Capitulo 9

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3 años mas tarde

Los lunes por la mañana solían ser desagradables, pero aquel se llevaba el ganador. Selena acababa de volver de unas vacaciones en la villa de su padre en Italia, sintiéndose relajada y en forma. El mes de junio en Italia es bellísimo, pero desgraciadamente en Londres significaba lluvia y cielos grises, la Bolsa había caído tres puntos y encima...

Nerviosa, soltó el documento que tenía en las manos. Había leído la carta varias veces, pero no podía creerlo. Era de una firma de abogados de Nueva York, encargados de la fortuna del difunto Niall Edwards. Zac había muerto quince días antes y sus abogados parecían creer que su testamento era de interés para ella.

Pero la última vez que se vieron fue 2 años atrás y la despedida no fue muy amistosa. Selena había ido a Nueva York para asistir a la inauguración de su galería de arte y se quedó sorprendida por la modernidad de la muestra. Más que modernidad, locura.

—¿Estás seguro de que esto es arte? —le preguntó, apartándose de un cuadro hecho de miembros humanos que parecían reales.

—Por supuesto. Los coleccionistas se pegarán por comprar estos cuadros, querida.

Selena le había prestado el dinero del apartamento para abrir su galería de arte porque Niall prometió, además de no contárselo a Harry, devolvérselo a un alto interés cuando recibiera la herencia un año más tarde.

Era un caso de «justicia poética» prestarle el dinero. De ese modo, no tendría que esperar a que Harry Edwards se lo diera. Una pequeña venganza, a la que Selena tenía derecho. Pero Niall era un mentiroso. Le había dicho que Harry no estaría en la inauguración... y allí estaba.

Aunque había pasado mucho tiempo, encontrarse con él y con Bella, embarazada, le resultó muy desagradable. Los saludó como si no pasara nada, incluso los felicitó por su próxima paternidad, pero le temblaban tanto las manos que tuvo que esconderlas.

Sin embargo, para Harry no parecía ser un problema. La miraba con fría insolencia, pero Selena consiguió soportar el escrutinio sin demostrar nada. Estaba más delgado que antes, pero tan atractivo como siempre, hasta que abrió la boca...

—Parece que también a ti hay que felicitarte. Niall me ha dicho que son socios en la galería. Y que has puesto gran parte del dinero. Tu pasión por las finanzas es realmente excepcional.

Había tal cinismo en aquellas palabras que Selena tuvo que hacer un esfuerzo para no abofetearlo. Y para no abofetear a Niall, que también la había mentido en eso.

—Parece que no se me da mal —dijo con frialdad—. Pero no tan bien como a ti. Los hombres tienen menos escrúpulos para aplastar a sus enemigos... para las mujeres eso es más difícil.

—No todas las mujeres —replicó él. 

La sorprendió ver un brillo de remordimiento en sus ojos. Pero, como siempre, lo estropeó volviéndose hacia su mujer para decirle algo.

Selena se dio la vuelta ante la evidente grosería. Le dolía más de lo que quería admitir verlo con Bella y pensaba darle una buena charla a su «socio» por haberla engañado. Pero Niall estaba haciendo relaciones públicas, de modo que tendría que esperar.

De repente, alguien la tomó del brazo. El escalofrío que sintió al notar aquellos largos dedos... Era Harry, por supuesto.

—¿Qué quieres?

—¿Te importa acompañar a Bella al cuarto de baño? No se encuentra bien — dijo él, con expresión preocupada.

Harry Edwards, el hombre de negocios sin escrúpulos, el hombre sin corazón... estaba realmente enamorado de su esposa. Selena se soltó y, con el corazón en la garganta, se acercó a Bella. En el cuarto de baño, la joven le contó lo feliz que era con Harry, el gran amante que era... y Selena tuvo que disimular haciendo un esfuerzo sobrehumano.

Al día siguiente, después de decirle a Niall que era un hipócrita, volvió a Londres. Y no había vuelto a saber nada de él desde entonces. En cuanto al dinero que le prestó, estaba anotado en la cuenta de pérdidas.

Desde luego Nueva York había vuelto loco a Niall. Tenia constantes aventuras con cada chica que se le cruzara, y por supuesto no se podía hablar de que se cuidara. Lo que trajo consecuencias... Niall termino convirtiendo su vida libertina en un 0 positivo vih.

Selena se quedó mirando hacia la ventana, sin ver el paisaje. Se sentía culpable. Si no le hubiera dado el dinero, Niall no habría ido a Nueva York y no se habría puesto enfermo. Selena tomó el teléfono y marcó el número de su amigo Lou, con el cual Niall vivió muchos años, en el pequeño pueblo a cien kilómetros de Londres donde ambos nacieron y donde se había instalado.

El bueno de Lou se tomó la noticia con filosofía: el pasado era pasado. Habían perdido a un amigo, pero en realidad lo habían perdido mucho tiempo atrás.

—Siempre me acordaré de él, pero...

De repente, se abrió la puerta de su despacho y un hombre entró, sin anunciarse. Al verlo, Selena se quedó sin aire.

Harry Edwards.

—Tengo que colgar. Te llamaré más tarde, cielo.

Debería haber esperado aquella visita después de leer la carta de los abogados de Niall. Estaba en medio del despacho, tan tranquilo como si estuviera en su propia casa. Harry tenía un aspecto diferente. Su cuerpo seguía siendo atlético y su rostro muy atractivo, pero en su expresión había una frialdad, una amargura que antes no tenía.

Era el mismo hombre de tres años atrás, pero parecía mayor, endurecido. No parecía en absoluto un padre de familia feliz. Pero seguía siendo un hombre imponente. 

Miraba tan descaradamente el escote de su blusa que Selena estuvo a punto de ponerse la chaqueta, pero no lo hizo. El había invadido su territorio y esperaba una explicación.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Harry Edwards se quedó, por primera vez en su vida, sin palabras. Lo que sintió entre las piernas al escuchar la voz de Selena lo había dejado en silencio, literalmente había ahogado un suspiro de satisfacción. Su recuerdo de Selena no le hacía justicia. Se había convertido en una mujer hermosísima.

—Menuda bienvenida para un viejo amigo —intentó bromear, mirando alrededor—. Así que este es tu despacho.

Era una oficina grande, con ventanales desde los que podía verse el Támesis, decorada con un escritorio de caoba y varias antigüedades; la oficina de una ejecutiva importante. Y Selena se sentía orgullosa de sí misma.

—Obviamente —dijo, irónica.

—Las cosas te van muy bien. Siempre supe que sería así —dijo Harry entonces—. Siento haber interrumpido la conversación con tu amante, pero tenemos que hablar de negocios. 

Selena estaba sin habla, aun no estaba segura de que si lo veía no era solo otra jugarreta de su imaginación. Pero lo que su mente no quería creer, su corazón estaba mas que preparado para saltar de su pecho...

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HOLA CHICAS!! PLOT TWIST :) Lo se! estoy segura de que no se lo esperaban jajaj, pero era parte de la sorpresa, así que estén atentas, espero que les haya gustado :) ¿QUE CREEN QUE QUIERA HARRY?  spero sus votos y comentarios 

LAS ADORO <3



Best Mistake |h.s • s.g|  #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora