¿Quieres salir conmigo pelirroja? | 3º Generacion

11- Guerra de nieve y otras cosas que no mencionare...

Danielle

Se cerró aún más el abrigo, casi que no se le veía la boca. La pelirroja llevaba el pelo atado en dos trenzas de raíz, y encima de la cabeza llevaba un gorro blanco con una borla grande en la punta del mismo color.

Caminaba junto a Lala de camino a Hogsmeade, un sábado 14 de enero.

Aunque al principio James había prohibido al equipo ir, debido a que el lunes tenían el importante partido, Lala y Fred habían iniciado una revolución que al final hizo al capitán cambiar de opinión.

Nevaba con fuerza, y la visibilidad era mínima. El suelo estaba cubierto por una gruesa capa de nieve, aunque al parecer, según la profesora de Astronomía, pararía de nevar en un rato, y todos podrían disfrutar de un divertido día de nieve.

—Maldita sea, ¡qué frío por Merlin!—exclamó Lala.

Ella llevaba un grueso abrigo verde junto con la capa, unas botas oscuras de pelo y unos pantalones vaqueros oscuros, aparte de los guantes y bufanda de Gryffindor.

—No te quejes tanto y camina más rápido que así se te pasa—le reprochó Danielle.

Su amiga la fulminó con la mirada y siguió caminando, aunque ahora más rápido.

—Se que me sigues guardando rencor por interrumpir tu beso—dijo Lala, y más tarde murmuró—aunque ni siquiera os estuvierais besando.

—¡No es cierto! —protestó la pelirroja—Aunque al principio me enfadara un poco contigo no soy tan infantil y lo he superado.

Lala la miró levantando una ceja, sacándole una sonrisa a su amiga.

—Por cierto, sé que te enfadaras, pero he quedado con Septiembre en Zonko para estar con ella. ¡Y quiero que me acompañes!—añadió al ver la mirada de súplica de Danielle.

—Por todos los magos y brujas, porque siempre me obligas a ir con ella, cuando sabes perfectamente que me pone muy celosa que haya salido con James—protestó la pelirroja.

—¿Quién es ahora la infantil, eh?—dijo Lala burlona.

—No soy infantil—dijo Danielle—Es solo que...

—Eres infantil, inmadura y celosa—la corto Lala—. Y no entiendo cómo te molesta todo tanto, ¡pero si Septiembre es una chica fantástica!

Danielle resopló. Septiembre era amable con ella siempre, pero a Danielle le molestaba pues ella estaba enamorada de James, por mucho que lo negara, y el que hubieran salido juntos antes le ponía de los nervios.

—Valeee, intentaré ser maja.—dijo Danielle abatida, con una sonrisa amable.

Lala sonrió emocionada y aplaudió con ilusión.

—¡Perfecto!—agarro a su amiga de la mano, tirándola para que corriese—¡Venga, vamos!

Danielle rió y siguió a su amiga a la carrera. Aunque se tropezaron un par de veces siguieron su camino hasta llegar a Zonko, que estaba cerca de la entrada al pueblo. La tienda era un local pequeño, ya casi bajo el control de Sortilegios Weasley, que había invertido enormemente en la tienda, y casi la tenían bajo su mandato.

Entraron agotadas, pero el calor de la tienda las reconfortó. Dentro había un par de alumnos de primero comprando una peonza mágica que al girar soltaba confeti de colores, que al contacto con la piel, picaba. La tienda estaba también ocupada—obviamente—por los merodeadores.

James y Frank estaban mirando unas pastillas para disolver en el desayuno de los profesores que hacía que se durmieran. Fred estaba con Julia y Andy con Louis, a sí que los dos azabaches estaban solos.