COMPLETAMENTE SUYA

[Capitulo 8.] Opiniones y consejos.

Me dirigí hacia mi cuarto, rebuscando en mi armario algun vestido sencillo que fuese a juego con mis zapatillas negras. Al encontrar uno blanco, me desnudé deslizándome en este, pasando cada brazo por su tirante. Me miré en el espejo, observándo como me quedaba el conjunto y sonriendo cogí mi peine y una goma para hacerme un moño francés en mi pelo rojo, sujetándolo con unas orquillas decoradas con flores blancas.
Cuando ya estaba lista, esperaba sentada sobre mi cama a Mati, que llegaría sobre las seis de la tarde, y tan solo faltaban veinte minutos. Fui a la nevera, abriéndola despacio a la vez que esbozaba una sonrisa amplia al ver unos cuantos botellines de cristal de cerveza. Recordé como Jackson se las bebía sin ningún problema o incluso cuando me ofrecía de ella. Suspiré, mordiéndo mi labio inferior algo pensativa en su imagen. Era increíble como en tan solo unos momentos, Jack estaba conmigo, ahí sentado, en el sofá.

- Voy a enloquecer... Susurré para mi, negando a la vez que cerraba los ojos.

Cuando llegó la hora, escuché como llamaron al timbre y golpearon a la puerta. Cogí todas mis cosas rápidamente para encontrarme con Mati.

- ¡Hala chica! Que pivón.

- Voy sencilla..

- Y como si fueses a atacar a tu presa.

Volteé los ojos riéndome por su comentario mientras que nos subíamos a su coche.
Una vez Mati estacionó el vehículo sobre un bar con terraza, nos acercamos a una de las mesas donde estaban nuestras amigas. Ambas se levantaron para saludarnos con un beso en cada una de nuestras mejillas y una suave sonrisa sobre su rostro. Cuando todas nos sentamos, un camarero guapo y joven se acercó a la mesa con la libretilla en sus manos y el boli para apuntar. Una de nuestras amigas, Karen, se quedó fija en sus ojos cuando pidió su café. Una vez todas pidieron lo suyo, yo pedí una cerveza. Todas se quedaron boquiabiertas cuando me escucharon y el camareró se marchó.

- ¿Una cerveza? Preguntó Lara.

- ¡Guau! Es la primera vez que pides una. Comentó Mati impresionada.

- ¿¡Tienes fiebre!? A ver.

Karen acercó su mano posándola en mi frente a la vez que habló. Yo negué con la cabeza a las tres chicas que estaban mirándome con alucionación; Mati, Karen y Lara. Siempre me reunía con ellas para tomar algún que otro café o para hablar de nuestras cosas, pero nunca jamás había pedido una cerveza.

- ¿Que te está pasando..? Preguntó Karen extrañada.

- Yo ya lo sé...

Me fijé en Mati, quien me miraba con sus ojos entre cerrados y una sonrisa pícara. Me quedé callada frente a ellas cuando el camarero vino con los pedidos en la bandeja. Karen volvió a fijarse nuevamente en él, captando su atención. Cuando el camarero se dirigió hacia otra mesa, me aclaré la garganta. Supuse que las demás empezarían a preguntarme.

- ¿Hay algún chico en tu vida, Juliet? Me miró Lara con curiosidad.

- No.

- Pero pronto entrará, ¿no? Preguntó Mati con una sonrisa.

- Cállate Mati.

- Oh...¿y quién es?

Cuando Lara me preguntó me incomodé por la situación, por lo que cogí mi cerveza y bebí unos cuantos tragos rápidamente.

- Es Jackson.

- ¿¡Que dices Mati!? ¿En serio? ¿El chico mas sexy de la universidad? Se impresionó Karen mirándome al rato.