[Capitulo 11.] ¿Por qué a mi?

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Estaba boca abajo sobre la cama de Jackson, abrazando su cintura y con la cabeza apoyada en su pecho izquierdo. Empecé a abrir los ojos lentamente, intentando acostumbrarme a los rayos solares que atravesaban los cristales de la ventana. Miré a Jackson con mis ojos entre cerrados, intentando recordar lo que pasó la noche anterior. Me quejé por el insoportable dolor de cabeza que tenía. Jackson se removió despertándose a mi lado. Tenía la mirada cansada.

- Buenos días, Juliet.

- Ho..hola.

Mordí mi labio inferior inconscientemente al ver su pecho desnudo y musculoso.

- ¿Cómo te encuentras?

Miré por debajo de la sábana dándome cuenta de que había dormido con uno de sus pijamas y el pelo húmedo por la ducha.

- ¿Qué hicimos ayer? Pregunté mirándolo.

- Yo cuidar de ti mientras tu te emborrachabas.

- ¿Me desnudaste?

- Casi.

Negó con la cabeza, rozando sus labios contra mi mejilla hasta darme un beso dulce. Sentí un escalofrío por todo ni cuerpo.

- Ten. Toma esto. Dijo dándome unas pastillas y un vaso de agua.

Obedecí cogiéndolas y metiéndomelas en la boca hasta tragarlas con la ayuda del agua. Dejé el vaso de agua en la mesita, quedándome sentada sobre la cama.

- Jack... ¿Por qué siempre despierto en tu cama?

- Soy incapaz de dejarte sola.

- ¿Por qué? Pregunté casi susurrando.
- Me atraes.

Desvié la mirada hacia la ventana, controlando mis nervios que me causaron sus palabras. ¿Atraerle? No puede ser. No soy de su estilo.
Me levanté de la cama para dirigirme hacia el cuarto de baño con el fin de darme una ducha caliente y espabilarme.

- Si me dejas ducharme..

- Adelante, estas en tú casa.

Entré en el baño cerrando la puerta y metiendome en la ducha. Tarde unos quince minutos y otros diez para secarme el pelo con el secador que busqué por los armarios.
Salí del baño tapada con una toalla y la habitación estaba vacía con una bolsa blanca sobre la cama y una tarjeta con mi nombre.
Rebusqué en el interior de la bolsa, sacándo unos pantalones vaqueros y una camiseta azul de manga larga. Cuando Jack llegó me acerqué a él.

- ¿Qué es eso Jack?

- Tu ropa.

- ¿De dónde la has sacado? Pregunté mirándole.

- Taylor estaba de compras, así que me hizo un favor. Cámbiate.

Suspiré levemente entrando nuevamente en el cuarto de baño para cambiarme.

***

Jackson me ofreció tortitas que había preparado para desayunar. Ambos desayunamos juntos tranquilamente.

- ¿Entonces estás soltera, Juliet?

- Em...desde siempre.

COMPLETAMENTE SUYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora