Turquesa sentía como sus patas se tambaleban, con los ojos como platos, pensaba que en cualquier momento caeria al suelo. ¿Como era posible que un gato nacido hace muchisimas lunas siguiera vivo?
-¿Pe-pe-pero como? -musitó con un hilo de voz.
Tronco Marrón suspiró y miró sus patas delanteras.
-No puedo responder eso.
La joven empezó a sentir una gran fuerza que la tiraba, y todo a su alrededor incluido el antiguo curandero del Clan del Hielo comenzo a deszarecer, mientras gritaba "¡Tronco Marrón! ¡Tronco Marrón!". Cuando abrió los ojos, no reconoció donde estaba y cayó en el suelo.
-¡Turquesa! ¡Turquesa! ¿Estas bien? -dijo alarmado Plumerillo, acercándose a su amiga.
-Estoy bien, -dijo levantandose y mirando alrededor. Todos los demas gatos estaban en las mismas posisiones de antes de recibir el mensaje de Tronco Marrón. Parecia que la ilusion del Clan Estelar hubiera durado un segundo.
-¿Que paso? -maulló Garra de Jaguar.-Creo que vi una araña en el tronco -mintió Turquesa, mirando el tronco del Árbol Lunar como si quisiera alejarse de él.
-Mmm, que extraño...-dijo su mentor echandole una mirada al árbol sagrado. -Pero bueno, continuando co la historia, su descubridora fue Pétalo de Brezo, que escapando de unos proscritos que la perseguian con intencion de matarla, entró a la cueva y encontó al Árbol Lunar, que entonces debió haber sido tan solo un pequeño brote. Cansada, se recostó al lado y cuando volvió a abrir los ojos apareció en el Caln Estelar.
Todos los aprendices lanzaron un maullido de asombro, en exepción de Turquesa, que estaba preocupada en lo que habia dicho Tronco Marrón. "¿Como un gato de hace por lo menos tres generaciones puede seguir vivo?"
Despues de que los mentores continuaran con la historia del Árbol Lunar, los gatos abandonaron la cueva, internandose en la oscuridad reinante del exterior.
-¿A donde iremos ahora? -dijo Azabachina lamiendose un pata.
-Al establo de Musgo y Hierba, para regresar al campamento poco antes de la madrugada. -respondió Manto de Pino.
-¿Quienes son Musgo y Hierba?
-Son unos gatos solitarios que viven cerca de aqui, entre la frontera el Clan del Fuego y el Clan de la Hoja. Todos los gatos que van al Árbol Lunar suelen hospedarse allí despues de la visita. -dijo el gato negro- Son muy amables.
-Ahhhhh...dijoe en voz baja Azabachina.
Mientras la patrulla de gaos se dirigía al establo, la aprendiza negra se acercó a su amiga.
-Hola, Mundo de los gatos vivos habla, parece como si hubieras comido una porción extra de esas hieras que nos dió Entierrada para el viaje, la amiga que yo conozco no se queda así al ver una arañita.
-Si, es que estaba pensando en otra cosa...-dijo Turquesa.
-¡Ay, vamos! Relajate, ¡no pasa nada malo!
Tuquesa respiró profundo, y dejando los pensamientos oscuros a un lado, caminó junto a su mejor amiga. Y sin darse cuenta, se olvidó de Colmillo Crepuscular.
En no mucho tiempo, lograron cruzar gran parte del territorio del Clan del Fuego sin encontrarse con alguna patrulla hostil, y a medida que se acercaban a los bordes del Clan de la Hoja, divisaron a lo lejos algunas pocas viviendas de Dos Patas y el establo abandonado donde se hospedarian en la noche.
Cuando llegaron, se dieron cuenta de lo grande que era. Se parecía al granero de Aguado, solo que este era mucho más grande. No estaba muy destruida, y el olor a Dos Patas que alguna vez habia tenido estaba completamente esfumado, reemplazandolo por un fuerte olor a ratón que le hacía a Turquesa la boca agua.
Garra de Jaguar los guió a través de un pequeño orificio en el costado de la guarida, permitiendoles entrar sin mayores problemas. El interior estaba oscuro, y e suelo era de heno, haciend qe fuera un poco más comodo caminar. A ambos lados del establo estaban unas pequeñas paredes, y en una esquina habia una pequeña pila de heno. (Ver foto de arriba)
De pronto, se escucho una voz de gato acho, ni amenazante ni gentil.
-¿Quien es?
-Somos gatos del Clan del Hielo -maulló Manto de Pino dando un paso adelante.
Unos ojos de color ámbar brillaron cerca de una de las mini-guaridas, y pronto un gato de color muy oscuro apareció frente a ellos.
-Bienvenidos -dijo el solitario amablemente- ¿Acaban de visitar el Árbol Lunar?
-Sí -dijo Garra de Jaguar, mientras una delgada figura se acercaba al solitario negro.
-Tu ya me conoces Manto de Pino, pero para los demás mi nombre es Musgo, y esta es mi pareja, Hierba. -dijo el gato.
Hierba era una gata de color marrón muy claro, casi blanco, con las orejas, cola y cara marrón oscuro.
-Nosotros somos Manto de Pino, Garra de Jaguar, Laguna Azul, Zarpa de Puma, Plumerillo, Turquesa y Azabachina -dijo Manto de Pino apuntando a cada uno con su cola cuando decía su nombre.
-Mucho gusto. Hace como una luna que no tenemos visitas. -dijo Hierba.
Entonces, una pequeña bola de musgo chocó con las patas delanteras de Turquesa. Y en poco tiempo, aparecieron dos gatitos.
-Estos son nuestros hijos, Castaña y Helecho. -dijo Musgo inflando el pecho de orgullo.
Castaña, quien era una pequeña gata atigrada marrón oscuro, se acercó a Turquesa, moviendo la cola con excitación.
-¿Puedes pasarnos la bola, por favor?
-Por su puesto, -maulló la joven, viendo como los dos alegrs cachorros se iban a otra esquina del establo jugando con la bolita.
-Bueno, ¿Tienen hambre? Tenemos comida de sobra aquí. -dijo la solitaria.
Manto de Pino negó con la cabeza.
-No nos gustaría molestarlos.
-No es ninguna molestia, vamos, deben tener hambre -maulló Musgo.
Los gatos de Clan no pudieron rechazar la oferta.
-Gracias, -dijo Garra de Jaguar.
En poco tiempo, cazaron muchos ratones, hasta que quedaron llenos. Jamás en el bosque encontraría unas presas tan fáciles de cazar. Apenas terminaron, Musgo amablemente los llevó a un lugar de la guarida rodeado por lasviejas paredes de madera, donde pudieron construir unos lechos a partir de musgo y pequeños pedazos de heno que encontraron en el granero. Una vez que Turquesa se recostó en su lecho, empezó a mirar a Plumerillo, quien conversaba con Zarpa de Puma. Pronto, sintió la respiración de Azabachina en una de sus orejas.
-Te gusta Plumerillo, ¿no es cierto? -susurró con una nota de risa la Aprendiza negra.
Turquesa se volteó velozmente, sintiendo como sus mejillas ardían como el fuego.
-¿¡Que?! ¡Por supuesto que no! -gruño susurrando.
Se volteó otra vez, tras escuchar un ronroneo de risa por parte de Azabachina, antes de cerrar los ojos, molesta. ¡Por supuesto que no le gustaba Plumerillo! ¡Solo eran amigos!
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Los Gatos Guerreros: La historia de Pequeña Turquesa
Fanfiction************************* "Cuatro Clanes, Un Destino" ************************* En el Clan del Hielo la Curandera recibe una profecía sobre una cachorra llamada Pequeña Turquesa, que vive como los demas gatos durante su vida en la Maternidad y cuan...