Heart by heart/ Demi Lovato

1.6K 93 3
                                    

Piero:


(When you're one with the one you were meant to be find, everything falls in place, all the stars align)...


"Aún no lo entiendo." Dice Piero de repente después de que reíste de uno de sus pésimos chistes. "¿Qué no entiendes?" Preguntaste confundida. "Cómo fue que te conquisté porque... bueno, no es como que sea el chico más brillante del universo." Te acercaste a él, sin dejar de verlo a los ojos. "Supongo que fue porque los dos estamos extremadamente mal." Los dos rieron. "Cuando te conocí, ese día en el que chocamos y yo traía el maquillaje corrido, te preocupaste por mí. Nadie se había preocupado por mí en mucho tiempo." Él sonrió. "Cómo no iba a preocuparme, te veías bastante mal." Bromeó y ambos rieron. "El punto es... que después de ese momento todo regresó a su lugar, o simplemente dejó de importarme tal vez, pero ya no había nada malo. Todo estaba bien otra vez para mi." Piero sonrió, una de esas sonrisas enormes, porque a pesar de que conocía la historia le encantaba escucharla.


 Gianluca:


(There's no one else's eyes that could see into me)


Estabas pasando por momentos difíciles en los que pareciese que la vida te retaba para ver qué tan fuerte eres. "Estoy bien, sólo estoy cansada." Es lo que les decías a las personas que te veían mal. "No lo estás." Te dijo únicamente una persona: Gianluca. "Te juro que si Gian, no he podido dormir bien." "Entonces mírame." Volteaste a verlo, y sabías lo que hacía. Gianluca era la única persona que podía ver lo que en realidad sentías solamente viendo tu mirada, y últimamente no ha visto esos ojos que normalmente están llenos de brillo y alegría. "Sabes que puedes decirme lo que sea." Asentías, tratando de no quebrarte frente a él. No querías despegar la vista de sus ojos, porque algo había en ellos, algo extraño que te daba paz. Y él lo sabía, porque le pasa lo mismo con tus ojos.


 Ignazio:


 (No one else's arms can lift, lift me up so high)


Era el peor día de tu vida. Te pasó de todo, y lo único que querías era regresar a casa. Cuando llegaste y aventaste tu bolso Ignazio notó que algo estaba mal, así que fue hasta ti y te abrazó. Eso era, un abrazo, justo lo que necesitabas. Los abrazos de Ignazio tenían un efecto en ti que lograba desaparecer cualquier problema. "¿Todo bien?" Preguntó al separarse y buscó tu mirada, pero justo cuando ibas a empezar a hablar pudo ver que no estabas bien. "Fue el peor día de mi vida." Dijiste abrazándolo de nuevo, enterrando tu cara en su camisa y absorbiendo su olor mientras sus brazos te rodeaban. Después de unos minutos de estar así Ignazio comenzó a reír. "¿Por qué no me dejas soltarte?" Porque sus abrazos te hacían feliz, sus abrazos te tranquilizaban, sus abrazos eran lo mejor que te podía pasar. Pero no podías decirle todo eso. "Porque no quiero." Si, era mucho más fácil.


Preferencias de Il VoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora