Iden llegó en la tarde como cada día en los últimos años, los sirvientes de la casa más que acostumbrados a la presencia del chico, lo atendieron como lo harían con cualquier miembro de la familia. Llego a la gran sala y a la única que encontró fue a Elis sirviéndose un poco de café.
-¡Iden!-Habló emocionada por la visita del chico-¿Te importaría acompañarme un rato?
-Mil disculpas señorita-Hizo una leve reverencia-Pero ya he quedado en verme con su hermana.
-Lo sé-sonrió con dulzura-Pero ella aún no regresa, salió a una importante misión y me temo que se ha retrasado-Empezó a servir otra taza.
-Si ese es el caso, me encantaría esperarla en su compañía-Le devolvió la sonrisa y se sentó en el sofá frente a ella.
Tomó la taza entre sus manos, el aroma era exquisito y atrayente, que no dudo ni un segundo en darle un sorbo. Elis sonrió más al ver al chico y asentó su café en la mesita.
-¿Hay algo de lo que quiera hablar?-Sonó curiosa.
Eris se encontraba en medio de una masacre, por la sangre empezando a secarse y el estado de los cuerpos, no debían tener mucho tiempo de muerte. Trataba de contenerse todo lo que podía mientras destellos azules en formas de mariposas se desprendían de su cuerpo y empezaban a recorrer el lugar.
Entre las mariposas pudo aprecian sombras o restos de magia muy parecidos a las formas de los destellos de ella, inmediatamente las mariposas junto con las pequeñas sombritas desaparecieron y ella respiró hondo.
-¿Pudiste ver algo?-Su padre la toco del hombro.
-Nada-Le miró seria-No hay rastros de ningún tipo.
-Será mejor regresar y rezar por que atrapemos pronto al responsable-Su padre salió del cuarto junto con las escoltas que los acompañaban.
-No puedo decirte que es tu propia hija la responsable-Susurró quedito.
Regresaron a casa por la mañana, durante el trayecto se había sentido asqueada y provocada, gracias a la escena que presencio, nadie en su sano juicio no podría sentirse así después de ver tal escena.
Cuando su padre y ella atravesaron el umbral, Tanto su madre, su hermana e Iden los esperaban a los pies de la escalera. Habían avanzado solo un poco cuando su madre corrió a los brazos de su padre, llenándolo de besos y abrazos.
-¿Cómo les fue?-Miró preocupada a ambos.
-Mal, no pudimos identificar al culpable-Habló Eris mientras miraba a su hermana.
-Es una pena-Hablo su madre con tristeza, luego suspiró y sonrió de nuevo-Pero hay algo que los alegrara.
Tanto Eris como su padre se miraron confundidos, luego miraron a la mujer quien desviaba la mirada a los muchachos a metros de ellos.
-Vamos, hablen-Los animo la mujer mientras temblaba de la emoción.
Iden tomó de la mano a Elis, ambos se sonreían apenados y luego miraron a los 3 miembros de la familia, con felicidad en los ojos.
-Señor, aquí y ahora…-Tomó aire-Quiero pedirle la mano de su hija-Miró a Elis-Y su bendición para casarnos.
Su padre sonrió y se dirigió a abrazar al muchacho dando por entendido un rotundo sí y llenando de abrazos y felicidades a la pareja. Eris no reacciono igual.
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El amo y la bruja.
RomanceTodos pensarían que una vida monotoma sería aburrida, pero para nuestro protagonista no. Solo que, a partir de ese momento en que la conoció, su vida dejara de ser igual. Esa chica que le enseñara un nuevo mundo más allá de su imaginación y un secre...