La lastimada gata dijo tosiendo por el humo que había inhalado.
-Buenos días Estrella de Luz...Hemos escapado de un incendio producido en nuestro territorio...por los dos patas...Por favor les pedimos refugio temporal ya que nuestro territorio esta quemado...
Estrella de Luz pensó un rato y luego maulló:
-Se pueden quedar por el tiempo que necesiten, Estrella de Araucaria. Hoy los podemos alimentar. Pueden quedarse en la cueva abandonada.
Estrella de Araucaria ronroneó de alegría y dijo con voz un poco menos ronca que antes.
-Agradecemos su ayuda. Pero no se preocupen, Nosotros cazaremos mañana. Pero nuestra curandera, Patas Pintadas,falleció intentando salvar a Cincerado...solo tenemos a Palmerino, que no es muy experto.¿Podrían ayudarnos sus curanderos?
-Por supuesto, Entierrada y Patas Mojadas les ayudarán.
-Gracias.
Los nuevos visitantes fueron penosamente caminando hacia la cueva abandonada seguidos por los atareados curanderos. Mientras Pequeña Turquesa y Pequeño Plumillo conversaban sobre los quemados gatos. Después de conversar algunos rumores, los gatitos su fueron a dormir. Al día siguiente, el sol brillaba con mucha intensidad y se podía escuchar el trinar de algunas aves en el cielo matutino completamente despejado.
Pequeña Turquesa, Pequeño Puma y Pequeño Plumillo les pidieron permiso a a Nubosa y Algodón para ver a los gatitos del Clan de la Hoja que salían a pasear para poder preguntarles sobre el incendio. Una vez autorizados, salieron de maternidad y se dirigieron hacia un gatito atigrado negro de ojos ámbar de una edad parecida a la de ellos. Pequeña Turquesa preguntó:-Hola, somos Pequeña Turquesa, Pequeño Puma y Pequeño Plumillo.
-Hola, yo soy Pequeño Colmillo.
-Parece que estas solo...¿Podemos jugar contigo?-Dijo el gatito anaranjado.
-Si...¿Que tal a los guerreros?-Dijo el cachorro del Clan de la Hoja emocionado.
Aumque pueda parecer raro,el Clan de la Hoja y del Hielo se
llevaban muy bien, ya que hace tiempo no hacían guerras y eran Clanes vecinos.Cunado terminaron de jugar, Pequeña Turquesa vió una quemadura diminuta en el omóplato de Pequeño Colmillo, y preguntó:
-¿Nos puedes contar que paso en el incendio? Pero si te molesta no es necesario que lo digas...
-La verdad es que no creo que me molestaría mucho...Tengo ganas de contarselo a alguien...Les contaré. Estaba durmiendo con mi mamá y mis hermanos cuando desperté y escuché un horrible sonido. Cuando respiré en vez del rico aroma del bosque un humo negro entró en mi nariz y me dificultó la respiración...Nuestra madre nos llevó afuera y ví que la mitad del campamento ardían en llamas...pronto estuvimos afuera de campamento-dijo Pequeño Colmillo triste mirando hacia el suelo.
-Muchas gracias por contarnos...Perdón por ponerte triste.-Dijo Pequeño Puma.
-No se preocupen por mí. Me siento mucho mejor de haberlo contado.-dijo el gatito levantando su cara con una pequeña sonrisa de relajación.
-Toma esta ardilla, es un regalo-dijo Pequeño Plumillo entregandole una fresca ardilla al atigrado negro.
-Gracias-dijo Pequeño Colmillo alegre de recibir su presa.
-¡Hasta pronto!-dijieron los gatitos despidiendose del cachorro atigrado.
Más tarde Pequeña Turquesa se puso a jugar con su anaranjado hermano.
-¡Nunca me atraparás!-Dijo la gatita gris oscuro corriendo rápidamente por el campamento.
-¡Tú eres quien nunca me atrapará!-dijo Pequeño Puma.
Cuando Pequeña Turquesa estaba a una cola de zorro de atrapar a Pequeño Puma, los gatitos se detuvieron en seco al escuchar a Nubosa:
-Vengan Pequeños, es hora de dormir.
-¡Pero queremos seguir jugando, Mamá!-dijieron los hermanos.
-Mañana podran hacerlo.
Pronto Pequeña Turquesa entró a Maternidad y se acomodó junto a su madre y se quedo dormida.
En sus sueños, la gatita gris oscuro volvió a aparecer en el mismo bosque de algunos sueños anteriores. Como no vió a la gata azulada se fué a explorar el bosque. A lo lejos vió un pequeño ratón café y lo empezó a acechar lentamente como ella creía que se hacía. Corrió hacia el pequeño roedor y de un salto lo atrapó en sus zarpas."¡Atrapé un ratón!"Pensó feliz.
Pero justo entonces el roedor empezó a crecer hasta ser mucho más grande que la cachorra, y se transformó en un gran gato ascesino. La asustada gatita salió corriendo perseguida por aquel monstruo, pero entonces la gran gata de los sueños anteriores apareció de entre los árboles y con una seña de cola indicó a Pequeña Turqusa que se ocultara en una cueva. La cachorra vió como los dos gatos lucharon. La gata azulada saltó sobre el monstruo y le mordió el omoplató, por lo que él cayo y se desvaneció ante sus ojos. Pequeña Turquesa salió de la cueva y se dirigió hacia su heroína. Ella miro a la gatita con una cara comprensiva y maternal y dijo:-Yo soy Estrella Azul, la antigua líder del Clan del Trueno.
***************************************************
Holis a todos. Como algunos sabían, hace unos días me enfermé y no pude escribir este capítulo y publicarlo. Pero ya me sane un poco y quiero agradecer a todos los que me apoyaron en este momento difícil. Adios y gracias!!!
ESTÁS LEYENDO
Los Gatos Guerreros: La historia de Pequeña Turquesa
Fanfiction************************* "Cuatro Clanes, Un Destino" ************************* En el Clan del Hielo la Curandera recibe una profecía sobre una cachorra llamada Pequeña Turquesa, que vive como los demas gatos durante su vida en la Maternidad y cuan...