Minho se despertó temprano debido a que Key fue a despertarlo ruidosamente a su cuarto.
—¿Por qué debo ir a su casa tan temprano?— se quejaba Minho.
—Porque las madres responsables llevan a sus hijos temprano a la escuela— respondió simple Key.
—¿Y?
—Y si quieres conocer a tu hijo debes ir con ella temprano— continuó Key.
—No sabemos si no lo abortó— dijo Minho con seriedad.
—Oh, vamos. Tienes que pensar positivo— lo alentó Key.
—Está bien.
Poco después Minho salía de su casa rumbo al departamento de la que alguna vez fue su novia y posible madre de su hijo.
Al estar frente al edificio comenzó a dudar, no sabía si la encontraría allí, ni si estaría con vida o si habría o no tenido al bebé.Megan estaba arreglándose cuando escuchó que llamaban a la puerta.
—¡Yo, yo, yo! ¡Yo abro!— escuchó que su pequeño gritaba dando pasos apresurados hacia la puerta— ¡Sí soy!
—Es "Sí estoy", cariño y tú no debes abrir la puerta, algo te puede pasar— dijo Megan con una sonrisa mientras alejaba al pequeño—. Anda, ve a la cocina.
—Pero, llaman para mí— dijo el niño.
—No creo que te hablen a ti— rió Megan—. Obedece, espérame en la cocina.
Cuando vio que su pequeño se fue, Megan se asomó por la mirilla y se sorprendió por lo que vio.
Lentamente abrió la puerta sin dejar que se viera mucho el interior.
—Minho, ¿qué haces aquí?— dijo sorprendida.
Lo veía todo el tiempo en la televisión, pero tenerlo frente a ella era distinto, la ponía nerviosa.
—Quería hablar contigo— susurró él.
—Hace cinco años dejaste todo claro, no hay nada de que hablar— dijo ella seria.
Minho la miró atentamente, estaba igual que antes:
Muy bien arreglada, delgada con buenas curvas, joven, bonita, con el busto un poco más grande, piernas largas, ligeramente maquillada. Esa mujer no había tenido un bebé.
"¿Y si lo abortó?"
—¿Qué pasó con el bebé?— preguntó el chico.
—¿Hablas de ese "bastardo"? Hace cinco años no era mas que un tumor— respondió ella molesta.
—¿Lo abortaste?
Antes de que pudiera responder un pequeño cuerpecito apareció entre Megan y la puerta, dejando a Minho en shock.
—Hola, ¿quién eres? Yo soy Min Jung ¿tú tienes nombre? ¿conoces a mi mamá?— preguntó el pequeño viéndolo— ¿Hablas coreano?— agregó al ver que no le respondía, para después ver a su madre.
—Se supone que habla coreano, cielo— dijo ella sonriendo.
—¿Y por qué no me contesta?— preguntó el pequeño.
—Porque es algo tonto— respondió su madre, a lo que los dos rieron.
—Hola— dijo Minho saliendo de su shock y agachándose a su altura—. Me llamo Choi Minho.
—Te apehidas como yo. Choi Minho y Choi Min Jung, mi mamá dice que mi papá también se apellidaba Choi pero yo no lo conozco— dijo el niño con una sonrisa.
—¿No lo conoces?— murmuró Minho con tristeza.
—No, pero espero hacerlo pronto para poder jugar con él— dijo Min Jung.
—¿Sabes en dónde está?— preguntó Minho.
—No es algo de lo que hablo con mamá, a ella le pone triste— susurró el pequeño en voz baja.
—Min Jung, entra a la casa— dijo Megan con voz firme.
—Adiós, Minho hyung fue un gusto conocerte— dijo el niño haciendo una reverencia para después entrar a la casa.
Minho se puso de pie lentamente.
—Es tan lindo, yo....
—¿Qué es lo que haces aquí?— lo interrumpió bruscamente Megan.
—Quería conocerlo— susurró él.
—Ya lo hiciste, ahora vete— dijo ella molesta.
—Meg, yo...
—¡No me llames así! Quiero que te vayas, estamos bien sin ti— lo interrumpió de nuevo.
—Megan, no puedo. Él es tan lindo y yo soy su padre, él quiere conocerme y tiene derecho a hacerlo— dijo él.
—Tú no lo quieres, por favor vete— insistió ella.
—Megan, déjame hablar contigo, solo dame unos minutos— pidió él.
—¡Mami, se nos está haciendo tarde!¡Vámonos!— gritó Min Jung desde el interior de la casa.
—¡Trae tus cosas, cielo!— respondió ella—. Ya oíste, me tengo que ir.
—Megan, por favor.....
—¡Mami, no está mi mochila!— gritó de nuevo Min Jung.
—¡Búscala en tu cuarto!— gritó ella.
—Yo puedo llevarlos, déjame ir con ustedes— insistió Minho.
—Está bien, pero debemos irnos ahora— dijo soltando un suspiro—. Déjame hablar con alguien.
Megan se alejó unos pasos para hacer una llamada a una de sus mejores amigas.
—¿Bueno? ¿Soo? ¿Puedes avisarle al jefe que hoy llegaré tarde? Es una emergencia. En el trabajo te explico, gracias— y colgó—. Listo, podemos irnos ¿y Min Jung?
—Aún no viene— respondió Minho.
—¡Min Jung, date prisa!— gritó Megan.
—¡Ya voy!— dijo el pequeño saliendo de casa con un pastelillo en la mano—. Toma, Minho hyung espero que te guste— dijo extendiéndole el postre.
—Gracias— susurró el chico tomándolo.
—¿Cuál es tu auto?— preguntó ella.
—Vengan— dijo guiándolos hacia su carro.
—¿Tú me llevarás a la escuela?— preguntó el pequeño mientras iba de la mano de su madre.
—Sí, hoy yo los llevaré— respondió Minho.
—¿Y por qué?— preguntó el niño.
—Porque quiero llevarlos ¿no te molesta?— dijo Minho.
—No, me agradas, eres simpático— dijo Min Jung.
—Gracias, tú también me agradas— dijo Minho con una sonrisa mientras abría la puerta trasera del auto.
Megan metió a su chiquillo y le abrochó el cinturón.
—Listo, campeón vámonos— dijo Minho sonriendo.
Minho siguió las instrucciones de Megan para llegar al kinder del pequeño.
—Bien, aquí estamos— dijo él deteniendo el auto.
—Adiós, Minho hyung gracias por el viaje. Adiós mami, te veré al rato te amo— dijo el niño antes de salir del auto.
Después de que lo vieron entrar a la escuela, Minho arrancó el auto.
—¿En dónde trabajas?— preguntó él.
—Llévame a casa, tengo que ir por mi auto— dijo ella fría.
—Yo te llevo— insistió él.
—¿Y quién pasa por mí? Tengo que ir por mi auto, además no me pueden ver llegando contigo, te pueden reconocer— dijo ella—. Además ya avisé que llegaría tarde, vamos a hablar a mi casa.
—Está bien— dijo él conduciendo de vuelta al departamento, al entrar se sorprendió por lo mucho que el lugar había cambiado.
Se acercó a ver las fotos de la pared, encontrando muchas de Min Jung y ella juntos.
Había una en la que los dos estaban frente a la playa sonriendo a la cámara emocionados.
—Fue hace un año, cuando fuimos a Hawaii con mi familia— dijo ella viendo la foto con él.
—Tienes una familia muy linda, ¿cuántos hermanos?— preguntó él viendo la foto.
—Tres: Elisa la mayor, ya está casada pero no puede tener hijos. Jason, es mayor que yo, también se casó y ahora tiene tres hijos, un niño y dos niñas. Y Jessica, también está casada y no ha tenido hijos— respondió Megan enseñándole otra foto con toda su familia.
—¿Cómo se tomaron lo de tu embarazo?— preguntó Minho.
—Lo tomaron bien, fui yo quien no quiso aceptarlo— respondió Megan melancólica.
—¿Por qué no abortaste?— inquirió él.
—Pensé en hacerlo, pero Min Jung no tenía la culpa de nuestros errores. Era demasiado joven para ser madre y estuve a punto de cederle la custodia a mi hermana, para que ella fuera su madre adoptiva— respondió la chica.
—¿Y por qué no lo hiciste?
—No pude, al sentir sus primeros movimientos y sus pataditas ya no pude dejarlo ir. Hablé con mi hermana y con mi familia y les dije mi decisión de criar a mi bebé— dijo Megan mirando las fotos con una sonrisa.
—¿Por qué no volviste a Estados Unidos?— preguntó él.
—No lo sé, Corea es un lugar muy bonito y muy seguro, el lugar perfecto para criar a mi hijo.
—Es un niño precioso, se parece mucho a mí— dijo Minho sonriendo orgulloso.
—No tienes idea de cuanto, tiene tus ojos y varias de tus expresiones— concordó ella.
—¿Cuándo nació?
—El 19 de Diciembre— respondió ella.
—¿Diez días después de mi cumpleaños?— preguntó Minho con una sonrisa.
—No fui yo quien escogió ese día— dijo ella sonriendo también.
—Quiero formar parte de su vida— dijo él de repente.
—No, no puedes lo siento.
—¿Por qué?— preguntó él viéndola.
—¿Por qué? Por lo que me hiciste cuando te dije que estaba embarazada, querías que abortara; no te importó el amor que según tú nos teníamos, no te importó lo asustada que estaba por ser madre tan joven. Pensaste en ti y solo en ti y me abandonaste cuando yo mas necesité de tu apoyo. No puedes pretender ahora ocupar un papel de padre que no te pertenece— dijo ella con lágrimas en los ojos.
—Lo siento, siento tanto el daño que te hice, el daño que les hice. Pero ahora que conocí a Min Jung, no lo quiero dejar ir, es mi hijo también y quiero ser parte de su vida, quiero estar en cada momento de su vida. Si no quieres no le diremos que soy su padre, pero por favor no me alejes de él— dijo Minho.
Megan lo pensó profundamente, era cierto que Minho la había lastimado mucho, pero no podía negarle el ver a su hijo y tampoco podía prohibirle a Min Jung el conocer a su padre.
Desde pequeño, su hijo había querido conocer a su padre, pero ella nunca le había hablado de lo que había ocurrido antes de que el naciera y en realidad no sabía si él estaba listo para conocer a ese hombre.
—Por favor, Megan no me alejes de él— susurró Minho.
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Aprendiendo a ser Appa.
FanfictionChoi Min Jung es un pequeño de cuatro años travieso e inteligente. Su madre se ha esforzado porque él sea feliz, a pesar de que le falta algo: un papá. Choi Minho es integrante del famoso grupo de kpop SHINee y padre de un pequeño al que no ha vist...