—¿Qué haremos en ese lugar de nuevo?
Casi llegábamos a Tortuga después de varios días de navegación. Camila ha adelantado su aprendizaje con la lectura y ahora leía muy fluido, casi perfecto. Lo que más le desagradaba a Camila era que teníamos que volver a Tortuga cuando estábamos tan bien en Maracaibo.
—El capitán me habló de que le había llegado una carta a Maracaibo hace días que le decía que iban a dar una fiesta en honor a nuestra victoria en la gran mansión del Gobernador— le expliqué, ella se veía tan fuera de esto.
—No me gusta ese hombre Samuel ¿No podemos quedarnos aquí en el barco?— hizo un puchero muy lindo y levantó la cabeza hacia mi.
—A mi tampoco me gusta ese hombre, te mira mucho a pesar de estar casado, es un descarado. Actuaré como si estuviera molesta contigo y no te permitiera hacer nada, así él no podrá acercarse tanto a ti.
—¿Qué he hecho mal esta vez señorita Jauregui?— su voz es de completa coquetería.
—Absolutamente nada Karla, usted me pertenece y puedo molestarme sin necesidad de que haya una razón— me apoyé con una mano en la cama para poder inclinarme un poco hacia ella y darle un delicioso beso.
—¿Te molestaría que durmiese un poco? No pude conciliar el sueño anoche tan rápido como tú— pidió. Su carita se veía realmente cansada y pronto llegaríamos a Tortuga, necesita estar muy atenta en ese lugar.
—Claro que no mi sol, fue mi culpa, no debí llevarte a ese lugar y quedarme dormida.
—Me gustó ver las estrellas abrazada contigo.
Anoche habíamos ido a la cubierta a nuestro lugar, a la cofa. Subimos y nos encerramos en esa pequeña casita a ver las estrellas y admirar la luna. Estaba entre los brazos de Camila y ella me acariciaba el cabello de tal forma divina que me dio sueño y me quedé dormida. Uno de los mejores descansos que he tenido en mi vida, Camila es tan abrazable y calentita.
—Descansa un rato cariño mío, te despertaré cuando lleguemos— reposó su cabeza en la almohada. Yo la arrope con las sábanas y deposité un beso en su frente.
Me quedé en la habitación a cuidar su sueño, no quiero que le pase nada a mi Camila.
~●~
—Mi sol, despierta— la moví un poco. Ella movió su nariz de esa forma linda que lo hace cuando se despierta y recupera su olfato.
—Un ratito más Laur, por favor— se quejó contra la almohada.
—Luego duermes un ratito más, ahora tienes que levantarte.
—No quiero caminar, cargame— habló con su tono de voz infantil y estiró sus brazos hacia arriba. Yo solté una pequeña risa, ella no podía ser más tierna.
—Vas a tener que caminar. Vamos, levántate que hace una tarde bonita, además ya llegamos y no podemos quedarnos aquí.
—Está bien— se sentó en la cama y restregó sus ojos" Sólo me levanto porque quiero no porque tengo que hacerlo.
—Lo que tú digas cariño, ahora, vístete que ya casi estamos en tierra firme— pasé una mano por su cabello y dejé un beso en su frente.
Aproveché para arreglar nuestras cosas, doblar las camisas y los pantalones restantes junto con los calzoncillos. De la casa en Maracaibo hicimos una exploración a fondo de la que era nuestra habitación, conseguimos unas ropas tan ridículas y otras muy elegantes, nos guardamos algunas camisas y los objetos del baño, no iban a hacer nada quedándose ahí. En cuanto a los prisioneros los liberó la ultima embarcación que salió, por lo poco que quise escuchar todos parecían casi muertos, no era para sorprenderse, tenían una semana o más encerrados ahí.
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Mar Dorado | Camren.
FanficEra 1651 y la joven Lauren sólo buscaba su libertad, sin saber que encontrará a alguien que la hará prisionera. AU: Alternative Universe •Portada hecha por: @star_2203