Capítulo 1

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-¡Lucy! ¿¡Que demonios!? ¡Ya basta!- Las amenazas de la directora apenas si llegaban a mis oídos.

Estaba furiosa. Cegada de ira.

Sólo quería verlos morir.

Por MIS manos.

-¡LUCY!-Me detuve al escuchar ese llanto.

Estaba sobre un chico en el suelo, mi mano izquierda sostenía al chico por el cuello de su camisa, la derecha estaba al lado de mi cara echa un puño, tomando impulso para estrellarse en su nariz nuevamente.

Había perdido la cuenta de cuantas veces le había golpeado.

Antes de que pudiese reaccionar me tomaron de la cintura y me empujaron hacia atrás, grité retomando mi furia.

-¡Jovencita estarás en graves problemas por esto!-Pude escuchar a la directora mientras pasaba a su lado. Obiamente no era ella la que me había apartado.

La vieja gorda no se puede ni su culo.

-Aún no puedo creer que te hallan expulsado... -Mi madre me miraba decepcionada. Habían tenido que ir a buscarme y la directora no paraba de decir mierda sobre mi y de cómo terminaré en prisión cuando sea mayor.

Obiamente a mi no me hizo ni puta gracia.

Ahora estaba en el sillón de mi casa. Mi madre me sermoneaba y mi hermana estaba sentada a mi lado curando mis heridas, al menos las de la cara.

-No fue mi culpa, ellos se lo buscaron.

-No empieses son eso. Si te molestan les dices a los profesores ¡No los golpeas hasta dejarlos en coma! ¿Que pasa si te denuncian? - No pude evitar poner los ojos en blanco ante su exageración.

-No están en coma.

-¡Pero si están internados! - Algo me dice que estoy alterando mucho a mi madre.

-Tampoco fue para tan... ¡Auch! ¡Kate! - Mi hermana estaba poniendo alcohol sobre la herida abierta de mi ceja. Y duele como la mierda.

-¡Lo siento! ¡Tengo que desinfectar! - A pesar de que quería parecer enojada conmigo, yo se que en realidad estaba afligida. Después de todo, acababa de entrar en otra pelea por protegerla.

-No importa, lo siento.

-Lucy, vete a tu cuarto. Kate, ayudale con las heridas. -Ambas asentimos y nos dirigimos hacia mi habitación. Al entrar me tiré en mi cama pesadamente.

-Debes dejar de hacer eso.

-No puedo evitarlo, aquí todos son estúpidos.

-Eso no te da derecho a golpearlos.

-En realidad - Dije sentándome. y mirandola. -Si que me lo da. -Puso los ojos en blanco y sonrió, como si se rindiera. Me conoce demasiado.

-Bueno, debo admitir que el insulto de "Radioactiva" fue lo único que han pensado en su vida.-No pude evitar reír, no sólo de su chiste, si no también de lo rápido que parece perdonarme.

Después de nuestra pequeña charla terminó de curar mi cara y se fue a su habitación, mientras yo me dirigía a la ducha. El agua caliente me recordó lo mucho que me dolía el cuerpo. Si, yo había ganado la pelea, de lejos, pero eso no quiere decir que ellos no se hallan resistido. Después de todo, tres contra uno nunca es fácil. Al terminar me vestí y me tiré en la cama.

Me duele todo el bendito cuerpo.

Juro que los mato.

-Lucy... Lucy...

-¿Que querés? -Dije con voz ronca, ni siquiera recuerdo haberme dormido.

-Nuestros padres están abajo, quieren hablarnos. -La miré, ambas sabíamos que no sería nada bueno...

-¡Estados Unidos! Debes estar bromeando...

-No, Kate. Es en serio.

-¡Genial! Nunca creí que llegaran tan lejos pero... ¡Genial!-Al final no era tan malo, ya que mis padres decidieron mudarse a Estados Unidos con mis abuelos paternos por un tiempo indefinido, ellos vivían en un pueblo pequeño en no se donde que no recuerdo como se llama. Pero es bastante bonito y está cerca del bosque. La última vez que los visitamos yo era muy pequeña y no recuerdo mucho del lugar, pero no creo que sea peor que aquí.

-Pero... ¡Es muy lejos! ¡Es un idioma completamente diferente! - Contraria a mí, a Kate no parecía gustarle demasiado la idea.

-Ambas saben muy bien el idioma.-Papá tenía razón, lo hemos hablado desde pequeñas gracias a nuestros abuelos paternos, que se empeñaban en enseñarnos.

-Venga, Kate. No puede ser peor que quedarse aquí.

-¡Pero...! -Se quedó callada mirándome a los ojos, luego suspiró.-Bueno... Tampoco hay mucho que yo pueda hacer al respecto... -Sonreí.

Siempre he podido hacer eso, no sólo con mi hermana. Mis ojos realmente son las ventanas de mi alma, y al yo no hablar mucho, ellos lo dicen todo.

La parte mala, es que no me dejan mentir. Si me miran a los ojos soy un libro abierto, todas mis emociones se reflejan en ellos. Por lo que puedo ser muy convincente.

O dar mucho miedo...

Unos días después ya teníamos todo lo necesario. Habíamos empacado todo y ya teníamos los pasajes del avión. Nos íbamos el día siguiente y hoy habíamos aprovechado con mi hermana y despedimos a nuestros pocos amigos antes de partir. A la mañana siguiente tomamos el vuelo.

Una nueva vida nos espera...

¿Como me convertí en esto? (Lucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora