31 de Diciembre, 2015.

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Los paramedicos entraron corriendo con el cuerpo de Baekhyun en una camilla a sala de emergencias, el tiempo era valioso y aunque el chico siga con vida no significa que lo seguirá estando en aquellas condiciones desfavorables.

Chanyeol no se separó de él en ningún momento, sin embargo con señas algunas enfermeras le indicaron que no podía entrar con él.

Luego de unos minutos un doctor se acercó a ellos y con una chica que les traducía lo que decía les explicó.

— Ahora mismo Baekhyun está en la sala de emergencias. Están cerciorándose de que siga respirando colocándole oxígeno, a la vez también lo estamos limpiando para que podamos revisar sus heridas con mayor claridad y también para sacarle algunas radiografías para ver en que situación están sus huesos. Sin embargo es casi seguro de que tenga algunos huesos rotos debido al peso que tuvo encima de él durante esos tres días. Por favo-

— ¡Doctor, doctor lo necesitamos de inmediato! — Lo interrumpió una de las enfermeras que se acercaba corriendo.

La familia de Baekhyun y Chanyeol no entendían que ocurría debido a la diferencia de idioma, sin embargo no fue difícil entender que algo iba mal.

Desesperados y asustados al ver la cantidad de doctores que entraban y salían de la habitación de Baekhyun esperaron sentados ahí, comiéndose las ganas de entrar y ver qué estaba ocurriendo.

De pronto, la puerta fue empujada fuertemente y muchos médicos salieron de allí empujando una camilla. La madre de Baekhyun corrió hacía ellos para preguntar que estaba pasando.

- Una de sus costillas está hecha pedazos y uno de los huesos ha perforado el pulmón izquierdo. Además ha perdido mucha sangre debido a la perdida de su pie y esta sufriendo una hemorragia interna. Lo llevarán a pabellón para comenzar de inmediato. — Le informó la misma mujer que hace unos momentos les traducía las palabras del doctor.

Desolada la madre se lanzó al suelo y comenzó a llorar y a gritar. ¿Por qué su hijo tenía que pasar por eso? ¿Por qué no había sido ella en su lugar? Él era bueno, no se merecía nada de lo que estaba pasando.

Baekbom apenas y podía observar debido a las lágrimas que hacían borrosa su vista, sin embargo fue capaz de caminar hacía su madre, levantarla y abrazarla lo más fuerte que podía.

Chanyeol no podía respirar. ¿Qué haría él sin su pequeño Baek? Él era su oxígeno, sin él no era nadie, no podía vivir.

Corrió hacía el pabellón cuando vio una enfermera salir con paños llenos de sangre, empujó las puertas y se sorprendió al verlos darle reanimación con cargas eléctricas.

Intentaron sacarlo, pero él se opuso y corrió al lado de Baekhyun tomando de su mano, negándose a dejarlo ir.

— ¡Baekhyun, no te vayas! Quédate conmigo, ¡Por favor! Necesito saber, aunque no pueda tenerte a mi lado, que estás bien. Que ríes con esa escandalosa risa que siempre has tenido, que sonrías tan brillante que todo se ilumine a tu alrededor. Quiero luchar por ti; y hacerte el dueño de mi corazón, de mis suspiros, de mis caricias y mis besos. Como siempre lo has sido. No dejaré pasar un día en el que no profese mi amor hacía ti, bebé.

Los doctores en la sala apenas y entendían lo que aquel chico gritaba, sin embargo con tan solo escuchar el dolor en las palabras que decía fueron suficientes para hacerlos soltar una que otra lágrima y se prometieron no dejar ir al chico tan fácilmente.

En un momento, los signos vitales de Baekhyun mejoraron drásticamente. Apretó la mano de Chanyeol y con una débil sonrisa le dijo:

— Idiota.

Iba a contestar, pero sus signos vitales cayeron nuevamente y lo único que se podía escuchar en aquel pabellón fue la linea recta que presentaba los inexistentes latidos de Baekhyun y los gritos desesperados de Chanyeol.

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quince de marzo 🌹 c h a n b a e kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora