Amor desinteresado

Capítulo 8

*Natalia

Hoy, es domingo y tengo una gran oportunidad que debo aprovechar, hoy voy a cantar Jazz en un café que se encuentra en San Pedro, un lugar de la capital. Falta muy poco para ese momento. Vendrán a verme muchas personas, Ignazio, Gianluca, Piero, unas amigas, mis padres y en especial Mauricio, Él me dijo que tenía algo importante que decirme, yo espero que me pida ser su novia, llevo muchos días esperando ese momento, Gianluca lo sabe.

*Ignazio

Nati está en el escenario, cantando una canción hermosa y todos estamos impresionados por su hermosa voz. Su voz es tan angelical así como lo es su rostro y toda ella. Ella se encuentra sentada en un banco mientras canta con el micrófono en su suporte, lleva una linda boina negra, una blusa blanca con rayas negras manga larga y un pantalón negro. Pero no puedo evitar notar que su mirada es para Mauricio. Sí, ya lo conocí, es tal y como sale en las fotos. Veo que muchas chicas no le quitan la mirada de encima a ese tipo.

Aplausos. Nati baja y se dirige hacia nosotros.

— ¿Y?, ¿cómo estuve? —pregunta Natalia emocionada.

—Estuviste genial —dijo Mauricio mientras se acercaba a abrazarla, estoy que lo agarro del cuello.

—Muchas gracias por estar aquí —dijo ella viéndonos a todos— Gianluca ven acá y abrázame amigo.

Gianluca se acercó y la abrazó. —Lo hiciste muy bien —dijo él.

—Pensé que no habías venido, no te vi en el público —dijo Natalia triste— y tú Ignazio, me hace muy feliz que estés aquí.

—Jamás te fallaría —respondí con cierto brillo en mis ojos.

—Piero —interrumpió Nati— Briiiit, ven —Los dos se acercaron a ella— Piero, ella es Britney, es una buena amiga de la Universidad, estudia relaciones internacionales. Britney, él es Piero.

—Mucho gusto —dijeron los dos con encanto.

—Él estudia... —interrumpió Natalia, pero luego calló— no, mejor que te lo siga diciendo él, invítala a tomar algo Piero, vayan.

— ¿Quieres tomar algo? —preguntó Piero a la chica con vergüenza.

—Me encantaría —respondió la chica con cierto brillo en sus ojos, como si hubiera conocido el amor a primera vista.

*Natalia

Ya es lunes, ayer fue el mejor día de mi vida, solo que... no pasó lo que yo creí que pasaría, Mauricio no me pidió que fuera su novia.

Me estaba consumiendo en mis pensamientos sobre Mauricio y yo cuando de pronto recibí una llamada.

Gianluca.

— ¿Hola? —pregunté.

—Nati... —dijo él llorando.

— ¿Qué pasa Gianluca? ¿Por qué me llamas a las tres de la mañana?

—Tienes que venir ya por favor, estoy en San Pedro... Ignazio...Ignazio tuvo un accidente, y es grave.

— ¿Qué? —callé y baje mi celular. De un momento a otro mis ojos empezaron a cristalizarse, y todos mis momentos con Ignazio pasaron por mi mente, ya no pensaba en Mauricio, no pensaba en nada, solo en él y en su vida, volví a pegar el celular a mi oreja y me salí del shock— ya mismo voy para allá, ¿por qué parte de San Pedro estás? —pregunté.

No pude evitar llorar, no Ignazio no podía ser, él tenía que estar bien.

Les escribí una nota a mis padres diciéndoles lo que ocurría y que me llevaría el auto.