Enamorarse en un tren

Capitulo 9

El sábado llega demasiado pronto para mi gusto y estoy tan nervioso que parezco quinceañera esperando por el resultado de un examen de embarazo, me he cambiado de ropa cinco veces en los últimos diez minutos, Harry que amablemente se ofreció para venir a ayudarme a elegir mi vestimenta está mirándome con cara asesina y creo que si no me decido pronto terminare con un ojo morado.

Al final me decido por una polera blanca y una camisa a cuadros azules y negros sobre ella, unos pantalones negros algo ajustados y zapatillas negras, me arreglo el cabello peinándolo hacia atrás y me miro en el espejo.

--¡Listo!—exclamo dándome una vuelta hacia donde se encuentra Harry quien me mira y examina detalladamente para luego decir

--Te ves perfecto, te besaría si no fueras mi mejor amigo y si no amara a Louis como lo hago—su chiste logra hacerme reír y logrando así que me relaje un poco.

Luego de bajar y tomar un poco de jugo salgo de la casa y comienzo a caminar hasta la estación de tren donde nos juntaremos con Zayn, a medida que me acerco al lugar mis manos comienzan a sudar y una corriente nerviosa recorre mi espina.

Al llegar a la estación veo a Zayn apoyado en uno de los pilares de esta, esta vestido completamente de negro y se ve malditamente apuesto y sexy, me siento tan inapropiadamente vestido para esta situación.

--Hola—digo luego de acercarme hasta el

--Hola guapo—dice sonriéndome y prácticamente comiéndome con la mirada.

--¿Dónde piensas llevarme?—me pregunto dónde quedo el Liam tímido, Oh si, Harry lo mato hace unos minutos mientras me explicaba cuanto me dolería que Zayn me metiera su "amigo" como Harry lo llamo.

--¿te gusta el parque de diversiones?—no puedo evitar la sonrisa que se forma en mi cara ante la mención del lugar y asiento frenéticamente mientras Zayn solo comienza a reír hermosamente.

Luego de esperar por algunos minutos el tren que nos llevara hasta el parque de diversiones y después de algunas preguntas más por parte del moreno abordamos finalmente un tren, nos sentamos y es entonces cuando veo la oportunidad de formular las preguntas que hace unos días he estado maquinando.

--Zayn—digo y el vuelve su cabeza en mi dirección y me sonríe.

--A sus órdenes guapo—dice haciendo un saludo a lo estilo militar.

--¿Por qué me hablaste? Digo ¿Por qué yo?—veo como su semblante cambia antes de responderme seriamente.

--Liam, la verdad me gustas si... yo no necesito tomar todos los días el tren en el que tú viajas yo... yo solo abordo ese tren con el fin de verte, el tren es solo una excusa para no perder una mañana sin verte—no sé qué responder ante su declaración así que el resto del trayecto lo paso en total silencio meditando cada palabra de Zayn.

Cuando llegamos al parque de diversiones Zayn me pregunta a que juego deseo subirme primero y yo boto por la montaña rusa, luego de comprar el ticket para el juego corro llevando a Zayn de una mano por el camino hasta que nos ubicamos en los puestos que nos corresponden.

Al bajarnos de la montaña Zayn me regala un algodón de azúcar verde con forma de corazón el cual me como en menos de tres minutos, la verdad amo esas cosas, así que luego de cinco algodones de azúcar, tres bebidas y cuatro paquetes de palomitas de maíz y avernos subido a casi todos los juegos decidimos ir por un helado, yo elijo uno de frambuesa y Zayn de chocolate.

Luego del parque de juegos Zayn se ofrece a llevarme hasta mi casa pero como debe tomar un tren hasta la suya rechazo su oferta, en el tren me toma las manos y me acerca hasta el para susurrarme un "no podré dormir esta noche sin pensar en tu linda cara de niño" lo cual no hace más que sonrojarme, pero Zayn continua susurrándome cosas "sabes encontré un nuevo sabor que me gusta mucho, el sabor a tus labios" y finalmente me besa lento, apasionado y profundo.

Camino hasta mi casa con una sonrisa en mi cara, abro la puerta y me encuentro a mis dos hermanas, a Harry y a mis padres sentados en el living cuando notan mi presencia voltean a verme para luego decir.

--Liam, hijo, podrías explicarnos eso de que tenías una cita con un chico—dice mi madre en el tono más calmado que logra.