Capítulo 33

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-¡Hey, Lucy! ¡Despierta! - La voz del rubio llegaba débil a mis oídos y había un molesto pitido en ellos. Abrí los ojos pero veía su cara borrosa, aún así noté su preocupación. - Lucy... -Me senté con su ayuda, aún estaba muy mareada, por lo que me sujeté la cabeza. Ese mismo segundo la aparté rápidamente mientras soltaba un quejido.

El hijo de puta me había golpeado en la sien y seguro que deja marca.

-¿Estás bien? -Escuchaba todo como si me acabara de explotar una bomba al lado. Asentí como pude.

-¡HIJOS DE PUTA, JURO QUE EN CUANTO TENGA LA OPORTUNIDAD SE MUEREN TODOS! -El grito de Masky llegó a mis oídos distorsionado, y al intentar enfocar la vista le ví caminando de un lado al otro de la habitación, sujetándose la cabeza y propinando golpes a la puerta de vez en cuando. Una vez pude agudizar más el oído también escuché unos quejidos.

Miré a mi alrededor a la habitación en la que nos encontrábamos, no era muy espaciosa, había cuatro colchones en el suelo (yo me encontraba acostada en uno) y una pequeña ventana con barrotes. La puerta era de madera y había una pantalla en una de las esquinas.

Mientras miraba la habitación mi mirada fue a parar a Hoodie, quien estaba sentado a mi lado, con una mano en mi espalda.

-¿Estás bien?

-Sobreviviré. ¿Que pasa? -Su expresión estaba contraída a pesar de que trataba que no lo notase, luego repare en los quejidos de fondo.

En ese momento giré mi cabeza hacia la pantalla y lo que vi me hirvió la sangre.

Denna estaba recostada en una camilla, completamente inmovilizada, mientras un señor de bata blanca estaba escarbando en su marca, cortando con un bisturí y tomando notas mientras ella se retorcía de dolor.

Solté un gruñido molesto y luego sentí la mano de Hoodie en mi hombro.

-¿Puedes ponerte de pie? -Estaba visiblemente afectado por la pantalla, pero no tanto como Masky. Su perro estaba completamente salvaje lanzando palabrotas y golpes a todo lo que podía.

Asentí y me levanté, aceptando la ayuda del rubio.

-¿Qué demonios ha pasado? -Pregunto confundida y enfadada.

-Nos atraparon, eran demasiados. No duramos mucho. -En ese momento recordé todo lo que había pasado.

Perdona querido, pero son ustedes los que no duraron mucho.

En ese momento fui a reparar a nuestras ropas, un pantalón largo y una remera manga corta con cuello en V. Todo blanco.

Espera... ¡LOS HIJOS DE PUTA ME CAMBIARON DE ROPA! Ohhhhhhhhhhhh aquí va a correr sangre.

-Te has comportado genial linda, espero que tus compañeros piensen igual que yo. -Escuché la voz de aquel tipo y me giré a la pantalla. No pude ver muy bien lo que pasaba. - Ah, ah, nada de eso, pequeña. No me hagas enfadar. -Agarró el brazo de Denn y lo vendó. - Y ahora, vamos con tus amigos.

Después de eso le quitó las correas y la lanzó a la puerta, donde uno de los gorilas la sujetó. Luego de eso se giró a la cámara.

-Su querida amiga ha tenido la suerte de ser la primera. -Hizo una pausa y se acercó más a la cámara. -¿Quien quiere ser el próximo? -Sonrió de oreja a oreja antes de que la pantalla se volviera negra.

Hijo de puta.

A mi lado se escuchó un gruñido frustrado y al girarme pude ver a Masky sujetándose la cabeza mientras gruñía.

¿Qué te pasa perro, hay luna llena esta noche?

Unos minutos después la puerta se abrió y tiraron a una aturdida Denna dentro. Al instante Masky se le tiró encima.

¿Como me convertí en esto? (Lucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora