-La madre de Danielle.

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“El lugar se estaba incendiando, una choza en lo profundo del bosque.

-Daphne-Se escuchó un grito dentro del lugar.

Entre el fuego, la silueta de una joven embarazada se escondía detrás del humo. Una risa angelical fue su único consuelo, lo único que le pareció un rayo de esperanza.

-¿Phurdek yurez?(¿Por qué lloras?)

De entre el fuego se abrió paso otra figura femenina, siendo ocultado su rostro en el humo.

-Eiiotseni (Ayúdame)-Sollozó desde el suelo la joven de cabellos obscuros.

-¿Kriiz dek thi waii e eiiotsar? ( ¿Crees que te voy a ayudar?)-Empezó a reírse-Zaeaa ne unthiriden thoz tzitziz (solo me interesan tus bebés).

Lentamente se acerco e incrusto su mano en el estomago de la otra joven, quien lanzó gritos de agonía y desesperada empezó a empujar a la otra. Metió la otra y poco a poco saco sus manos, mientras el cuerpo caía al suelo. Entre sus brazos sostenía a un bebé que no parecía estar vivo pero poco le importo, solo quito su capa y la coloco en el piso con el bebé en él, su atención se centro en el bulto sangrante de aquella joven que luchaba por mantenerse despierta. Nuevamente metió las manos en ella y saco a otro bebé.

-Na thi phriakophiz, kiutseri tsi iyez  (No te preocupes, cuidare de ellas)-Le susurró mientras observaba aquel cuerpo sin vida, manchado de sangre.

Cubrió a ambos bebés con su capa y salió del lugar mientras terminaba siendo consumido por el fuego.”

-¿Dein iriz?-Pregunto aquella mujer de ojos claros.

Dylan aún dentro de su asombro la observaba embelesado por su apariencia, ciertamente no era muy bella cabe decir, pero sus ojos y su cabello grisáceo le daba un aspecto muy frágil y en cierto modo tierno, sus facciones maduras apenas y le daban unos cuantos años mayor a Danielle…

La mujer se enderezó un poco y de su cuerpo se desprendieron destellos blancos y rodeaban el cuerpo de Dylan quien por su acción pudo despertar de su asombro. No supo que hacer en ese momento, dio un paso hacia atrás cuando los destellos se impregnaron a su cuerpo y parecieron adentrarse en el.

-¿Me entiendes ahora?-La escucho hablar lentamente.

Poco a poco Dylan la miro a los ojos.

-Eeee… ¿si?

Ella le sonrió.

-Tú no eres de aquí… ¿Cómo entraste?-Le regalo una sonrisa llena de dulzura.

Un estruendo sacudió el lugar. El suelo era cubierto por en su mayoría de tozos de cristal, ramas y quemaduras de fuego y entre ellos, la castaña saltaba evitando así ser atravesada por cualquier objeto que cayese detrás de ella.

Un golpe por la espalda le hizo perder el equilibrio y antes de que su cara tocara el suelo, se dio media vuelta y cubrió su rostro. Danielle tenía su pie en aquello brazos que la separaban de su rostro, un impulso de ella izo que Danielle retrocediera y ella pudiese levantarse. Danielle levanto los brazos hacia ella y los abrió mientras una ráfaga de fuego se desprendía y era neutralizado con las manos de la castaña. En un abrir y cerrar de ojos frente a ella estaba la pelinegra quien con el pie de lio un golpe en el estomago y girando sobre sí misma con el otro pie la mando a volar.

-¡No bajes la guardia!-Le grito la pelinegra.

Ella la voltio a ver y subió las manos mientras una barrera de tierra aparecía entre los 2, varias esferas negras se rompieron en él derritiéndola al instante. Una nube de polvo se levanto, Queen respiraba agitadamente, tomo suficiente aire y salto hacia a un lado, una enorme raíz salió del suelo y destrozo la tierra donde segundos antes estaba ella, miro hacia arriba y mientras su cuerpo era rodeado de destellos amarillos saltó y encaró a Danielle sobre el aire.

El amo y la bruja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora