Capítulo 2

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-¡Kate amor mío!- Mi abuela me recibió con un gran abrazo y en inglés, nunca se interesó ni en lo más mínimo en aprender el español. Mi abuelo lo intentó en su momento, pero renunció poco después. Por lo que siempre debemos hablar su idioma.

-Soy Lucy abuela...-Reí ante la confusión de mi vieja abuela, que desde que tengo memoria le cuesta distinguirme de mi hermana.

-Nunca un saludo ni un "Te extrañé mucho." No te vallas a morir.-Sarcástica como siempre. Por eso amo a mi abuela.

-Ya amor, que deben estar cansados. Ha sido un viaje largo.-Mi abuelo, siempre tan calmado y serio. También le aprecio mucho.

-Hola abuelo.

-¡Kate! ¡Como has crecido!-Rodé los ojos

-Soy Lucy...

-¡Casi!-Dijo riendo y abrasándome, yo reí con él.

-¡Abuelos!-Finalmente llegó Kate, quien saludó a ambos con su pronunciado acento latino. Esa era nuestra principal diferencia aquí. Nuestro inglés es casi perfecto, pero mientras que su pronunciación es muy latina y a veces errónea, la mía es más fluida y natural. Aunque obiamente el toque latino sale de ves en cuando.

-¡Kate!-Ambos saludaron a la auténtica Kate y luego entramos a la casa. Por suerte la familia de mi padre siempre ha sido de buen dinero, por lo que la casa era grande.

Poco después ya estábamos acomodados y yo compartía habitación con mi hermana. Cuando bajé a ver a mis abuelos pude distinguir el inconfundible piano de mi abuela, por lo que bajé en silencio.

Al llegar a la sala pude verla sentada en el gran piano, completamente perdida en la melodía. Esa vista me dio una gran melancolía.

De pequeña solía enseñarme a tocar el píano y cada vez que venia de visita trataba de llegar con una cancion nueva ya aprendida, recuerdo como su cara se iluminaba cada vez que aprendía una nueva melodía. Yo siempre fui su marioneta musical, ya que Kate nunca fue muy dada a los instrumentos.

Pero con el tiempo fuimos visitando cada vez menos a mis abuelos paternos y yo me alejé del piano... Al punto en el que ya no recuerdo ni la más básica melodía de el. Al alejarme de mi abuela perdí el interés en el piano, pero no en la música.

Pedí mi primer guitarra a mi abuela poco después de que comenzó a enseñarme piano. Ella quería que tocara el piano, pero al ver mi entusiasmo no me lo pudo negar y me compró una pequeña guitarra criolla.

Con el tiempo comenzó a quedarme pequeña y para cuando dejé de visitar a mi abuela ya tenía mi preciosa guitarra eléctrica, la cual me compraron de color rojo carmesí. Hasta ahora la tengo conmigo. Aunque no creo que a mi abuela le agrade la idea de dejar el elegante piano por una ruidosa guitarra eléctrica.

Entre tanto también pasé por la batería, que realmente me gustaba mucho, pero era demasiado cara y demasiado grande como para tenerla en casa. Así que me quedé con las ganas.

Mi abuelo por su parte tocaba el violín. Y he de decir que también se me daba bastante bien, ya que no es muy alejado de tocar guitarra.

Hoy a mis 15 años he olvidado todo sobre aquellos instrumentos... Excepto el sentimiento. Si me pides que toque algo con alguno de los mensionados anteriormente sólo sabría usar mi guitarra, pero demonios que si lo intentaría.

Amo la música. La amo muchísimo. Instrumental y cantada. De cualquier género.

Mi abuela acabó la melodía y aplaudí, siempre he sido fan de su música.

-Cariño... No había notado que estabas allí.-No pide evitar sonreír, siempre le pasa cuando se mete de lleno en la música. No presta atención a su entorno. Me recuerda a mi.

¿Como me convertí en esto? (Lucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora