CAPÍTULO 15: UN PEQUEÑO SUSTO (2º parte)

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*Narra Dani*

Estábamos en el taxi de camino al hospital y cada vez veía a Álvaro más preocupado. La verdad es que Aza no dejaba de perder sangre de la herida de la cabeza, y el tobillo ya era lo de menos.

Vi como Álvaro tenía a Aza apoyada en su hombro, y cada vez en su camiseta había más sangre. No me gustaba nada todo esto.

Álvaro: Venga va pequeña, aguanta por favor.

Un momento. ¿Álvaro está llorando? Si, había pronunciado sus últimas palabras con lágrimas en los ojos. Nunca lo había visto así y cada vez estaba más preocupado por él y por ella. Durante el viaje, Aza perdió el conocimiento y Álvaro cada vez estaba más nervioso.

Una vez en el hospital, se la llevaron enseguida al box y nosotros nos tuvimos que quedar en la sala de espera un buen rato. Allí decidí llamar a los chicos y contarles que ya estábamos en el hospital y que Aza ya estaba siendo atendida por médicos, pero preferí no decirles nada sobre su estado, para no preocuparles aún más.

Llevábamos un buen rato allí cuando se acercó a nosotros un médico.

Médico: ¿Familiares de Azahara?

Dani: Nosotros. Bueno… amigos.

Álvaro: ¿Cómo esta? Por favor.

Médico: Mejor. Está consciente ya. El golpe ha sido fuerte y ha perdido sangre, pero le hemos puesto un par de bolsas y ya le hemos cerrado la herida. Le vendarán el tobillo que también ha sufrido un esguince y en breve saldrá con vosotros.

Álvaro: Muchas gracias.

Dani: Gracias doctor.

Ante aquella noticia vi como Álvaro se alegraba y la verdad, yo también. No sabía exactamente lo que él sentía por esa chica, pero sabía que si a ella le pasaba algo, él no lo podría soportar. Me di cuenta de que estaba completamente loco por ella.

Al rato vimos como se acercaba Aza por el pasillo y vi como Álvaro se abalanzaba sobre ella para abrazarla.

*Narra Álvaro*

De repente la vi y no pude evitar ir corriendo hacia ella, y cuando la tenía justo delante, la levanté y empecé a abrazarla. Me había dado un susto enorme, y encima todo había sido por mi culpa. No quería que le pasara nada. No me lo perdonaría nunca.

Álvaro: Pequeña no sabes cuánto lo siento. Que susto nos has dado a todos. ¿Estás bien?

Azahara: Si, si, tranquilo. Lo único que me duele un poco la cabeza y el tobillo.

Álvaro: Lo siento pequeña. No quería que nada de esto pasara.

Azahara: Álvaro tranquilo por favor, solo ha sido un pequeño susto. Solo eso.

Y tras darle otro abrazo, volvimos los tres al hotel donde todos se abalanzaron sobre ella para abrazarla. Sobre todo, Vero y Nazaret que estaban casi llorando cuando la vieron bien. Y me pude fijar como Carlos también tenía unas cuantas lágrimas por su rostro que intentaba ocultar.

Después de aquel susto, decidimos cenar e irnos a dormir pronto. Ya habíamos tenido suficiente por hoy, y mañana sería otro día.

1900 sonrisas y lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora