Capítulo 29.

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La otra cara del profesor Lupin.




"Querida Charlotte,

Tú padre, hermano y yo estamos impacientes porque regreses. Papá está un poco preocupado por tu futuro, no te lo niego. Él quería que estudiaras una carrera normal, y ahora siendo casi una adulta está arrepintiéndose de su decisión de haberte mandado ahí. Dice que has desperdiciado varios años inútilmente. Te lo digo, para que te prepares cuando vuelvas.

En otras cosas, quiero decirte que estoy feliz, ¡Eres ya toda una mujer! ¿Cómo estás? No tenemos noticias tuyas desde navidad y es preocupante. Te amamos demasiado. ¿Sabes? Jeffrey Barrett ha estado paseándose por aquí preguntando por ti. Es un chico muy apuesto, y le he dicho que volverías del instituto para vacaciones. Piénsalo, y responde rápido para mantenerlo entretenido aquí, y así lo veas cuando llegues.

Espero te vaya bien, y saludos a Matthew y a Elizabeth. Diles que los extraño demasiado.

John dice que te extraña, y que espera le enseñes a volar. ¡Ya casi termina su ingeniería!

Me despido, debo cocinar la cena.

Te amamos, Charlotte.

Con amor: Mamá".


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"Muy querida Honey,

¿Cómo estás? Espero y mejor que los últimos meses.

Por la presente misiva debo comunicarte que partiré por órdenes del profesor Dumbledore a un viaje a Londres. Necesita que haga algunos asuntos en el ministerio y por lo tanto me llevará tiempo. No te asustes, volveré para la graduación que es en un mes. Espero que te vaya bien en los Extasis.

Estoy orgulloso de ti, pequeña.

Hasta muy pronto,

Lunático".

Ambas cartas me habían llegado hacía tres semanas al mismo tiempo. Faltaba una semana para terminar Hogwarts. Una semana y adiós a siete años mágicos y geniales. No sabía cómo reaccionar ante ambas. Así que pensaba primero en mi futuro; papá deseaba que estudiase algo muggle, cosa que no haría jamás. Yo quería ser medimaga, o enfermera. Sentía que las curaciones me vendrían bien. Después de llegar a esa conclusión me imaginaba a mí misma diciéndoselo al estricto de mi padre. Siempre apretaba los ojos porque sabría que sería muy difícil hacerlo entender.

Y luego estaba mi profesor, que llevaba tres semanas desaparecido. Al principio había salido corriendo a buscarle, pero ya no estaba cuando llegué, así que me tuve que conformar con aquella insípida carta. ¿Por qué diantre el profesor Dumbledore lo mandaba lejos justo cuando más lo necesitaba? ¿Por qué el destino me odiaba? ¿Acaso el profesor Dumbledore tenía idea de que hacía tres sábados que no convivía con él y mis labios hormigueaban por darle un beso?

No, claro que no.

— ¡Matty! —Grité cuando el rubio salía de su habitación. Yo estaba sentada en la sala común, esperando a que saliese de la ducha. Quería que me acompañara a con Hagrid; su hipogrifo moriría ese día y no quería que estuviese solo. No me podría imaginar perder algún ser querido, y estar sola para cargarme todo ese dolor.

— ¡Hola, Charlie! —Saludó con una sonrisa. Se veía mejor que las últimas semanas—, ¿Qué pasa? —Su cabello mojado salpicó la alfombra.

Cómo conquistar al profesor Remus J. Lupin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora