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Las cosas parecían estar más tranquilas para ambas familias, la mamá de Louis, junto a su esposo y hermanas estaba tranquilos y por tenian el dinero para pagar y esa misma noche irían a ver a esos hombres para pagarles. 

En la casa de Louis y Harry las cosas parecían ir mejor en cada día que pasaba, las nauseas del castaño habían desaparecido hasta su totalidad y poco a poco iba sintiéndose menos avergonzado de su cuerpo a pesar de que empezara a engordar mas pero sabía que era por el crecimiento de aquel bebé que en unos meses llegaría a sus vidas.

- ¿Listo ?-. Un Louis con su barriga de cuatro meses se levantó del sofá para ir a los brazos de su alfa que cada día se volvían más adictivos para él.

- Amo a mi madre y a mis hermanas pero no tengo ganas de cuidar de los gemelos-. El omega empezaba a sentirse más cómodo en aquella casa y con el rizado que tener que aguantar a todos sus hermanos gritones.

- Bueno, ahora dices que no quieres cuidarlos cuando dentro de nada tú también tendrás que cuidar de un bebé gritón-. Posó una mano sobre la barriga del chico haciéndole suspirar.

- Lo bueno es que él todavía se encuentra en la fabrica-. Ambos rieron y se fueron a preparar sus cosas para ir a casa del castaño.

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En la casa de los Tomlinson las cosas parecían tener calma pero los dos adultos morían de nervios. Aquel día iban a ir a entregar el dinero para liberar su deuda.

- Mamá, ¿Por qué nos tiene que cuidar Louis? ¿A dónde van?-. Lottie parecía desesperarse cada vez más con cada minuto que pasaba.

- Son asuntos de tu padre y míos, ustedes no pueden ir con nosotros-. La mujer intentaba darle una sonrisa tranquilizadora a su hija. Intento fallido.

A los pocos minutos el timbre de su casa se hizo escuchar dejando ver a un rizado junto a un pequeño castaño que traía consigo un enorme jersey que a como olía se podría saber que era de Harry.

- Hola familia-. Louis saludó a todos alegre al igual que Harry.

- Siento mucho el tener que ponerlos a cuidar a tus hermanas Louis pero tu padre y yo tendremos cosas que hacer-. Durante su abrazo la mujer daba la información necesaria para que no llegaran a preocuparse.

- Descuida mamá, al fin y al cabo dentro de nada me tocará cuidar a mi pequeña familia-. Al separarse de manera inconsciente colocó una mano en su casi invisible vientre aunque en realidad si se colocaba una de sus camisetas ya parecía todo un embarazado.

- Sólo no te estreses mucho para que no le hagas daño a tu pequeño-. El chico asintió y con una sonrisa la mujer se despidió dejando a su familia a cargo de su hijo mayor.

Las hermanas de Louis al verlo llegaron para abrazarle con mucho cuidado.

- ¿Cuándo empezará a moverse Lou?-. Fizzy abraza a Louis con la esperanza de sentir un pequeño movimiento del ser en si interior.

- Todavía le falta un mes pequeña, ahora vamos a comer-. Algo desilusionada se separó de aquel abrazo para salir corriendo a la cocina a la espera de que alguno de los dos chico les diera comida.

- Es hora de darles de comer-. Susurró Harry en su oído.

- Te toca cocinarles, iré a darles comida a los gemelos-. Asintió y el chico subió las escaleras en busca de los más pequeños de la casa.

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El par de adultos se dirigían al almacén correspondiente para dejar la cantidad de dinero pero por lo que les habían dicho se verían con el hijo del jefe.

- Todo saldrá bien querida, no tienes de que temer-. El hombre agarró la mano de su mujer para intentar trasmitirle confianza aunque ambos estuviesen iguales.

- Sólo tengo miedo de que no acepten el dinero, ellos dijeron que no querían lo material querían al bebé-. El omega de la mujer empezaba a estar intranquilo al pensar en ello.

- Ellos lo aceptaran además es el hijo al que veremos no a su padre-. No muy convencida asintió y unos pocos minutos después llegaron al lugar indicado.

La bodega en la que se encontraban era vieja y parecía querer desmoronarse. Con cuidado bajaron la gran maleta en donde traían el dinero y a lo lejos pudieron ver unas camionetas negras.

- Llegaron-. Susurró la mujer y de inmediato ingresaron.

Por dentro sólo se podía distinguir una mesa en el centro pero alrededor de la puerta habían dos hombres vestidos de negro y en el centro detrás de la mesa estaba un joven de pie.

- Señores Tomlinson-. El joven era rubio y de ojos verdes. Parecía transmitir confianza y era alfa.

- Señor-. A regañadientes el hombre saludó y su alfa empezó a desesperarse. A él no le mandaba nadie.

- Veo que han cumplido con su palabra pero saben lo que mi padre desea, él no quiere su dinero quiere a su nieto-. Con todo el dolor del mundo el chico repetía las palabras que su padre le había dicho antes de llegar. Él no deseaba quitarle a un bebé ni siquiera nacido su familia pero el otro hombre deseaba arrebatarles a ese pobre ser.

- Sabemos que tu padre desea a nuestro nieto pero mi hijo no sabe nada ni siquiera el alfa con el que está lo sabe-. Algo sorprendido el chico les vio. Sabia perfectamente que el hijo de esos señores odiaba a los alfas como nunca y que el responsable de su embarazo estuviese a su lado era aún más extraño.

- Pensaba que su hijo no quería ningún alfa pero eso es otro tema, quiero ver el dinero-. Dentro de su cabeza empezaba a crear un plan.
Al abrir la bolsa una enorme cantidad de dinero se dejó ver y algo asombrado volvió a la bolsa entregándosela a uno de sus hombres.

>> Las cosas hasta aquí con nosotros están terminadas, su deuda esta cerrada-. Ambos suspiraron y dando las gracias se retiraron. Demasiado sencillo había sido eso.

- Señor su padre le va a matar si se llega a enterar de lo que ha hecho, sus ordenes fueron el no aceptar el dinero-. El chico suspiró aceptando las cosas.

- Esas fueron sus ordenes pero él no vino, el que vino a hacer su trabajo soy yo y no le voy a permitir que les quite a ese pobre niño que ni siquiera a pisado este mundo-. Caminaba a las afueras del lugar-. No permitiré que otra familia sufra lo que yo sufrí.

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Bueno, espero que disfruten de este bello capítulo y con relación del anuncio anterior es que simplemente era una aclaración, no digo que sea igual simplemente quería aclarar eso.

¡NOS VEMOS PRONTO!

No te metas con el alfa | Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora