Capitulo 4: Recuerdos

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-... y en otras noticias- escuche al salir del cuarto, mire a Alex tan concentrado en las noticias que decidi pasar de él

-buenos dias a ti tambien prima-dijo con algo de gracia, me di la vuelta y le sonrei

-¿Que haremos hoy?-le pregunte a mi queridisimo primo

- iremos al centro comercial-dijo simplemente y asenti preparando mi desayuno

Terminamos de almorzar, nos levantamos y fuimos a cambiarnos de ropa, ademas algo de dinero y cosas basicas para salir.

-quien ira-pregunte cuando salimos de la casa.

-Mangel, Rubius tu y yo-dijo mientras cerraba con seguro y comenzamos a caminar. En el camino al centro comercial ambos íbamos recordando anécdotas de pequeños.

-eran buenos tiempos, personas sin preocupaciones-dijo Alex mientras pasaba su brazo por mis hombros. Continuamos caminando hasta que llegamos al dichoso centro, donde nos dirigimos al punto de encuentro de ellos. Ahí estaban los dos parados, nos vieron y se acercaron a nosotros.

-joder tío, te dijimos temprano y mira la hora que es-dijo Rubius reclamando a Alex

-lo siento, nos levantamos tarde y eso-dijo Alex excusándose, la verdad fue por venirnos a pie. Alex se adelantó con Mangel y Rubius y yo caminábamos detrás de ellos.

-te ves muy bonita-dijo susurrando para que Alex no nos matara

-gracias, tú te vez muy hípster-dije bromeando, el frunció el ceño y yo reí- es broma, te ves genial.

Continuamos caminando para terminar en la tienda de videojuegos, iban a comprar uno nuevo, por lo que decidí ir al área de música. Era lo bueno de esta tienda, tenia de todo: libros, instrumentos, videojuegos, discos, ropa. Amaba las tiendas así. Pude observar todos los instrumentos detalladamente. Las guitarras, los instrumentos de viento, y mi favorito de todos, los pianos. En casa solíamos tener un piano que era de mi abuelo, a él le encantaba tocar el piano, pero la edad lo obligo a alejarse de eso, pero a mí me encantaba escucharlo, tome lecciones de piano para que cuando él estuviera ahí, pudiera escucharme tocar y cantar. Soñaba que tocaba en uno de los mejores recintos de Estados Unidos y que era muy famosa. Luego deje de tocarlo porque nos mudamos de casa, y en la nueva no había lugar para el piano, así que lo vendieron y con ese dinero compramos más cosas "útiles"

Me acerque a un piano negro de cola. Era similar al que teníamos en casa. Me senté en el taburete pequeño, comencé a observarlo. Era tan bonito. A mi mente llegó una canción que amaba. Mis dedos comenzaron a tocar aquella melodía. La canción comenzó a fluir y mi voz resonó por todo el lugar.

*Cancion en multimedia*

Termine de tocar, al alzar la mirada,  muchísima gente me miraba encantada por lo cual comenzaron a aplaudir. Comencé a sonrojarme, me dejé llevar por la melodía. Me levante e hice un gesto de agradecimiento. Luego las personas comenzaron a esparcirse. Quedando solo los chicos y yo.

-no sabía que tocaras-dijo Mangel impresionado

-ni cantaras tan bien-dijo Rubén

-que les digo-dijo Alex abrazándome por los hombros.- los Bravo somos tan talentosos.

Todos comenzamos a reírnos. Ellos ya tenían su juego en mano, por lo que decidimos salir de ahí e ir a comer algo y hacer boberías.

-y era para alguien especial la canción-pregunto curiosamente Rubén mientras le daba una mordida a su hamburguesa.

-pues un amor de verano-dije sin más-la verdad no me gusta hablar mucho del tema-dije tratando de sonar segura, convenciendome mas a mi misma que a los demas, cosa que creo funciono ya que siguió comiendo. Luego comenzaron a hablar de los videojuegos y al final terminamos en casa de Mangel jugando FIFA. Cuando se hizo muy de noche, Mangel decidió que lo mejor era quedarnos ahí, así que sacaron unos colchones extras y dormimos todos en ellos, hasta Mangel, bueno yo no, ya que Alex insistió en que durmiera en el sofá, que no me quería cerca de estos. Cheeto al llegar se nos unió y terminaron todos abrazados. Como el sofá era algo incómodo, decidí ir a la cama de Mangel, mientras que ellos dormían. Sin duda un día bastante raro.

++

A la mañana siguiente, decidí levantarme temprano, pero termine levantándome a medio día. Todos los demás aun dormían, así que cuando me levante, me dedique a hacer de desayunar, me limite a hacer unos huevos revueltos con algo de café. Unos minutos después los chicos iban despertando de poco a poco.

-buenos días-dije al ver que todos iban al comedor.

-buenos días-contestaron la bola de perezosos.

-buen provecho-dije dejando el almuerzo en la mesa. Comenzaron a servirse en los platos y a platicar entre ellos mismos.

-te quedo riquísimo, mejor que a Cheeto-dijo Mangel a lo que Cheeto lo miro mal- no te ofendas, a ti también te queda delicioso.

-no, lo dicho, dicho esta-dijo Cheeto rencoroso

-ya Cheeto, tiene razón-dijo Rubén por lo que baje mi mirada para evitar que vieran mis mejillas sonrojadas. Estuvimos un rato más hasta que por fin nos fuimos para poder cambiarme y quedarme en casa, a decir verdad era porque Rubén me ponía muy nerviosa en ocasiones. Pero aun así no dejaba de gustarme, porque sí, me gusta.

***

Espero y les este gustando

Aguacate 

MH





La prima de AlexBY11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora