la trágica historia de amor que vivió. El constante trabajo hizo que su cabeza se concentrara en ello y muy pocas veces pensaba en el gigante llamado Park Chanyeol, y se alegró, ya que por fin lo estaba olvidando.

No tenía pensado en volver a Corea tan pronto, sin embargo no se podía negar a las súplicas de su madre de pasar la navidad con ella y su hermano, por lo que reservó inmediatamente un vuelo hasta su país natal. Y aunque pasaría la navidad y unos pocos días más con ella no podía quedarse para el año nuevo. Tenía que hacer unos planos de la mina urgentemente y no ha podido concentrarse lo suficiente al pensar las 24 horas del día que estaría en ese lugar otra vez, por lo que decidió hacer su trabajo una vez volviera a Australia.

Con sus maletas y su corazón que latía desenfrenado se acercó a la entrada del aeropuerto donde lo recibió su madre y Sehun. Este último lo abrazó con fuerza y lo regañó al no haberle avisado que vendría.

Por primera vez en meses se sintió cálido, al tener a su madre y a su mejor amigo a su lado todo se volvió mejor. Australia era un país asombroso, y la gente de la minera lo recibieron con los brazos abiertos, sin embargo no podía evitar sentirse solo en aquel desierto, donde extrañaba los abrazos maternales, los consejos de Sehun e incluso las bromas de su hermano mayor.

Cuando sintió el aire frío chocar con él, maldijo ligeramente. Había olvidado que cuando en el hemisferio sur hacía calor en él hemisferio norte hacía frío. Y en Corea estaban en pleno invierno.

— Tan descuidado. — Lo regañó su madre mientras Sehun le entregaba su chaqueta de cuero.

Le pidió a Sehun que ayudara a su madre con sus maletas mientras que el iba a su departamento e iba a buscar ropa de invierno, ya que toda la ropa que estaba en su maleta eran camisas de manga corta, shorts y algunos pantalones demasiado delgados para ocupar en un frío como éste. Sehun quiso oponerse, pero al final se rindió y tomó un taxi rumbo a la casa de la madre Baek.

Al parecer Sehun ha cambiado la clave del departamento porque un hombre intentó acceder a él, cuando supo la noticia se horrorizó tan siquiera pensarlo. Aquel edificio siempre ha sido demasiado tranquilo, incluso vivían niños allí. Esa noche rogó a Dios que alejara a cualquier persona cuyas intenciones eran malas de ese edificio, en especial de la señora Marylin, una mujer norteamericana que era madre soltera de dos hermosos niños que vivían en el piso de arriba.

Ingresando los números que había anotado desordenadamente en su mano pudo ingresar. Rió al ver el árbol de navidad que estaba en una esquina del departamento. Definitivamente Sehun no había sido el que colocó ese árbol ahí, y le causó gracia pensar que aún lo mantenía. Se preguntaba quién lo habrá puesto.

Fue donde su antigua habitación y del closet sacó algunos suéteres y pantalones más gruesos.

— Hace tiempo que no te he visto. ¿Qué tal tu viaje?

Baekhyun tragó duro.

No puede ser.

quince de marzo 🌹 c h a n b a e kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora