Comencé a caminar por toda la sala común, dando giros y giros, alrededor del sofá donde estaba sentado mi amigo Matthew. Y es que los nervios comían mi cuerpo y mis sentimientos en vida.
—Tranquila, harás un hoyo en el piso —me dijo. Yo lo miré con sarcasmo.
— ¿Cómo puedo estar tranquila? Sí más de medio Hogwarts sabe que mi amor por el profesor Lupin, es... ¡Ridículo! —solté desesperada. Él me miró y suspiró encogiéndose de hombros.
—Encontraremos una solución, mientras él no lo sepa —dijo poniéndose en pie. Yo lo vi preocupada.
— ¿Sabes? No me importaría, si el trabajo de él no corriera peligro...
—... Y qué tú puesto como alumna tampoco —murmuró y puso un brazo sobre mi hombro para tranquilizarme— Te entiendo. Pero tranquila. —susurró. Yo intenté tranquilizarme en el preciso momento en que entró Beth. Mi cejo se frunció y mi respiración se aceleró; ella venía del baño, y traía algo de su maquillaje corrido. Parecía que estuvo llorando.
— Elizabeth —murmuré en un tono medio agresivo, separándome de Matt. Ella me miró y su mirada fue igual de agresiva que mi tono.
—¿Qué quieres? —Wow, no me esperaba esa respuesta, y al parecer Matt tampoco.
— ¿Tú le dijiste a todo el mundo sobre el profesor Lupin? —pregunté directa. De pronto, su mirada se transformo, y me sonrió. Una sonrisa entre sarcástica y dulce, que me hizo enojar.
— Sí, fui yo —dijo sin pudor— ¿Por qué? ¿Algún problema? —mi enojo llegó a su límite.
— ¡¿Pero que rayos te pasa?! —grité y me acerqué a ella, próxima a darle una cachetada.
— Merlín —murmuró Matt y se puso entre ambas, sacando la varita. — ¡Tranquilas, las dos por favor! —ordenó. Me detuve, y Elizabeth también.
— ¿Por qué hiciste eso, Elizabeth? —preguntó mi amigo en un tono de decepción. La rubia lo miró y sonrió débil.
— ¿Qué? ¿Qué de malo tiene? —le espetó— ¿Qué de malo tiene que sus pretendientes sepan que en realidad quiere a un anciano? ¿EH?
— ¡Yo nunca te traicioné! —grité, próxima al llanto. Era mi mejor amiga.
— ¡Y yo nunca te quité a tú novio! —me devolvió. Fruncí el ceño ahora confundida. ¿Cuándo le quité al idiota enorme de Jack? Matt, igual de confundido me miró.
— ¿Charlotte? —me preguntó. Yo negué.
— ¡Yo jamás he salido con Jack! Lo juro por lo más sagrado —grité. No podía contenerme.
— ¡Pues qué te parece, que hoy me cortó! ¿Y sabes que excusa me puso? —dijo ella, mientras algunas lágrimas le recorrían el rostro. Yo negué— ¡Qué me dejaba, para intentar algo contigo! —susurró dolida. El tenso ambiente se tensó aún más. Ya no tenía mucho enojo, ahora sentía lástima, sin embargo seguí con mi coraza.
— Pues no te quería —le dije— Y Elizabeth, yo nunca hubiera salido con ése enorme baboso. Nunca. —Aseguré. Ella negó y se limpió las lágrimas.
— No. Él me dejó por ti. ¡Me has traicionado! —dijo. Su tristeza la cegaba en un odio contra mí. Yo seguía negando firmemente.
—Tú me traicionaste a mí —dije al Fin— Yo jamás hubiera hecho lo que me hiciste a mí, Elizabeth —continué. Matt nos miró a ambas incómodo. Él no sólo era mi amigo, sino también de Elizabeth, y obvio no la consolaría en frente mío. — Nos vemos mañana, Matthew —dije y subí. No podía más con esto. Él asintió y ya no supe que hizo, porque me fui directo a mi cama.
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Cómo conquistar al profesor Remus J. Lupin.
Fanfiction¿Cómo conquistar al profesor Remus Lupin? Esa es la pregunta que acosa noche y día a Charlotte Studdert, una hechicera insegura, loca, pero perdidamente enamorada de su nuevo profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras: Remus Lupin, quien es simpát...