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Harry: 

¿Por qué demonios no recuerdo lo sucedido antes de desmayarme o por lo menos la razón de mi desmayo? Las cosa son extrañas empezando con el aroma de Tomlinson, se había vuelto un aroma dulce, calmante, como el aroma de la típica madre que le gusta oler bien para hacer sentir a sus hijos una noche de tormenta, tranquila, aunque seria extraño el que él huela así, en fin, creo que debería de dejar de comprar esas velas aromáticas, me hacen alusinar.

- ¿Harry? ¡Harry!-. Escuché el grito de Zayn haciéndome salir de mis pensamientos.

- ¿Am?-. Sonreí inocente. Sólo esperaba que no me hubiese dicho nada porque no había puesto nada de atención.

- Puedes prestar atención a tu estudio por favor, no pienso volver a ayudarte a estudiar-. Miré la mesa y... había olvidado que estábamos estudiando.

- Perdón, pensaba en otra cosa-. O mejor dicho en un castaño que olía malditamente bien.

- Aja, mejor quedate callado querido rizos-. Bufé y rodé los ojos. Maldito negro.

- No es mi culpa, últimamente tengo a Louis en la cabeza-. Bajé la cabeza y suspire. Maldito castaño de ojos azules.

- ¿Qué? ¿Acaso no te bastó con casi violarlo?-. Alzó una ceja y yo por poco y gritaba.

- ¡Yo no viole a Louis! No es mi culpa que me hayan dejado con él en pleno celo-. Suspiré. El intentar hablar con Zayn no me servía de mucho.

- Oye, era sólo una simple broma-. Colocó una mano en mi espalda intentando relajarme.

- Esta bien.

Louis:

Esto no estaba bien. Esto no estaba bien.

¿Qué demonios hacia saltandome clases y buscando un apartamento para irme a vivir? Pues basicamente era que quería irme de casa, no porque estuviera mal y que no quisiera que mi madre viera a su futuro nieto o nieta pero era el simple echo de encontrarme a Harry por las mañanas lo que me asustaba y más aún en el momento que ya tuviese suficiente barriga como para no poder ocultarla.

- ¿Y bien? ¿Le ha gustado el sitio joven?-. El señor que estaba vendiendo el sitio me había sacado de mis pensamientos.

- Oh, claro, es muy espacioso y tienes las habitaciones indicadas que necesito, gracias-. Sonreí y el señor simplemente asintió dejándome sólo. Supongo que iría por los papeles.

El lugar era algo grande pero serviría para un niño o niña que corriera por donde quisiera. Tiene cuatro habitaciones y una cocina escondida en un rincón, el living tenia una pantalla grande y un sillón para varias personas junto con dos sillones individuales a sus lados. Tiene dos baños y un lindo patio trasero con una pequeña alberca. Puede que sea algo costoso pero todo valía la pena por mi hijo o hija.

- Bien, aquí están los papeles señor...-. Reí. 24 años no era para tanto.

- Tomlinson-. Asintió y seguimos con el papeleo llegando a un acuerdo de que en unos dos días podía ir a instalarme, daba gracias a que ya se encontraba amueblada.

Al salir me puse a pensar en las cosas que haría a partir de ahora, lo bueno de haber trabajado durante todas mis vacaciones era que tenia suficiente dinero para pagar la renta del lugar durante varios meses y así empezar a acostumbrarme a estar sólo.

Al llegar a casa lo primero que me encontré fue con una nota de mi madre diciendo que estaría fuera unas horas, bufé, mi madre a veces se cargaba unas excusas aún más extrañas que las mías.

- Genial-. Rodé los ojos al escuchar los llantos de mis hermanos-. Ya, ya esta-. Cargué a uno de los gemelos que se encontraba en su modo de bebé llorón a todo pulmón. Me imagine a mí mismo cargando a un pequeño niño de ojos verdes y cabello como el mio. Esto sería raro.

Harry:

En el momento en que llegué a mi casa me sorprendí al ver a la madre de Louis en mi casa platicando con mi madre.

- Buenas tardes, madre y señora Tomlinson-. Saludé educado.

- Hola Harry-. Me sonrió y yo solo asentí.

- Harry, la señora Tomlinson quería hablar contigo a solas así que mejor me retiro para que platiquen-. Asentí y me senté en frente de la mamá de Louis. Justo donde estaba mi madre.

- Y dígame señora ¿en qué puedo ayudarle?-. Sonreí. 

- Bueno, yo sólo quería venir a preguntarte si no has notado algo extraño en Louis estos días-. ¿Algo extraño? Yep.

- Sí, he notado que Louis huele algo dulce y es más coqueto, supongo-. No entendía en que momento me había sonrojado.

- Pues sólo quiero avisarte que deberías ir a ver a Louis, él esta algo embarazado-. Al escuchar aquello me congele. ¿Entonces?

- ¿Louis tendrá un hijo... mío?-. Hablé lo más bajo posible. No permitiría que mi madre me gritara.

- Claro, ven a verle-. Al parecer ella no me había prestado atención. Salimos de casa y fuimos a la de ellos. Al llegar pude percibir ese aroma tan delicado a dulce que parecía que venía de Louis.

- ¡Louis!-. Su madre gritó recibiendo por respuesta un "estoy arriba" de la voz aguda de Louis-. Bueno, puedes subir a verle y eso deseas-. Asentí y fui directo a la habitación del castaño sin tocar la puerta.

- Louis...-. Mi voz salió nerviosa al ver a Louis en el respaldo de su cama leyendo y sólo con una pequeña luz que daba su lampara.

- ¿Harry... qué haces aquí?-. Pude oler como empezaba a ponerse nervioso ante mi presencia.

- Yo...-. Me aclaré la garganta. Maldito nudo-. Tu mamá me preguntó si te veía diferente-. Vi como alzaba una ceja ante aquello. Idiota.

- ¿Diferente? ¿A qué te refieres con diferente? Sigo siendo el mismo-. Me sonrojé. Espero que no me tome a mal con esto por favor.

- Louis... tú... ¿Estas en estado?-. De inmediato pude distinguir como se ponía nervioso y saltaba de la cama para venir hasta mí.

- ¿Mi madre te ha dicho eso?-. Su enojo se podía percibir desde lejos. La he cagado.

- ¿Qué? ¡No! Es sólo que he notado que tu aroma es diferente y quería saber la razón-. Mi nerviosismo empezaba a aumentar. Sólo esperaba que Louis no lo notara.

- Ajá, ahora me vienes a decir que mi madre fue a preguntarte si notabas algo extraño en mí sabiendo que ella es la única que sabe de mi estado ¡Mejor busca otras excusas Styles!-. Bien. El enojo de Louis había aumentado y mi nerviosismo igual.

- ¿Entonces sí estas en estado?-. Maldita sea mi curiosidad.

- ¡¿Y SI LO ESTUVIERA, QUÉ!?-. Eso era todo lo que necesitaba. Me intente acercar un poco a él pero sólo recibí un golpe por su parte-. Ni siquiera se te ocurra acercarte Harry, lárgate-. Me señaló la puerta de su habitación haciéndome negar.

- No me iré hasta que me permitas tocarles-. Bueno, pensar en él como dos personas era raro pero lindo.

- No te vamos a necesitar Harry. Largo-. No le hice caso pero su empujón hizo que cayera en su cama ¿Quién fue el idiota que dijo que los omegas eran débiles?.

- Esta bien, me iré, pero sólo por hoy-. Me levante de su cama y salí. Estaré con ellos pase lo que pase.

Louis: 

No pensé en otra cosa que no fuera el irme de aquí pero no podía irme a mi nueva casa hasta pasado mañana y mi madre sabría donde buscarme, lo mejor sería esperar hasta que todos durmieran y así poder salir.

A las tres de la mañana tomé la pequeña maleta que había preparado con mis cosas y salí de allí tan rápido como pude. Entré en mi auto y salí disparado a la carretera en dirección de la pequeña cabaña que era de mi familia. No permitiría que Harry y que nadie me viera como si fuera un débil, para nada.

Al llegar al sitio bajé rápidamente y subí las escaleras. Daba gracias a mi madre el día que me dio llaves para esta cabaña. Las luces estaban apagadas y eso significaba que tendría que limpiar toda la mañana. 

A empezar esto.

No te metas con el alfa | Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora