2015. lo primero que pensé cuando empezó fue que era un año feo, un número feo. Entré en él en vías de recuperación después de un 2014 asqueroso en su mayoría. Recibí ese año gritando que iba a ser EL AÑO, mi año, y me equivoqué, así que en este nuevo no quise hacer lo mismo. Y, joder, 2015 ha sido realmente mi año.
Me he librado de tantas cosas tóxicas que no sé ni por cual empezar. El bachillerato, con sus materias que odiaba y mis compañeros, inaguantables en su mayoría. Falsas amistades que me impedían volar, ser como soy, y me hacían reprimirme para adaptarme. Nunca más, no voy a volver a aceptar personas tóxicas en mi vida. Sed felices, todes, pero lejos de mí. He dejado de hacerme daño, he subido del pozo, he dejado de odiarme y lastimarme, he conseguido aceptarme, valorarme, quizá sea demasiado pronto para decir quererme. He empezado a estudiar lo que me gusta, tengo compañeres de clase maravilloses, y, les que no lo son, al menos son amables y simpátiques, y hay buen ambiente en clase y se me hace tan jodidamente desconocido que al principio hasta me parecía algo raro.
Y, sobre todo está él. Me ha ayudado tantísimo a todo lo de arriba que me faltan palabras para agradecérselo. Por obligarme a contarle como me sentía, qué me había llevado a eso, por ayudarme a salir. Por ser mi amigo cuando lo he necesitado y mil cosas más ahora. Amigo, mejor amigo, novio, consejero... has hecho de mi dos mil quince un gran año. No sólo por estar conmigo, sino por ayudarme a estar conmigo misma. A amar sin depender, a perderle miedo a querer y ser querida. Gracias por cada consejo y cada paseo y cada vez que has hecho por activa y por pasiva que te cuente como me siento. Gracias por cada mañana o tarde o noche de películas en la cama, por cada vez que me has soportado en mal estado y por cada beso en tu portal. Tú has sido mi 2015.
2016, te recibo con ilusión. Iba a decir que ya puedes portarte bien, pero nada depende de ti. Yo, por si acaso, voy a empezar el año gritando que ESTE VA A SER EL PUTO AÑO, con mis amigues, amigues de verdad, y voy a hacer lo posible para ser feliz y que lo sean los de mi alrededor, y entonces, a finales del año que vine, le volveré a dar las gracias portarse bien conmigo. Feliz año nuevo.
