Cuando bajé de aquel avión con mis maletas, mi pelo largo y pelirrojo se alborotó por el aire. Éra un clima frío, aunque no me importaba, ya que había vivido en varias ciudades donde el frío era bastante intenso. Me despedí de Jackson con la mano y una ligera sonrisa, pero él me sujetó antes de que me marchara.
-Disculpa Juliet, ¿conoces la ciudad?
Preguntó mientras sus ojos buscaban a algo, o a alguien.
-No mucho.
-Yo estoy esperando a que venga mi primo a recogerme. ¿Dónde tienes que ir ahora?
Miré al reloj que marcaban las 10:30 con decepción por haber faltado a mi primera clase en la universidad.
-Iré al piso que me compró mi madre.
-¿Y sabes dónde es?
Cogí de mi bolso un papelito en el cual mi madre escribió la dirección de dicho piso. Pensé en los gastos por un momento y en buscar alguna compañera de piso para que se me hiciese menos pesado. Jackson se acercó a observar lo que había escrito en el papel que yo sujetaba con mis dedos.
-Te llevaremos. Esta ciudad es muy grande y te perderías.
Me quedé callada mientras escuchaba sus palabras. No obstante apareció un Mercedes de color azul oscuro que paró justo en frente de nosotros.
-¡Hey, cabronazo!
-¿Por qué has tardado tanto? Hace un frío alucinante.
Observé el Mercedes con tal de no encontrarme con ninguna de sus miradas hasta que Jackson me silbó sonriente.
-Vamos Juliet, sube al coche.
Asentí con la cabeza abriendo la puerta trasera para sentarme en uno de los asientos. Jackson se encargó de nuestras maletas, guardándolas en el maletero. Segundos después, cuando ya estábamos todos en nuestros asientos, el primo de Jackson empezó a conducir saliendo del aeropuerto.
-¿Quién es tu amiga?
Dijo su primo mirandome por el retrovisor con una vista rápida ya que estaba pendiente de la carretera.
-Es Juliet. Contestó Jackson mirandome de reojo aun sin perder de su rostro su maravillosa sonrisa.
-Oh. ¡Hola Juliet!
-Buenas. Respondí casi en voz baja por mi timidez.
-Taylor, hazme un favor. Llevemos a Juliet a casa.
Al escuchar sus palabras, le ofrecí el papelito de la dirección a Jackson con una leve sonrisa. Taylor asintió como respuesta a su primo. Condució por carreteras a la velocidad que se permitía, respetando cada señal y semáforo mientras charlaba con Jackson de sus cosas. Minutos después, Taylor aparcó en frente del piso que supuse que sería el mio.
-¡Hemos llegado! Encantado de conocerte Juliet.
Me miró por el retrovisor dedicandome una de sus sonrisas.
-Gracias. Igualmente.
Jackson me ayudó con las maletas, llevándolas hasta mi puerta. Saqué mis llaves de mi bolso con las que abrí, observándo que en el interior no había nadie. Cogí mis maletas caminando hasta el centro del salón mientras mis ojos se posaban en varios cuadros colgados en las paredes.
-Vaya...¿este es tu piso?
-Eso parece...
Me giré mirando a Jackson que se encontraba a mi lado también, observándo cada estancia de la casa.
-Bueno, he de irme. Si necesitas conocer la ciudad, llámame.
Me ofreció su número escrito en una pequeña tarjetita blanca con su nombre. Cogí la tarjeta con mis dedos asintiendo una sola vez con la cabeza. Cuando por fin estaba sola en mi nuevo hogar, deshice mis maletas, colocándo la ropa en los armarios y las zapatillas. Di vueltas por cada habitacion de la casa , dispuesta a conocerla.
Mi móvil empezó a sonar, así que di unos cuantos saltitos hasta llegar a el y cogerlo.-¿Si?
-¡Julieta! ¿Ya llegaste a Kansas?
Oh...mi hermana. Recordé que ella también estaba en Kansas por temas de trabajo.
-Hola Gisel. Si, hace un rato he llegado al piso que me pagó mamá.
-Hace dos días te hice la compra, así que tendrás comida suficiente en la nevera para esta semana.
-Vaya...muchas gracias, aunque no hacía falta.
-Creéme que si. Tu no te conoces la ciudad todavía.
-Cierto...
Mi hermana se rió a carcajadas tras escucharme. Ella era más alta que yo, con un tinte de pelo negro, morena, guapa... Hacía dos años que no nos veíamos ya que ella trabajaba en una empresa, la cual dirigía.
-Bueno Julieta, espero verte pronto. Te llamaré para enseñarte la ciudad, ¿te parece?
-¡Por supuesto!
-Disfruta. Te quiero.
-Te quiero.
Colgué dándole al botón rojo con mi pulgar, dejándo el móvil sobre la encimera de la cocina. Metí mis manos en cada bolsillo delantero de mis vaqueros dirigiendome hacia la gran ventana que se encontraba en el salón. Pude observar desde lo alto, como las carreteras estaban siendo invadidas por miles de automóviles, personas que caminaban a toda prisa por trabajo y padres que acompañaban a sus hijos al colegio.
De repente tocaron a mi timbre. Cuando me dirigí hacia la puerta observé por la mirilla que no había nadie en el exterior, por lo que abrí despacio bajando la mirada a un paquete envuelto con un lazito rojo. Lo cogí volviendo hacia el interior mientras cerraba con mi trasero la puerta."Mamá"
Enseguida abrí el paquete tirando del lazo, dándome cuenta de que tenía en mis manos un ordenador con una nota.
"Julieta, esto es para ti, para tus estudios y para vernos por la cam. Recuerda... ten cuidado. Come. Si te pones mala, cuidate. Ah, y si tienes muchos gastos con la luz y agua, busca una compañera de piso y te será más fácil. Te quiero mi pequeña."
-Mamá...
Susurré sonriendo levemente tras leer aquella nota mientras me sentaba en el sofá blanco que se encontraba en el salón. A pesar de que estuviesemos lejos, nuestro amor de madre e hija nunca cambiaría.
Abrí el ordenador, pulsando el botón para encenderle, con el pensamiento de meterme a mi chat. Tenía varios mensajes de viejas amigas y familiares. No los respondí. Me sentí muy cansada por el viaje, por lo que cerré el ordenador, dirigiendome hacia mi habitación. Me tumbé en la cama,quedándome dormida en un instante en un sueño profundo.
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COMPLETAMENTE SUYA
RomanceJudit viaja a Kansas. ¿Conocerá a su verdadero amor? Historia sacada de mi imaginación. Portada hecha únicamente por mi.