Reyna lo fulminó con la mirada.
—Solace, ¿De qué vas? Nico está destrozado.
—¿Por qué? — Will miró desafiante a a la hija de Belona. La rabia volvió a invadirlo y, Will lo repitió. —Sí, ¿Por qué? ¿Acaso él se ha preocupado por venir a hablarme? ¿Por buscar algún momento para verme? No. Siempre, repito, siempre soy yo quien tiene que buscarlo, llamarlo... Nunca ha tenido que acercarse a mi. Ni lo ha intentado. ¿Qué os creéis? Nico y yo no somos nada. Absolutamente nada, y joder, quiero que seamos algo. Yo qué sé. Al menos conocerlo. Pero las relaciones humanas se construyen entre dos. ¡Entre dos! ¿Por qué está destrozado? ¿Porque he besado a Katie? Estoy en mi derecho, y él lo sabe. Si le interesase, habría echo algo.
Jason lo miraba incrédulo.
—¿Crees que no le interesas? —empezó a reírse, y Will lo miró sin entender. —Joder, tío. El está coladísimo por tí. ¡Se nota a leguas!
Will no sabía que decir.
—P...Pero...Pero nunca ha tratado de acercarse a mi.
Reyna puso los ojos en blanco. Menudo idiota, el Solace este.
—Dioses. Él es así, siempre lo ha sido. No te dirá nada, no dará el primer paso, hasta que tú lo hagas. Quizá no te hable primero, pero deja cualquier cosa cuando tú le llamas. Te busca con la mirada, y cuando se la devuelves, sonríe como un idiota. Esta loco por tí... Y tú, que estás loco por él, buscas venganza y te lías con la Katie esa. Mira que eres idiota, Solace.
Jason asintió.
Will, sin avisar a nadie, comenzó a correr.
Cruzó el bosque, y encontró a quien buscaba. Trató de hablarle, pero este lo interrumpió.
- Solace, no quiero....
- Cállate, di Angelo.
Después de decir esto, lo besó.
