Capítulo 10.

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— Pero... ¿Por qué dice eso, profesor? Ya le dije, es para inscribirlo en ese concurso —Dijo Matthew, esperando salir de esa por algún milagro. Remus negó con la cabeza, bastante desconcertado.

— ¿Para qué les interesa eso? —Inquirió Lupin— ¿Acaso le regalaran un premio a mi familia en caso, de que llegara a ganar? —Preguntó con ironía. Matthew alargó la cara; aquello era una mala señal.

—Ósea que... ¿Sí está casado? —Insistió. Lupin se quedó perplejo ante la insistencia del chico, pero decidió decirle la verdad—. No. No lo estoy, señor Bones ¿Es todo, lo que tenía que preguntarme? —Interrogó Lupin. Matty negó con la cabeza.

—No, profesor; Muchas gracias —Sin dejar que el profesor se despidiese, Matthew Bones intentó salir de la oficina del profesor Lupin como un gamo. Después de haberse alejado una distancia prudente, marchó rumbo a clase de Historia de la magia. Pero antes de concretar sus planes, la voz del profesor lo detuvo en el umbral.

— ¿Si, profesor?

—Espero, señor Bones... Tenerlo aquí dentro de algunos días, trayéndome la noticia de un primer lugar —Dijo Lupin con una sonrisa. Matthew asintió, devolviendo la sonrisa. Después corrió de nuevo al aula del profesor Binns.

Mientras cruzaba los pasillos, dejaba escapar largos y suntuosos suspiros de alivio. Por una parte, el profesor casi lo descubre, y por otra, iba a poder ayudar a su amiga. Se detuvo a tomar un poco de aliento. Y se quedó pensando en ella, su amiga, por quien daría todo... Pero por su mente cruzaba, ¿En realidad le gustaba sólo la amistad?...

Sus pensamientos fueron interrumpidos, al parecer alguien le jaloneaba levemente de la túnica. Al darse vuelta, Matthew se topó con Zack Sharkey. Aquel alto y castaño joven imponía respeto, de tan sólo verlo. Sonreía con suficiencia, mientras que bajaba su mano de la túnica del joven. Sin duda alguna, él y Jack Slopper eran los chicos más perseguidos por la población femenina de toda la escuela.

— ¿Bones? —Preguntó el corpulento chico. Matthew solo asintió— He escuchado que tú eres un gran amigo de... Charlotte Studdert... —Dijo, aclarándose la garganta. Matthew lo miró fijamente al escuchar el nombre de su amiga.

—Sí, lo soy. ¿Por qué? —Preguntó en un arranque de valentía.

—No sé sí te haya dicho, pero ella y yo bailamos... Y ella es muy hermosa —Comentó.

— ¿Y...?

—Necesito, que me digas todo sobre ella. Que me ayudes a conquistarla — Propuso eufórico. Matthew temía dar una respuesta. Sabía lo que se aproximaba.

—Lo siento, pero no puedo —Tartamudeó. El castaño casi lo devoró con la mirada al escuchar la negativa.

— ¡¿Por qué, no?! —Gritó el Hufflepuff.

—Ella, ya ama a... alguien más.

— ¿Quién? —Preguntó demasiado exaltado el castaño.

—No lo sé. No me ha querido decir —La vena de la sien del chico castaño, comenzaba a latirle furiosamente.

— ¡Dime! —Exigió.

—Lo... lo siento. No lo sé, pe-pero —balbuceó al ver que se aproximaba un golpe por parte del puño izquierdo de él— Puedo averiguarlo y decirte cuando lo sepa ¿Eh? ¿Qué dices? —Intentó negociar. El castaño se quedó pensativo.

—Está bien. Date prisa, o sí no. Tu pagarás por ese chico ¿Me oíste, Bones?

—S-sí, claro. No hay problema —Contestó.

Cómo conquistar al profesor Remus J. Lupin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora