Narra Zoey
Transcurrieron los días y seguía sin ser reconocida. Ni Saray ni yo. Cara ya se iba acotumbrando al campamento, todo era más fácil sabiendo quien es tu padre, aún así ella seguía animandonos.
Era viernes y quedaba tan solo unas hora para la comida. Estamos las tres sentadas a la sombra de un manzano observando los fresales y hablando del entrenamiento duro que estabamos llevando a cabo cuando una voz a nuestras espaldas nos sobresaltó.
-Creemos que ya es hora de que tengais vuestras propias armas así que estas encantadoras chicas os acompañaran a buscar una -dijo la voz grave de nuestro antiguo profesor de historia, Harry.
Iba acompañado de Piper y Annabeth que nos esperaba con una amplia sonrisa cada una.
-Cara, Will me ha dicho que te avisara de que no vendrás con nosotras. Tienes que ir a verle a la casa grande -continuó Harry.
Así que dicho esto Cara salió corriendo en la dirección de la casa mientras nosotras ibamos a una cabañita de madera que se encontraba cerca del lugar de entrenamiento.
Al entrar Annabeth dió la luz, que era muy tenue.
-Podeis elegir cualquier arma que este aquí, sin presión -dijo Piper.
Empezamos a trastear, mirando en cada baúl, estantería o rincón.
Saray terminó eligiendo una imponente espada llena de telarañas. El mango era precioso, tenía unas rosas forjadas cuidadosamente y el filo de la espada tenía un brillo dorado. Mientras yo seguía rebuscando
Saray salió a practicar con ella.Abrí una caja de madera con muchos cuchillos y dagas de diferentes tamaños. Al final de la caja encontré una bonita daga con una funda dorada y plata con dos joyas azules. La cogí y la desenfundé. No me esperaba lo que pasó a continuación, una gran espada estaba en mi mano. Sorprendida volví a colocar el arma en la funda. Poco a poco la volví a sacar y para mi sorpresa apareció un arco y en mi espalda se materializó un carcaj con flechas. Estaba impresionada, intente meter el arco en la funda. Pensé que querría una daga y al volver a sacarla allí estaba, la daga.
-Vaya -dije.
-Increible -siguió Piper. -Que cosa más extraña.
-Me la quedo -declaré con una sonrisa. -Metamorfis -leí la inscripción de la empuñadura, con que así se llamaba.
Pasé todo el día practicando con la maravillosa arma. El arma de Cara era genial, nunca me lo habría esperado. Y es que ella siempre tuvo un arma, la flauta travesera era un magnifico arco con un bonito carcaj. La habían llamado a la casa grande porqué Harry lo había descubierto y se la iban a dar.
Llegó el final de la cena y yo estaba llena con la pedazo hamburguesa que me había comido. Las risas y las conversaciones hacían que el ruido del comedor fuera ensordecedor.
-Silencio -gritó Quiron. -Hoy jugaremos a atrapa la bandera, prepararos y agruparos por cabañas. Después los capitanes de cada cabaña, venir a recoger el color que os a tocado.
Los gritós de alegría inundaron el comedor.
Travis y Connor nos cogieron a Saray y a mi y tiraron de nosotras hasta la cabaña de Hermes. Sacaron un monton de cascos, armaduras, espinilleras y bueno en fin, un montón de chatarra.
-Probaros a ver cual os queda mejor, daros prisa, no hay mucho tiempo.
Con unos cuantos kilos de más sobre nosotras salimos de la cabaña. Travis nos dió una cinta azules para los cascos. Nuestros aliados eran Atenea, Afrodita, Poseidón, Hades y Demeter. El resto de cabañas iban contra nosotros.
Me posicionaron cerca del río, al lado de Percy, teoricamente para que cuidara de mí. Saray estaba defendiendo la bandera y Cara en el bando opuesto.
Todo pasó muy rápido, el equipo contrario se avalanzó sobre nosotros, intente defenderme y los de mi equipo llegaron a ayudar. Al rato ya habían retrocedido. Annabeth, Nico y Piper estaban en el campo contrario, en busca de la bandera.
Mi trozo de perimetro ya estaba despejado así que Percy y yo nos tomamos un descanso y charlamos un rato. Llegó una imponente figura femenina, Clarisse por lo que me habín dicho. Percy atacó pero la chica chilló:
-Percy meteté en tus asuntos, la chiquilla esta se va a enterar.
Y arremetió contra mi, yo desvié la estocada con la espada y pasé mi pie por detrás del suyo, la empujé pero me agarró y las dos caimos al río. La chica maldició en griego y volvió a arremeter contra mi pero algo la detuvo.
Encima de mi cabeza comenzó a brillar una especie de tenedor.
-Venga ya soy hija del dios de la comida -pensé.
Pero el tenedor empezó a transformarse en un imponente tridente.
Ví como todo el mundo se arrodillaba ante mi.
-Felicidades hermana -era Percy que se había levantado y me abrazaba. Se veía la confusión en su cara.
Entre toda la gente reconocí a Cara, a Saray y a Piper y Annabeth que traín con ellas la bandera, habímos ganado.
Y lo mejor de todo, ya había sido reconocida, era hija de Poseidón, dios del mar, agitador de las tierras.
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Bien, otra semidiosa reconocida ¿os lo esperabais? Esperamos que os esté enganchando y animar a vuestros amigos para que se pasen por la historia, ya que pocas personas la están leyendo. Nosotras lo hacemos para entretenernos así que la historia continuará.
Votad ★ y comentad y si alguno de vosotros teneis algún consejo que darnos aquí estamos para recibirlo.
~Se despiden las doncellas literarias.~
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Vida de semidiosas
FanfictionTodo es nuevo para nosotras, ahora mismo no sabemos muy bien lo que esta pasando. Nos acaban de decir que somos semidiosas, se supone que somos hijas de un mortal y un dios, a saber que dios. -Pellizcame porque esto es un sueño -dijo Saray. -Mejor d...