¿Como me convertí en esto? (Lucy)

Capítulo 10

¿Donde estoy? ¿Qué es lo que pasa? Creí haberme quedado dormida en aquel apestoso lugar con aquel grupo raro... ¿Por qué estoy en mi cama?

¿Acaso todo fue un sueño? ¿Kate está bien?

Me incorporé en la cama y miré mis brazos... Sin cicatrices.

Me levanté de la cama asombrada y un tanto asustada, mirando mi cuerpo a través de mi pijama de verano. No parece haber ni un signo visible de aquellos meses infernales.

Salí de la habitación como alma que se lleva el diablo y toqué desesperadamente la puerta de mi hermana.

-¿Lucy? ¿Que haces? - Una somnolienta Kate me respondió - ¿Sabés qué hora es? -No pude resistirlo y la abracé. Con todas mis fuerzas. Como si no hubiéramos estado sólo un día separadas. Ella me devolvió el abrazo confundida y aún somnolienta. - ¿Lucy?¿Estás bien? ¿Que pasa?-No pude evitar derramar un par de lágrimas. Estaba bien. Estaba viva.

Kate estaba conmigo.

-Lucy deja de llorar... Me estás asustando. -No me separé de ella ni por un segundo. Seguí llorando en su hombro hasta que escuché la puerta principal ser abatida. -¿Que fue eso? - Kate y yo nos asustamos por el ruido y poco después nuestro padre ya estaba en el pasillo con nosotras.

-Entren a su cuarto, no se preocupen no pasará nada...-De la nada salió un cuchillo y se incrustó en el pecho de nuestro padre, Kate gritó y se aferró más a mi.

No... Esto no puede estar pasando...

Cerré la puerta de la habitación de un portazo y Prendí las luces. Debemos salir de aquí.

-¡Por la ventana!-Kate se asomó pero algo rompió el vidrio y provocó que un baño de cristales callera sobre ella.

-¡Kate!-Corrí a su ayuda pero cuando ella se dio la vuelta paré en seco...

Toda su cara estaba ensangrentada, su piel era pálida, sus ojos rojos lloraban sangre y su cuello estaba doblado en un ángulo imposible.

-Tu me has hecho esto. Por tu culpa. ¡Por tu culpa! - El miedo y el dolor me tenían paralizada.

Esa no era mi hermana... Mi hermana nunca diría eso...

Seguí retrocediendo cuando la luz se fue y la habitación quedó a oscuras. Mi visión sa había ido casi completamente y lo único que podía ver era la luz de la luna entrar por la ventana rota por la que Kate se había asomado.

No podía verla a ella.

Pero podía escucharla.

Sus pasos acercándose a mi desde todas direcciones me confundían y no podía hacer nada. Sentía que sin importar a donde iba estaba llendo hacia ella.

Pero yo seguí retrocediendo. La parte de mi cerebro que aún funcionaba me decía que allí estaba la puerta. Que sólo tenía que seguir retrocediendo.

Aquella parte de mi tenía razón y en un momento mi espalda tocó la puerta... Pero no la perilla.

No encontraba como abrir la puerta.

Desesperada me di la vuelta y tantee la puerta entera, pero no encontré nada con que abrirla... Y aquella puerta se abría hacia adentro, por lo que patearla no serviría de mucho.

Una respiración en mi nuca me recordó por qué quería salir de allí.

Me di la vuelta asustada pero no pude ver nada, ni siquiera la ventana.

Estaba justo delante de mi.

Un olor podrido a sangre y descomposición inundó mi nariz y me provocó arcadas.