Eres hermana de uno de los chicos

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Piero:

Piero y tu llevaban un año y tres meses de ser novios, todo el mundo lo sabía. Lo que no sabían es que tenían tatuajes combinados, él tenía un sol en el hombro izquierdo y tu una luna en el hombro derecho. No era muy grande pero si Ignazio, tu hermano, lo veía, sabías que se iba a volver loco. Desde que se lo hicieron nunca dejabas tu hombro al descubierto, pero claro que no pudiste evitarlo en unas vacaciones a la playa. Ignazio y tu estaban en el mar, y después de un rato lo pudo ver. "¡¿Qué es esto?! ¡¿Cuándo te lo hiciste?! ¡¿Mamá lo sabe?!" Antes de que gritara más le tapaste la boca. "Piero tiene un sol, y yo la luna. Nos los hicimos en nuestro aniversario, por favor no le digas a mamá, le diré yo." Ignazio sonrió un poco. "Van en serio?" Sentiste como te ruborizabas. "Si, creo que si." Sonreíste también, e Ignazio te abrazó. "Que bueno, no quiero romperle la cara a mi mejor amigo." Bromeó y rieron los dos.



Ignazio:

Gianluca, tu hermano, e Ignazio, tu novio, esperaban ansiosos en el aeropuerto tu llegada. Hacía unos dos meses que no los veías, y te extrañaban bastante al igual que tu a ellos. En cuanto cruzaste las puertas los dos corrieron a ti y te atraparon en un enorme abrazo. "Si, yo también los extrañé." Una vez que te soltaron abrazaste a Ignazio, y él empezó a besar toda tu cara. "Tranquilo Boschetto, yo sigo aquí." Le recordó Gianluca cuando llegó a tus labios. "También quieres un beso?" Bromeó Ignazio, y los tres rieron. "Ya vámonos, tenemos que llegar al hotel." Dijo Gianluca tomando tu maleta y lo abrazaste por la cintura. "Te extrañé hermano." Sonrió y besó tu cabeza. "Yo también."


Gianluca:

Piero no podía hacer nada mas que observar a su hermanita y a su mejor amigo, Gianluca, caminar tomados de la mano por las calles de Nueva York. Piero era muy protector cuando se trataba de ti, y aunque confiaba en Gianluca, no quería que terminaras con el corazón roto. Mientras reían y entraban a cada tienda, Piero los iba siguiendo ya que no tenía nada mejor que hacer, hasta que se hartó. "Oigan!" Gritó, y los dos voltearon a verlo. "Podemos hacer algo más? Ya me aburrí." Se quejó, y Gianluca y tu rieron un poco. "Quería pasar un rato con los dos pero..." Lo interrumpiste con un abrazo. "Vamos a donde tu quieras." Le ofreciste con una sonrisa.


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