Capitulo 8

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WARNING: contenido sexual en el capitulo siguiente

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Durante ese sensual momento Harry no pudo controlarse

—¡Maldita sea! Seguro que podrías excitar a Niall —rió roncamente—. Eres demasiado tentadora —murmuró, mirando sus pechos. Los pezones femeninos se endurecieron bajo la mirada ardiente de Harry. Como siempre, Selena se sentía incapaz de esconder su respuesta.

Y, de repente, se dio cuenta de que no quería esconderla. El aroma de la colonia masculina drogaba sus sentidos y, sintiendo los poderosos muslos del hombre apretando los suyos, echó la cabeza hacia atrás y vio sus brillantes pupilas, su primitivo deseo... Involuntariamente, se arqueó hacia él, rozándolo con sus pechos desnudos.

Harry emitió un rugido ronco antes de buscar su boca. La besaba con ansia, con desesperación. Y ella respondió con fervor, abriendo la boca para él. Olvidó que estaba prometido con otra mujer. Olvidó que la había traicionado. Solo existía aquel momento...

El beso era primitivo, animal. Los dos estaban quemándose con un deseo casi doloroso y cuando él inclinó la cabeza para tomar uno de sus pezones con los dientes, Selena emitió un gemido, pero no de dolor.

Harry había soltado sus manos, pero en lugar de empujarlo Selena le levantó el jersey, que él se quitó de un tirón. Mientras acariciaba su espalda, enfebrecido, ella besaba los diminutos pezones masculinos. Conteniendo el aliento, Harry la tumbó en el suelo.

—Maldita seas, Selena —murmuró, sus facciones oscurecidas por el deseo.

Sus palabras deberían haberle hecho daño, pero nada podía detener aquella tormenta de deseo. Él le quitó los vaqueros y las braguitas de un tirón y, unos segundos después, ambos estaban desnudos. Sus cuerpos se encontraron en un impacto que la hizo temblar de placer.

Harry empezó a chupar uno de sus pezones con fuerza, casi haciéndole daño. Solían hacer el amor lentamente, disfrutando el uno del otro, pero aquella vez era como un dique que se hubiera roto, barriéndolo todo a su paso...

Selena se movía debajo de él, loca de deseo, sintiendo la dureza del suelo bajo su espalda, la furia que encendía el encuentro... pero todo daba igual. Estaba con ella, su Harry estaba con ella, dentro de ella. Y si era la última vez, no le importaba.

Sus cuerpos cubiertos de sudor se movían al unísono, buscando placer. El orgasmo fue para Selena como entrar en otro universo. Las voluptuosas contracciones duraron mucho más de lo normal, con el sonido agónico de la respiración del hombre como una melodía en sus oídos.

Se negaba a creer que pudiera amar a otra mujer. Era imposible. Cuando por fin llegaron al clímax, casi al mismo tiempo, él se apartó.

—Harry... —murmuró Selena con ternura, apartando el pelo de su cara.

Él abrió los ojos y la miró con tal desprecio que Selena casi se puso a llorar. Sin decir nada, se levantó y ella se quedó en el suelo, mirándolo. Debería tener un aspecto ridículo con los pantalones por los tobillos, pero no era así. Selena lo miró de arriba abajo, memorizando cada músculo, cada tendón... porque sabía que era la última vez que iban a verse.

Los ojos de Harry se clavaron en ella, insolentes, mientras se subía los pantalones. La miraba con una sonrisa fría, hiriente.

—Dios —murmuró, poniéndose el jersey—. Demasiado seductora como para ser mi esposa. 

Harry estaba siendo cruel a propósito, como mecanismo de defensa. Había perdido el control y se odiaba a sí mismo por lo que acababa de hacer. Él era un hombre puritano en lo que se refería a las mujeres y tenía intención de serle fiel a su futura esposa. Sin embargo...Tuvo que cerrar los ojos durante un segundo. Por un momento, su decisión de casarse con Bella Aristides se debilitó.

Best Mistake |h.s • s.g|  #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora