Capítulo 18.

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Me lleva a la cama y me coloca en ella dejando de lado la delicadeza, se quita el pantalón de pijama.

Sal de aquí, Noa.

Sí no me voy ahora después ya no voy a poder hacerlo, no voy a poder detenerlo es más fuerte que yo.

En el mismo instante en el que se desace de la pijama, sus manos se apoderán de mi cintura levantando la blusa y comienza depositar delicados besos creando un sendero hasta mi boca, correspondo, pongo mis manos en su nuca, muerdo su labio, el gime y con su mano izquierda por fin me quita la delgada blusa de mi pijama.

Gracias a Dios todavía tiene puesta la ropa interior y yo también.

Los besos y las caricias no seden así como la respiración acelerada de Evan, tengo miedo ademas por mi mente pasan todas las mujeres con las que se acosto, un hombre no puede estar sin sexo 10 meses.

Se acerca un poco más a mi y comienza a besar mi cuello de nuevo pero esta vez con más urgencia, el placer es abrumador y puedo jurar que me nubla la vista al igual que siento como un cosquilleo recorre mi espina dorsal, esta apunto de quitarme el sostén cuando...

Una luz nos deja ciegos por un momento, la puerta esta abierta, es,es...¿Aurora?.

Las carcajadas la asaltan y no puede callarse, Evan se quita de encima y la vergüenza se apodera de mi, me cubro con la sabana para que no vea mi falta de ropa.

--Perdón, es que--.Mira como Evan se trata de poner la pijama en un intento fallido pues la vergüenza hace que le tiemblen las piernas.--Dios mio, son tan inexpertos que no pueden tener sexo casual.

Evan por fin se logra vestir y dice.--Aurora,¿no sabes tocar?

--Pense que no habia problema, me dijerón que no tenían nada, perdonenme, creí que en realidad estaban en pleno extasis, sus gemidos se escuchan hasta la sala.

Me quiero reír lero la pena no me lo permite, jamás pense que habiamos hecho tanto ruido.

Evan esta furioso.--¿Que es lo que quieres?--.Ella se ríe y toma a Magdalena.--Tus amigos estan tocando, sí quieres los dejo afuera, no tengo la llave.

Se levanta, deposita un beso en mi mejilla dejando la habitación y tomando las llaves.Aurora me mira.--"No puedo tener nada con él no lo merece", si Magdalena tu madre es una mentirosa--.Le repite al gato mientras pone su cara frente a la de el.

--Aurora, es verdad, me deje llevar por el momento--.Suelta al gato y recoje mi blusa del suelo.

Me la pongo.--Perdón por despertarte.

Ella se ríe.--¿Despertarme?, no me dejarón dormir, sus gemidos eran terribles.

Niego con la cabeza y ella se ríe.
--Vas a vivir con el, sera imposible que...--.Hace unas señas extrañas con las manos.--No seas infantil, no pasará nada, soy dueña de mis actos.

--Si y de los gemidos de Evan, ¡carajo!, de verdad no voy a poder sacar ese sonido de mi cabeza, parecían gatos en celo, hasta Magdalena se ofende.

--¡Basta!--.Digo riendo.--Sí yo no lo permito no pasará nada.

Evan aparece en nuestro campo de visión y por atras de el puedo ver la silueta de Danielle y Cronos diciéndome hola con las manos.

El chico de la camiseta blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora