- ¿Quién es ese tipo? - ¿Qué le iba a decir? Ah no es más que el elfo del que estaba enamorada y me rompió el corazón, si tendría mucho sentido y sería muy inteligente.
- ¿Qué tipo? – Y su mejor opción fue hacerse la tonta, bravo Minerva.
- ¿Qué otro va a ser? El que te estaba molestando en el pasillo
- Ah - ¿era todo lo que podía decir? – toma Literatura con nosotros, es nuevo, interrumpiste su presentación, ¿Lo recuerdas?
- Neva – le miro un poco cansado de que le diera vueltas con sus respuestas – ese no es un chico nuevo cualquiera ¿De dónde te conoce? ¿Por qué demonios no dejaba de verte?
- ¿D-de qué hablas? – dijo nerviosa, entonces se le ocurrió una forma de zafarse de esa incómoda situación – No me digas que estas celoso...
- ¡CELOSO! – y funcionó, por fin un acierto - ¿Yo? ¿Celoso del tipo ese?... ¡Sí! Lo admito – siguió bajando la voz – el maldito no te quito los ojos de encima en toda la clase – "y no le importó que obviamente estuvieras conmigo" hubiera querido agregar su amigo pero ella nunca lo sabría – y encima va y te trata como lo hizo – "como un novio celoso", piensa para sus adentros – y tu reaccionas como lo hiciste – abrazo – ¿Por qué Neva? ¿Por qué reaccionaste así?
- No lo sé – ella le devolvió el abrazo fuertemente como no queriendo separarse nunca – no estabas... me sentí tan vulnerable – no era del todo mentira pero tampoco era la verdad. Ambos se quedaron abrazados por un buen rato como queriendo dejar la realidad aparte por unos instantes. Porque a pesar de que ambos se querían con toda el alma, no estaban siendo sinceros el uno con el otro.
Leandro sabía de Aren, al fin y al cabo por él se había enterado de la peculiar habilidad de su amiga, pero ella solo le había dicho que era un elfo que conoció cuando niña, que ya no le veía y después de esa primera ocasión no lo volvió a mencionar, ni siquiera esa vez había dicho su nombre... y después de todos los seres fantásticos de los que le había hablado su amiga él nunca pensó en ese elfo como alguien trascendental en su vida, nunca se imaginaria que aquel ser estaba más cerca de lo que pensaba o le gustaría. Una gota de agua cayó sobre la nariz de Minerva sacando a ambos de sus pensamientos.
- Sera mejor que nos vayamos si no queremos ser atrapados por la lluvia – sonrió Leandro – no quiero llegar tarde y que alguien malentienda la situación – comentó burlonamente con un gesto seductor, mitad broma mitad... Minerva casi suelta la carcajada, en casa dudaba que alguien se enterara que llegaba tarde, además era un hecho que la gente malentendía su relación. Ella incluso a veces no la entendía.
- Vamos – dijo ella ignorando sus dudas y tomando a su amigo de la mano llevándolo hacia el auto. De pronto él se detuvo y la jalo hacia si enredándola en sus brazos de frente a él.
- Neva – comenzó mientras levantaba suavemente la barbilla de la chica encontrando sus miradas. Comenzó a acercar sus labios a los de ella lentamente para darle oportunidad de apartarse, pero ella no lo hizo, solo lo miraba con esos ojos grandes llenos de confusión pero no por lo que estaba a punto de ocurrir, eso era más que evidente, su confusión se debía a sus propios sentimientos y Leandro que la conocía como nadie lo noto. Sus labios estaban cada vez más cerca pero justo cuando iban a rozarse cambió bruscamente la dirección del beso y se posó sobre su frente, ella respiro aliviada y el sintió una punzada en el pecho ante aquel sutil e inconsciente gesto – recuerda que siempre voy a estar para ti – continuo disimulando su decepción y ganas de hacer lo que no se había atrevido pero él la quería segura y en ese momento no lo estaba – así que por favor no me hagas a un lado, quiero protegerte Neva, de lo que sea...
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Su príncipe elfo
DragosteMina no tiene madre, su padre la ignora, tiene una odiosa hermanastra por si fuera poco, su mejor amigo y primer amor, la abandona justo antes de cumplir trece años aún cuando prometió que nunca la dejaría. Pero no le guarda rencor, sabe que así ten...