El chico de la camiseta blanca.

Capitulo 1

Es otro día de otoño, faltan 3 días para Hallowen, jamás lo celebramos pero a Emma le gusta decorar la casa, es medio raro,¿saben?, le tengo mucho miedo a octubre es la época del año en la que más ocurren accidentes y cosas raras, tengo que admitir que no soy la persona más valiente del mundo, pero capta mi atención ya que también en este mes la luna se mira más grande de lo normal, como lo mencione antes, es medio raro, lo inexplicable te atrae de alguna manera, simplemente no tienes la voluntad de alejarte porque la curiosidad siempre va a ser más grande. Sea lo que sea, la curiosidad mato al gato.

...

Mi madre de ojos grandes y verdes como los mios, cabello rojiso a la luz del sol, estaba sacando los adornos para Hallowen, no se para qué se molesta de todas formas los va a quitar para poner los de Navidad.

--Noa,¿porque no me ayudas?, es Sabado, podemos decorar y después ir por un helado.--Dice y me extiende su mano hacia mi con la ternura caracteristica que emana de su cuerpo.

Dios mio, Emma era todo para mi, era la madre que literalmente todos querían tener, era amable, cariñosa comprensiva y la mejor amiga que alguien pudiera pedir, podrías tener una conversación sobre tamaños de penes con ella, eso sí cuando se enojaba nadie la conocía. Perdimos a papá cuando yo tenía 10 y mi hermano Nathan 15, pensamos que la perderíamos pero el amor de Natthan y el mio la saco adelante. Papá era ese hombre fuerte que veía por su familia y que la amaba, era el hombre más abrazable del mundo. Nathan es mi hermano mayor, por años compañeras de mi salón de clases me decían que era súper guapo y no sé qué más cosas de el, pero para mi es el estudioso hijo modelo,"guapo" molesto que no pierde oportunidad para presumirte que es mejor que tu, no era un hermano malo, solo frío por la muerte de papá. Actualmente el tiene 22 y yo 17,estudia en la universidad de California, vaya presumido con promedio impecable, mientras yo vivo con Emma en Ohio.

--Mi vida, Noa, te estoy hablando.--Dice Emma mientras mueve las manos para que le preste atención.

--Sí te escuche mamá, solo estaba pensando.--Le contesté mientras jugaba con mis dedos.

--¿Entonces?

--Mamá tengo cosas que hacer aquí, tengo examen de matematicas, sabes que odio las matematicas y también sabes que tengo que estudiar porque quiero ir a la universidad y reprobar no esta en mis planes.

Emma miraba como movia mis dedos y mis piernas desesperada como si fuera a perder el piso.
Me tomó de la mano y me sentó en el suelo donde estaba sacando las decoraciones.

--Noa, tienes un futuro brillante y las matematicas no lo son todo, eres una de las personas más inteligentes, valientes y fuertes que he visto en mi vida, ademas eres hermosa, tus ojos verdes, tu cabello rojo, tus bellas pecas (me decia mientras señalaba cada uno de las cosas que mencionaba) lo que quiero que sepas es que siempre voy a estar orgullosa de ti, hagas lo que hagas, reprueves o aprueves.

Muy bonito, pero Emma no me dijo lo que necesitaba, un acordeon con las respuestas.

Sonreí un poco forzada.--Gracias mamá.

Me abrazó, se levantó y me dio la mano.--¿Vamos por ese helado?.--Dice mietras se ríe.

--Claro solo dejame cambiarme.

_*_

Me levante directo al baño mis clases comenzaban a las 8:00 y eran las 7:18, me puse unos jeans negros y una sudadera rosa, no quería impresionar a nadie nunca he tenido una mejor amiga y/o amigo, no soy el tipo de chica popular que tiene millones de amigas, siempre estoy sola las personas se llegan a preocupar pero después de un tiempo se acostumbrarón a verme de esa forma. Sola.

Estaba desayunando y me dolía la cabeza, definitivamente las matematicas no son lo mio, todas las materias estan bien,pero no soporto matematicas. Muchas de mis compañeras hablaban de la tipíca chica rubia que te hace la vida y la escuela imposible, definitivamente las matematicas son mi chica rubia.

Usualmente desayuno sola, Emma entra a su trabajo en la universidad de el lado oeste de la ciudad a las 6:00, es psicologa, no tengo problema con desayunar sola, es la misma rutina de siempre, la preparatoria a la que asisto no está muy lejos de casa, puedo ir y venir sola sin necesidad de que Emma vaya por mi o tome un autobus. La zona en la que vivo no es peligrosa sino hasta que oscurese.

Me aproximo a lavarme los dientes tomar la mochila y salir de la casa, para terminar mi semestre tengo que presentar ese examen.

De camino a la prepa hay una pareja que siempre se esta besando en una banca, me pregunto, ¿no se cansán de ser ellos?, yo sé que sueno como una perfecta amargada pero esas cosas del amor no van conmigo.
Claro le doy amor a Emma y a Nathan pero no sé sí sería capaz de dar amor fuera del que yo conozco.

Siempre que camino a la escuela me pongo a pensar cosas sin sentido alguno, resuelvo problemas, pongo en orden mis ideas y veo chicos lindos obviamente que lo hago sin que ellos se den cuenta, me da pena solo hecho de pensar que yo le guste a alguien.

Me han gustado chicos pero jamás se los digo, por los problemas que siempre se presentan.

--Tiene novia.
--No le gusto.
--Es demasiado lindo para mi.
--Termina siendo un idiota.

Aun así nunca he tenido un novio y no esta en mis planes tener uno, Nathan lo mataría sin previo aviso.

Siempre que entro a la preparatoria hay un tipo guapo, yo sé que es un perfecto idiota y que esta trillado el hecho que el tipo guapo sea el capítan del equipo de futbol americano. Se llama Payton, siempre esta rodeado de chicas, porristas, estudiosas, bailarinas, incluso maestras. Es rubio, estatura promedio, ojos azules, no de los ojos azules hermosos son como ordinarios y un cuerpo bien trabajado.

Entro en su campo de visión y deja a las chicas para acercarse a mi. Mi ceño se frunce, pero no me hace temblar, no siento nada con el hecho de que el este frente a mi.

--¿Eres nueva?.--Su voz es tan común como cada parte de su cuerpo.--Alejate de mi tengo que llegar a clase, obstruyes mi camino. Escupo con brusquedad.
--Esta bien, esta bien, solo quería saber tu nombre eres bonita y no te había visto antes es todo.--Mis ojos se ponen en blanco y mi estómago se revuelve del asco que me da una persona como él.
--Abre bien los ojos por que tengo 3 años en esta preparatoria y todos los malditos días entro por esa maldita puerta y sí no quieres que te escupá en la cara deberías ser inteligente y quitarte de mi camino.

El chico no dice nada, es obvio que me mira como un reto soy una de las pocas chicas que no se mueren por él. Pasan más de un minuto y su obstrucción me está colmando la paciencia.

--¡Joder si que eres bonita!, ¿como es que no te miré an...
No permito que termine la frase que de seguro usa con todas las chicas y piso su pie, hace un expresión de dolor y me mira con furia.

--¡Perra!.--Escupé al fin y se aparta.--Te lo advertí, pedazo de idiota. Concluyo y sigo con mi camino.

Entró al salón de clases y me ésta sudando la frente, los brazos, incluso puedo sentir como mis converse se empiezan a humedecer por el sudor, no lo soporto...

Voy a vomitar, voy a vomitar

Tomo un respiro profundo y cierro los ojos y observo como el profesor me entrega la hoja llena de numeros.

No voy a reprobar,estas bien, Noa.

Solo son numeros.