Los juegos del hambre

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Piero:

Día 10 en la arena, en este momento estas huyendo de los profesionales que te encontraron cazando algo de alimento, pues los organizadores de los juegos tuvieron la idea de ponerlos en un bosque demasiado húmedo. "Vamos por ti, Distrito 4" Oyes gritar a la chica del 1. No puedes pensar en otra cosa más que en correr y buscar un lugar para esconderte, mientras corres junto a unos arbustos bastante abundantes, oyes una voz. "Aquí T/N" Sin pensarlo te metes entre las plantas segundos antes de que los profesionales pasen corriendo a un lado de donde te encuentras. Observas que quien te ha salvado es Piero, el chico de tu distrito, el chico al que todos le tienen miedo. Te apartas un poco temiendo que éste fuera tu final. "No te voy a lastimar" dice limpiándose una gota de sudor que baja por su frente. "Es bueno oírlo, gracias Piero" te levantas la manga del traje y ves una herida considerable, necesitas sanarla. "Ven, te tratare esa herida" dice acercándose a ti y observando la herida, la toca y dejas salir un quejido, evitando gritar. "Lo siento" dice viéndote con ojos amorosos, unos hermosos ojos marrones. "Esta bien, sigue" te tapas la boca con tu otra mano evitando de nuevo gritar, para distraerte decides sacar lo que has cazado, un par de ardillas y un charlajo. "Has traído la cena, eh?" pregunta con tono juguetón en su voz, decides seguirle la corriente, un poco de diversión no te hará daño. "Sí prometes no entregarme a los profesionales o matarme, que es lo mismo, tal vez te dé algo" él te voltea a ver sonriendo, no le tienes miedo de algún modo. "No, no lo haré, lo prometo; a parte oíste la nueva regla, dos ganadores del mismo Distrito..." lo cortas. "¿Crees que lo lograremos?" preguntas. "Sí, siento que la suerte está de nuestra parte" dice seguro.


Gianluca:

"¡No T/N, no me hagas esto, no cierres los ojos!" dice Gianluca, tu aliado y probablemente si no hubieras tenido tan mala suerte, tu nuevo amor. "Gian, Gianluca, tienes que ganar, hazlo por nuestro distrito, por favor, quédate con esto" dices sacándote tu collar con un árbol simbólico del Distrito 7. "No, tú te lo quedaras, vas a estar bien... No me hagas esto T/N". "¿Podrías cantarme?". "Que... canción quieres?". "Esa que cantabas en clase" dejas salir un quejido de dolor.

"En lo más profundo del prado, allí, bajo el sauce,

Hay un lecho de hierba, una almohada verde suave;

Recuéstate en ellas y cierra los ojos sin miedo,

el sol ya salió y se encuentra en el cielo.

Este sol te protege y te da calor.

Las margaritas te cuidan y te dan amor,

Tus sueños son dulces y se harán realidad

Y mi amor por ti aquí perdurará."

En este punto, tu vista se esta haciendo más clara, como cuando tienes una vista prefecta; volteas a ver a Gianluca, quien tiene lagrimas en los ojos. "Te amo Gianluca, llena de orgullo al Distrito 7". "¡No T/N, no me hagas esto!". "Te amo" sonríes por ultima vez, antes de irte para siempre.

"En lo más profundo del prado, bien oculta,

Hay una capa de hojas, un rayo de luna.

Olvida tus penas y calma tu alma,

Pues por la mañana todo estará en calma.

Este sol te protege y te da calor,

Las margaritas te cuidan y te dan amor.

Tus sueños son dulces y se harán realidad

Y mi amor por ti aquí perdurará."

"Te amo T/N" con un beso que deja en tus labios, se levanta y avanza llorando, prometiéndose que va a ganar, pero ese vacío que le dejaste nada ni nadie lo podrá llenar.


Ignazio:

En este momento están en el centro de entrenamiento, es la primera semana y todavía estas un poco confundida de cómo todo a pasado tan rápido, decides ir al área de lanzar cuchillos, pues tienes buena puntería, te entristece que no haya un arco, pues es mas fácil así. Te das cuenta que Ignazio Boschetto, el chico del Distrito vecino te observa y se acerca, te preguntas por qué lo hace. Tiras un cuchillo y se clava en el centro, luego en la cabeza y luego en una extremidad, él boquiabierto habla. "Crees que me podrías enseñar eso?" te sonríe. "¿A cambio de que?" preguntas girando un cuchillo en tu mano. "Aliarme contigo, no matarte y enseñarte a hacer trampas muy letales". "Trato hecho" dices sonriendo satisfecha, pero un poco dudosa, esto son los juegos del hambre, solo uno sale con vida. "¿Así se toma, no?" pregunta, tú le tomas la mano y la acomodas. "Así, la debes acomodar si no quieres que se resbale, ahora mueves el brazo así" dices moviéndole el brazo, que por cierto, es muy fuerte "Te acomodas, perfilas y lanzas" dices y al decirlo lo lanza atinando casi en el centro. "¿Así?". "Si". "Te debo una por ayudarme". "Con no matarme basta, Boschetto" dices sonriéndole, el deja salir una risa, de algún modo confías en él.


Esta preferencia la escribió una amiga, espero que les guste :D

¿Algún tributo por aquí? :)







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