Capítulo 4.

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--¿Nervioso?...

Sus palabras callerón en mi como un balde de agua fría.

--Si, por lo general las chicas lindas no se me acercan por que creen que soy un cretino.

¿No se le acercaban?, tiene unos ojos preciosos, ¿como no se le iban acercar?

--Es por que lo eres, ¿que clase de chico te dice golfa sin conocerte?.
Estaba conciente que mi cuerpo se ponía tenso cuando él estaba cerca.

--No, en verdad lo quiero hacer bien--. Me suelta y extiende su mano.--Me llamo Evan, Evan Brown.

Mi expresión se suavisa y le doy mi mano en un saludo cordial.
--Noa James.

--Un bonito nombre, para una bonita chica.

Mi cara se ruborizo completamente pero gracias a la falta de luz el no pudo notarlo.
--Gracias--.Respondí mientras me ponía una sudadera que estaba en el auto.

--Entonces, Noa, ¿te quedas?.

--Solo si prometes una cosa.

--Lo que quieras.--Dice con una cara de suplica.--No seas un cretino--.

--Te lo prometo.

Me acerque a él un poco más y cerre la puerta del carro guardando mis llaves en el bolsillo.

--¿Quieres entrar?.
Dice tomando mi mano.--Su tacto hacía que me pusiera roja.
--Evan, a mi no me gustan ese tipo de fiestas, es más, no me gustan las fiestas.

Pone una cara de duda y se acerca a mi.

--Entonces nos quedamos aquí.

--Si, por favor.
Hacía un frío horrible y mi nariz se comenzaba a poner roja y mis labios morados, al igual que comenzaba a temblar.

--¿Te sientes bien?--.Dice tomando mi mano aun.--Tengo mucho frío.

--Abrazáme.

"Si"

--No apenas te conozco.

--Si me paso de listo solo, te vas, te prometo que no haré nada malo--.Lo abracé y puse mi cabeza sobre su pecho calido y él me tomo por la cintura, pero no para hacerme daño. Era un buen chico.

--Cuentáme sobre ti, Evan.

--Soy un cretino, con problemas de identidad, quede enamorado de una chica en el momento que la vi en un supermercado y no puedo sacarla de mi cabeza pero ella me considera un idiota por a verle llamado golfa dos veces.

--Ella no te condidera un idiota--.
Le digo con mi cabeza fundida en su pecho. Suspira y luego puedo sentir como me abraza más fuerte.

--Ademas salgo mucho de fiesta y me sorprende que no sea un alcoholico--.Lo miro a la cara.--¿Estudias?.

--Si, voy a la universidad, estudio psicología.

--Mi mamá es psicologa.

--¿Es una mala madre?--.Dice mientras pone su cabeza entre mi hombro y mi cuello.

Podía sentir su respiración en mi cuello, me hacía cosquillas pero trate de mantener la calma.

--No, ella es todo lo que yo quiero ser, y ,¿tus padres?.

Retira su cabeza de mi cuello para contestar y verme a la cara.

--Casi no tienen tiempo para estar conmigo, trabajan 24/7, son empresarios, ahora dime algo sobre ti.

--Soy una chica que vive con su madre va a la preparatoria, le tiene miedo a las matematicas tiene un hermano que ama y que perdió a su papá cuando tenía 10 años.

Pone su cabeza de nuevo en mi cuello y dice.--Perdón por haberme portado como un idiota, es que, mis amigos me dejarón solo y había bebido un poco y no sabía si tu querías darme tu numero.

--Si lo hubieras pedido como una persona normal, tal vez te lo hubiera dado.

Que lo raro y lo extraño te atraiga no tenía mucho sentido de vez en cuando te atrae por que tu piensas que es malo por que es desconocido, pero no es así, no es malo en lo absoluto, de vez en cuando lo extraño puede ser lo mejor en esta vida.

Mi telefono empezo a sonar como si no hubiera un mañana.
Era Emma.

--Noa al fin contestas el maldito teléfono, me tenías con el alma en un hilo--.Me encanta que Emma se preocupe por mi.--Voy para aya, no te preocupes.

Evan me miro y se aparto de mi.
--¿problemas en casa?.
Asiento con la cabeza y respondo.--Mamá esta preocupada.

--Llamo un taxi o te acompaño es muy tarde para qué te vayas sola.

Se veía tan sexy siendo lindo.

--No te quiero molestar, esta bien Evan.

Se aparta de mi y camina de espaldas a dirección de la casa de su amigo donde esta la fiesta.
Antes de que suba al auto me dice.

--Gracias, Noa--. Mi ceño se frunce.--¿por que?--Él encoje los hombros y contesta con su sonrisa perfecta.--Por llegar en el momento que más lo necesitaba pero menos esperaba.

Se dió la vuelta y siguio con su camino dejandome helada con sus palabras. No estaba segura si yo le gustaba a Evan pero en mi retorcida cabeza el era el chico perfecto.

Baje del auto corrí lo más rapido que pude en su dirección, lo alcané y me puse frente al él.

Entonces lo beso...

El chico de la camiseta blanca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora