Capítulo 18: "Aprendizajes de Vida" (1/2)

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La joven Aprendiza bostezó por la mañana. Después de dar muchas vueltas por su lecho había logrado quedarse dormida. En la guarida ya no estaba ni Azabachina ni Zarpa de Fango ni Zarpa de Desierto. "Ya partieron a la patrulla de la mañana" pensó Turquesa.

Con mucho cuidado de no despertar a los demás aprendices, la gata salió de la guarida a respirar el aire fresco del bosque. Al poco tiempo se le acercó Garra de Jaguar:

-Hola Turquesa, ¿Puedes ir a despertar a los demás aprendices? Pronto comenzará la reunión del Clan.

-Ya voy-maulló la gata gris oscuro.

Después de despertar a Codorniz y a Plumerillo, la gata se sentó en la segunda fila al lado de su amigo gris de ojos verdes para esperar las indicaciones de la Líder.

-Que todos los gatos lo bastante mayores para cazar sus propias presas se acerquen aquí, para una reunión del Clan.

En poco tiempo todos los gatos del Clan se sentaron para escuchar a Estrella de Luz.

-Como bien saben, ayer una de nuestras Aprendices encontró un cachorro abandonado en el bosque.

Turquesa sintió como la bilis le subía por el estómago al escuchar las palabras de la gata rubia. Tenía mucha vergüenza.
Plumerillo, notando el nerviosismo de la Aprendiza, le acarició la espalda con su cola y susurró:

-Tranquila.

Escuchando las palabras del Aprendiz, Turquesa se relajó un poco y susurró:

-Gracias.

A lo que el gato le respondió con una sonrisa.

-Hoy tomé la descisión-prosiguió la gata-Este joven cachorro de ahora en adelante hasta que tenga su nombre de Aprendiz será conocido como Pequeño Abedul, y Flor Plateada se encargará de su cuidado.

Muy pocos gatos cororearon el nombre del nuevo cachorro, haciendo pensar a Turquesa en como serían las cosas cuando Pequeño Abedul se convirtiera en Aprendiz y Guerrero. "¿Lo aceptarán completamente en el Clan cuando crezca?" Pensó la Aprendiza.

*Una luna después*

-Exelente cazería. Pero para la próxima no te lo pienses tanto, ahora vámonos.-maulló Garra de Jaguar.

Los dos gatos comenzaron a regresar al campamento, Turquesa llevaba muy feliz un gran conejo marrón oscuro. Había sido una larga jornada de caza y la joven aprendiza tan solo quería descansar un poco en su lecho de Aprendiza. El viento soplaba moviendo el pelaje de los felinos, pero no era muy fuerte. El suelo crujía suavemente cubierto de una masa de hojas negras y anaranjadas. En poco tempo, llegaron al campamento, tras cruzar el túnel de aulagas, Azabachina se le acercó corriendo:

-¡Hola Turquesa! Apenas puedas, me gustaría que me acompañaras a la guarida de Aprendices.

-Bien. Espera que tengo que ir a dejar esto a los Veteranos.-maulló la gata gris oscuro pensando en que quería hablar su amiga.

Después de entregarle su conejo a Oreja Cortada, la joven Aprendiza corrió hacia la guarida de Aprendices. Y tal como lo había dicho Azabachina, se encontraba afuera lamiendose las zarpas.

-Por fín llegaste. Ven, necesitamos conversar algo importante.

-Esta bien, vamos.

Las dos gatas fueron hacia la guarida de Guerreros, donde justo Garra de Hielo se encontraba conversando con Garra de Jaguar.

-Hola Garra de Hielo, ¿Podemos salir un rato a cazar?

-Si, pero tengan cuidado. Necesitamos presas para las Reinas.-maulló el Lugarteniente.

Una vez autorizadas, las Aprendizas salieron velozmente por la entrada al Campamento, y comenzaron a caminar hacia el Arbusto de la Flor Dorada.

-Bien, ¿Que sucedió?-la interrogó Turquesa.

-Bueno...es que...creo que...-dijo Azabachina-Estoy Enamorada.

Turquesa no sabía que hacer. Su cerebro no podía procesar aquella información.

-¿¡QUEEEEEEEEEEEEE!?-Gritó Turquesa.

Velozmente, Azabachina tapó la boca de su amiga con su negra cola.

-Shhhh. No hables tan fuerte. Nos van escuchar.

La Aprendiza escupió la bola de pelos que tenía en las fauces y susurró:

-¿Estas segura? ¿De quién?

-Si, estoy segura. Te diré de quien, pero primero prométeme que no se lo dirás a nadie.

-¿Que? Soy tu amiga, jamás se lo diría a nadie-maulló la gata gris oscuro.

-Bien, pero primero alejemonos un poco más de aquí.

Las dos gatas caminaron más rápido y pudieron cazar dos campañoles pequeños fácilmente. Una vez que estuvieron en el Arbusto de la Flor Dorada, Turquesa maulló:

-Bueno, ya estamos bastante lejos. Dime.

-Me enamoré de......Zarpa de Fango.-respondió después de un extenso silencio.

-¿De él? No te preocupes, el es un buen gato.-maulló la joven Aprendiza animando a Azabachina.

-Su pelaje es tan lindo...y sus ojos son tan brillantes...Lo amo.-dijo la Aprendiza negra como para sí misma.

-Ahora será mejor que regresemos, hemos tardado demasiado.

El viaje de regreso fue bastante aburrido para Turquesa, Azabachina no había parado de hablar sobre ella y su amor secreto durante todo el viaje, y la cabeza le empezó a doler. Afortunadamente, pronto entraron al campamento del Clan del Hielo.

-Bien, vayan a dejar esos dos campañoles y ese conejo a Maternidad-les dijo Garra de Jaguar.

Las dos Aprendizas dejaron las presas a las agotdas reinas, y después la gata negra le maulló a su amiga:

-Muchas gracias, siempre puedo contar contigo.

-De nada, eso es lo que hacen los amigos.

La gata negra sonrió y las dos fueron a la Guarida de Aprendices a descansar. En ella solo se encontraba Codorniz, que dormía muy cómodo en su lecho. La Aprendiza se acomodó en el suyo, y en poco tiempo se quedó plenamente dormida. Pero de la nada, se despertó al sentir unas patas en su espalda.

-¡Turquesa! Vamos, despierta, Estrella de Luz va a hacer una reunión-maulló Codorniz.

-Ya voy-dijo bostezando.

La gata se estiró y salio al campamento. Y tal como lo había dicho el aprendiz gris claro, la Líder estaba en la punta de la Peña Alta.

-Que todos los gatos lo bastante mayores para cazar sus propias presas se reunan aquí, para una reunión del Clan.

La Aprendiza se sentó al lado de Codorniz y otros Aprendices a escuchar las palabras de la gata amarilla.

-Voy a nombrar los gatos que asistirán a la Asamblea de mañana: Ojos de Diamante, Corazón de Bronce, Manto de Pino, Viento Fugaz, Plumerillo, Turquesa y Zarpa de Puma.

Turquesa no lo podía creer. ¡Su primera asamblea! Todos los Aprendices lo describían como una experiencia increíble. Estaba muy emocionada.

La Líder dió un paso atras y Garra de Hielo avanzó:

-Y estos son los gatos que iran mañana a la patrulla del Alba: Garra de Iceberg, Manzano, Laguna Azul, Turquesa, Codorniz y Zarpa de Puma.

¡Patrulla del Alba! ¡Mañana tenía dos trabajos muy importantes! Apenas los gatos comenzaron a disiparse a sus guaridas, Turquesa corrió a la de Aprendices, tenía que descansar bien para mañana.

Los Gatos Guerreros: La historia de Pequeña TurquesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora