Salí de mi salón de clases, oficialmente estaba de vacaciones. Gracias a Dios ya no tenía que verle la cara ese montón de idiotas.
Camino hacía la puerta de entrada y veo algo súper raro, Emma estaba esperandome afuera. Me preocupé pero después miré una sonrisa en su rostro no podía ser nada malo si ella estaba sonriendo.
Me acerque y la abraze.--¿Qué haces aquí?.--Le dije mientras me apartaba de ella.--¿Adivina quien tiene vacaciones y vendrá a vernos?.
Emma eres tan obvia.
--Nathan.--Se queda callada por un momento.--Es obvio que viene a verte a ti no a mi.
--No seas aguafiestas, disfrutalo, casi no lo vemos desde que se fue a California.--Pongo los ojos en blanco y le doy un beso en la mejilla.--Esta bien.
_*_
Llegó la noche y Emma hiso una súper cena como si de Navidad se tratase. A veces me pasaba por la cabeza el hecho de que Nathan era el preferido de Emma, claro era el hijo perfecto. Un grito me saca de mis pensamientos de odio.
--¡Noa, tienes que ir por vino, una fiesta no es nada sin vino!.
Pongo los ojos en blanco y contesto.
--Esto no es una fiesta.--Cruza los brazos y me dice--¡Claro que es una fiesta!, cambiate la sudadera y ve por un vino antes de que llegue Nathan.
No puedo contradecir a Emma, pero me gustaría hacerlo. Me levante del sofá y tomé las llaves del carro cambiandome la sudadera por una negra un poco más decente pero no demasiado.
--¡Vuelvo pronto mamá!.--Desde la cocina se escucha el grito de Emma--¡Cuídate cariño!.
Estoy de camino al supermercado,¡estúpendo!, a las 10:30 de la noche al supermercado por un vino. Mi furia aumenta en el momento en el que me estaciono lejos de la entrada.
Odio caminar, odio ir al supermercado, odio manejar.
Mientras camino hacía el supermercado miro el cielo, la belleza de la luna me tranquliza, es como el amigo que te dice;
--Todo va a estar bien.
Al fin entro al supermercado y me dirijo directo a sección en donde estan todas esas cosas para fiestas.
Mi instinto de borracha me condujo hasta uno que se veía decente y de buen precio.
--Eso no te va a servir sí quieres emborracharte señorita fiestera, definitivamente eso no es para ti.--Me dijo un tipo como de la edad de Nathan con facciones perfectas, ojos color avellana, pantalones entubados, su color de piel era hermosa, era como si no hubiera visto el sol en años pero aun así se veía cálida y una camiseta blanca que combinaba perfectamente con su imagen de niño bueno.
--¿Borracha?.
Llevaba puesto unos jeans viejos,una sudadera negra, sin mencionar mis converse sucios.
¿Quién carajos iba a una fiesta vestida así?.El chico levanta una ceja y contesta.
--Es obvio que no eres una cara bonita a proposito, todas las bonitas son borrachas, fiesteras o golfas.
Este idiota se estaba ganando un voleto directo al infierno.
--No te metas conmigo no me conoces.--Mi postura y respuesta grosera ni lo inmuto.--Conozco a las de tu tipo, solo quieren fiesta y alcohol.
Su imagen de chico bueno era solo una pantalla, es obvio que es un completo cretino.
--¿Sabes qué?
--¿Qué?.--Dijo levantando la barbilla y con un sinismo infinito.--Me voy no tengo porque darte explicaciones.--Una risa carente de humor lo asalta.
--Que ingenua eres, tienes que darme explicaciones, todavía no te das cuenta de que soy tu futuro esposo."Corre, corre,corre"
Lo ignoré, gire sobre mis talones para darle la espalda. Casi llegaba a las cajas, tenía miedo de que me estuviera siguiendo así que aceleré el paso.
Cuando pensé que lo habia dejado atras me tomó por el brazo.--Dame tu numero.
Dice mientras me arrincona al pasillo de al lado, puedo sentir su respiración en mi nariz y como hace una jaula con sus manos, no puedo pasar por alto el hecho de que huele delisioso y su perfume me embriaga, pero mantengo mi postura.--Estas demente, ¿Que te hace pensar que te lo daré?.--¿Quieres que te repita el hecho de que eres mi futura esposa?.
Mi sangre herbia, y estaba a punto de gritar pero algo me lo impedia.
O tal vez no quería que se apartara.
--Sueltame o grito.--Me ignora y se acerca un poco más, podría jurar que sentí su cadera junto a la mia.--Has lo que quieras, podría ir a la carcel solo por ver esos ojos de cerca, incluso declararme culpable.
--Vuelve al manicomio del que te escapaste.--Se ríe y se aparta de mi pero me toma por el brazo.
--Yo podría ser tu Romeo y tu mi Julieta.
--Idiota ignorante ellos terminarón muertos, como tu si no me sueltas.
--Te suelto solo sí me das tu numero.--Cruzo los brazos y lo miro.--¿Que?,¿me vas a raptar?.
--No, al menos que tu quieras. dice y se acerca un poco más.
--Te lo doy solo dejame ir.
Procedo a darle mi numero, me suelta y voy a pagar el vino cuando volteo desaparece de mi campo de visión.Corrí lo más rapido que pude hacía el auto con un panico horrible.
Conducí hasta llegar a casa, mi respiración esta acelerada y mis manos tiemblan.
Entro a casa y solo puedo sentir como Nathan me abraza como si no hubiera un mañana.
--Hola, yo también te quiero le digo mientras intentaba abrazarlo.
--¡Eres una idiota, mi mamá casi se va caminando no se cuantas cuadras para ir al supermercado!.
--No es mi culpa un tipo...--Nathan frunció el ceño y me tomo de los hombros.
--Noa,¿que tipo?,¿te tocó?Emma se acerco y me tomó de la mano.--Cariño, si ese tipo te hiso algo malo dicelo a Nathan él no va a hacer nada malo--.Nathan interrupe a Emma.--¿Que no le voy a hacer nada malo?, ¡voy a matar a ese hijo de puta!.
--¡Escuchenme los dos, no paso nada malo, un tipo se atravezo en la calle y por poco choco por su culpa!.
Se quedarón callados, puse el vino en la mesa, besé la frente de Emma y abrace a Nathan.
--¡Buenas noches, los quiero!.
Les grite mientras subia las escaleras.Recuerdan que les habia mencionado que lo desconocido te atrae, pase toda la noche pensando en el chico del supermercado...
En lo bien que olia, como le quedaba esa camiseta blanca, su sonrisa tentadora y su voz de hombre.
Se sentía mal pensar en el como algo bueno cuando fue un completo cretino.
Esto no se iba a quedar así, tenía que verlo de nuevo.
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El chico de la camiseta blanca.
RandomUn amor, que va más allá de la muerte, la distancia, los problemas. Un amor que te hará soñar, reír, suspirar. Y sobre todo te hará creer en las casualidades. Terminada...❤