Preferencias de Il Volo

Son mejores amigos y le dan celos

NOTA: Le dan celos porque en realidad le gustas. Je.

Piero:

"¡Qué crees! ¡Qué crees! ¡Qué crees!" Decías muchas veces, casi gritando, mientras hablabas por teléfono con Piero. "¿Qué creo?" Preguntó riendo imaginándose como tus mejillas se inflan cuando ríes. "¡Por fin me invitó a salir! Vamos a ir a comer a ese restaurante italiano mañana, luego vamos a ir al cine y por un helado y..." Seguías hablando y hablando sobre lo feliz que aquel chico, del cual Piero no recordaba el nombre, te hacía. Él simplemente escuchaba, decía algún "Wow" o "Qué bien" de repente, pero ni si quiera le importaba. No era él quien te hacía tan feliz, y sólo podía pensar en lo mucho que odiaba a ese tipo. "Tengo que colgar, pero pásala bien con tu chico." Dijo fingiendo emoción antes de colgar, no podía seguir escuchando lo feliz que alguien más te hacía.

Ignazio:

No soltabas tu celular desde horas atrás, e Ignazio sólo te veía sonreír y soltar pequeñas risitas. "Ya, dime con quien hablas." Preguntó empujándote de juego. "No, vas a burlarte de mí." Te defendiste. "Te juro que no, pero dime." Sonrojándote le mostraste una foto del chico con el que hablabas. "Ya salimos dos veces, y su mejor amigo me dijo que mañana me va a pedir que sea su novia." Dijiste emocionada, esperando que Ignazio se alegrara también, pero él no sonreía ni decía nada. "Me da gusto." Dijo serio, sintiendo como su corazón se detenía cada segundo. "No estás fel-." "Si, mucho." Te interrumpió, sonriendo falsamente. "Me da mucho gusto." Comentó y se fue, dejándote confundida como nunca.

Gianluca:

"¿Qué piensas de él?" Le preguntaste a Gianluca mientras comían en la comida rápida de un centro comercial. "No lo sé, muy feo." Rodaste los ojos. Le habías enseñado al menos 20 chicos, y ninguno le parecía bien para ti. "Me preocupo por ti, no quiero que estés con alguien y que te haga daño." Dijo con la boca llena de papas fritas. Cuando te paraste a tirar la basura chocaste con un chico – bastante guapo – quien de inmediato te ayudó. "Fue mi culpa, lo siento mucho." Te dijo con una sonrisa, la cual era bastante hermosa. Se quedaron hablando un par de minutos, intercambiaron teléfonos y quedaron para ir al cine al día siguiente, mientras Gianluca lo veía con odio. "¿Qué tal él?" Preguntaste con esperanza. "Mmh... no." Contestó negando con la cabeza y te adelantaste unos pasos. "¿Qué hay de mi?" Se dijo a si mismo en voz baja, despreciando al tonto tipo con el que chocaste.